Volver a clases: se esperan más aumentos en productos escolares por el dólar y crece la compra de usados

En los comercios coinciden. Recién este miércoles, tras los feriados de Carnaval, empezaron a llegar padres para consultar por los productos de la "vuelta al cole". Las listas son largas, los precios que ven les anticipan un gasto importante -aún en alza- y muchos ya comienzan a buscar alternativas de ahorro, incluso en el mercado de segunda mano.

Veintidos artículos típicos están, en promedio, un 27% más caros que hace un año, con especial impacto en los de papelería. Repuestos de 480 hojas que hace un año se conseguían a $ 290 ya se ven a $ 375 (29% más), otros pasaron de $ 199 a $ 279 (40%), y una caja de 288 hojas se fue de $ 129 a $ 175 (36%), de acuerdo con un relevamiento de Clarín.

En resmas A4 se hallaron saltos del 36% y en cuadernos rondaron el 34% (uno forrado de tapa dura y 100 hojas pasó, por ejemplo, de $ 88 a $ 119). Hubo aumentos del 28 al 35% en los pegamentos y del 18 al 33% en las cajas de lápices comparadas, entre otros casos. Las subas del papel, a su vez, impactan en las de las fotocopias, que según el gobierno porteño ya valen $ 1,58 cada una, 33,9% más que hace un año.

En la misma línea, Consumidores Libres relevó subas del 28% en promedio para una lista 41 productos que incluye guardapolvos y calzado. Otro estudio, de la consultora Focus Market, detectó alzas en torno al 26%. Mientras que en la Cámara Argentina de Papelería, Librerías y Afines (CAPLA) le dijeron a Clarín que los ajustes promedian "entre 22 y 24%".

"El aumento en general vino impulsado por la suba del dólar y la inflación. En papelería una de las principales causas fue el aumento de la celulosa a nivel internacional", explicaron en la cadena de librerías Staples, donde dicen que sus subas promediaron el 17%. "En los productos más relevantes de la canasta escolar, el aumento ronda el 23% para los precios sugeridos", indicaron en la marca BIC.

De cualquier modo, los números reflejan la foto de hoy. Pero se espera que los precios actuales, fijados mayormente en noviembre, no duren mucho tal como están. Es porque el dólar saltó un 13% desde diciembre y eso ya empezó a impactar en los precios mayoristas de los productos escolares, que tienen un alto componente importado.

La duda no es tanto si habrá remarcación, sino cuándo. "Ya hay aumentos en los mayoristas, como siempre que el dólar sube. Así que el lunes tendré mis precios actualizados según las nuevas listas. Porque, si no, después se me complica reponer el stock", explicaron a Clarín en una librería del sur de la Ciudad, pidiendo reserva. Otros locales consultados también prevén cambios pronto, en especial los más chicos.

En la cámara de librerías, sin embargo, dicen que la mayoría se "stockeó" a los precios viejos para el inicio de clases y mantendrá los valores hasta abril o mayo. "El salto del dólar se verá reflejado al final de la temporada, cuando nos toque recomprar. Si remarcás ahora, el riesgo es quedarte sin vender y nadie quiere eso", explicó a Clarín Daniel Iglesias López, el presidente de CAPLA.

Más allá del cuándo, esta vez la mejor idea pareciera ser comprar la lista entera cuanto antes. Pero las familias, tras hacer cuentas, también exploran otras estrategias para bajar el gasto. Entre las clásicas están aprovechar descuentos con tarjetas -que este año llegan al 30%- y comprar en los mayoristas, donde el desfile de padres ya empezó.

Otros, de manera creciente, apuestan a venderles a otros padres por Internet lo que sus chicos dejaron de usar y comprar productos usados en buen estado a una fracción de sus valores a nuevo.

Se hace en especial con libros, manuales, mochilas, uniformes, guardapolvos y útiles de alto costo, a través de plataformas como Mercado Libre, LetGo y OLX. Y hasta acaba de surgir un sitio especializado en el rubro -Aclases.com- que facilita estas compraventas con cuotas y con entregas a domicilio, bajando -afirman- hasta 70% los gastos del inicio de clases.

"Cada padre pone en venta entre 15 y 30 productos en desuso, por cerca de $ 3.000. Y ese dinero luego les ayuda a comprar la nueva lista, que también pueden conseguir de segunda mano a precios al menos 50% menores. Así se produce el ahorro", cuenta Guillermo Arias, CEO y cofundador de Aclases.com.

"Crece la demanda de productos usados y los escolares no son la excepción", suma Carla Lanzilotta, gerente de OLX en Argentina. "Muchos ponen en venta combos escolares, libros de inglés y manuales -cuenta-, y para los compradores el usado es una excelente forma de ahorrar."

Desde su librería, en tanto, Iglesias López replica: "La mejor manera de ahorrar es ir al negocio de barrio, donde un profesional te asesora para que compres lo mejor con cada presupuesto. Pese a los aumentos, un chico todavía puede tener por $ 500 todo lo necesario, y en buena calidad. Es menos de lo que sale un par de zapatillas".

Poca anticipación y "prudencia" en el gasto, las tendencias

Este año, que arrancó con fuertes subas de tarifas, la gente demoró en llegar a las librerías y se muestra cauta en las primeras compras escolares. Así lo notan en los negocios.

"El año pasado muchos habían adelantado la compra en enero, pero esta vez no. Sólo hubo algunos pedidos de precios, contó Alejandra Faraguna, dueña de la Librería Barracas.

"La gente está más prudente al gastar, se la ve más cuidadosa. Trata de reutilizar al máximo lo que tiene, en vez de gastar en algo nuevo, y busca aprovechar las promociones con las tarjetas bancarias, que este año llegan al 25 o 30%. Algunas piden también las cuotas sin interés", explica Daniel Iglesias López, de la Cámara de Librerías.

La venta online, añade, crece. Pero todavía la mayoría va a los locales. "Las tiendas siguen siendo el canal principal, con un 80% de participación", comentan en Staples, en la misma línea. Por eso, y para evitar colas, empezaron a ofrecerles a sus clientes "sacar turno online, eligiendo la sucursal y la hora a la que van a ir".

Con hijos de 11, 14 y 16 años, Macarena Simón tiene cada año un gasto importante en productos escolares, y su mayor estrategia para enfrentarlos es contactarse con otros padres. "Siempre estuve a favor de vender lo que ya no usamos y de comprar lo que a otros deja de servirles, especialmente con la ropa y los libros. Pero ahora, con Internet, eso es todavía más fácil porque se acorta mucho la búsqueda", afirma.

Recientemente, cuenta, compró libros en inglés y en castellano que sus hijos debían leer durante el verano. "Pagué cada uno a cerca de $ 100, cuando nuevos están a más de $ 300". Y también puso en venta, en Aclases.com, lo que a ella le sobra: ofrece 12 libros a entre $ 70 y $ 200, una mochila a $ 690 y unos pasteles Eureka "casi sin uso" por $ 150. "En tiempos como los actuales, ayuda a la economía familiar", añade.

Para comprar útiles, explica, este año fue al súper. "Usé una promoción del 40% con la tarjeta de mi banco. Trato de no usar cuotas para estas cosas porque luego me pesan", cierra.