El ex juez Norberto Oyarbide destapó la olla en Comodoro Py: "El poder es adictivo, como la cocaína"
El ex juez federal sostuvo que cuando sobreseyó al matrimonio Kirchner comenzó a transitar una noche oscura.
Además, Oyarbide denunció que mientras fue juez recibía "visitas inesperadas" en su despacho de "personas de carne y hueso" que lo presionaban diciéndole que "sería bueno que no pase demasiado tiempo para solucionar lo de tal o cual persona, normalmente funcionarios" o le recordaban que tenían juicios abiertos en su contra en el Consejo de la Magistratura.
"En una sutil, esplendida y descarada extorsión", sostuvo el ex juez en una entrevista con el diario La Nación.
Tras sostener que en la Argentina "no es posible" una justicia independiente por "una sola y sencilla razón: el poder del Estado es uno solo", Oyarbide cuestionó al juez federal Claudio Bonadio porque, a diferencia suya, "no tiene carrera judicial" y "saltó" a ser magistrado después de estar con el ex ministro menemista Carlos Corach.
Cuando le preguntaron si la ex presidenta Cristina Fernández podía ir presa, Oyarbide respondió: "En este país puede suceder. Yo no conozco la causa pero sí conozco en detalle el dictamen del fiscal y lo que dijo la señora Cristina Kirchner. Existió la oportunidad de detenerla y no fue detenida cuando fue a Comodoro Py".
Alejado del juzgado federal de 5 de los tribunales de Retiro desde abril, cuando le entregó su renuncia al ministro de Justicia Germán Garavano con la intención de jubilarse, Oyarbide habló de las críticas en su contra y se quejó porque lo trataron de "corrupto o adicto al poder".
"Me menospreciaron diciendo que era el personaje mas horrendo o despreciable del país", dijo Oyarbide, al recordar que "fue un golpe muy duro" aceptar jubilarse.
Según dijo, "a la luz del gobierno actual y por cierto del estampillado que me colocaron cuando sobreseí a Néstor y Cristina Kirchner (en 2009), a partir de ahí comencé a transitar la noche más oscura de mi vida". Refirió que en los últimos tiempos le "llovían los juicios políticos y había perdido por completo la paz para desempeñar el rol de magistrado".
Cuando le preguntaron si se consideraba un chivo expiatorio dentro de la justicia federal, Oyarbide afirmó: "No sé. Pero en la justicia federal siguen las mismas personas, ahora ajustadas a una nueva melodía política".
"Estas causas últimas que han aparecido son exhumaciones. Es lo mismo que rescatar a Tutankamón desde las profundidades mas increíbles. Y muchas de esas causas las tuve yo. Y permítame que destaque esta palabra: exhumadas", señaló.
Los jueces, afirmó, exhumaran esos expedientes porque "hay un deseo de permanecer en el poder, porque el poder es adictivo, como la cocaína".