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Suba del dólar: El peso cayó 8%, el mayor tropiezo desde la caída del cepo ¿Qué hará el Gobierno?

La corrida contra el peso se aceleró ayer hasta el punto de que el Banco Central (BCRA) no pudo controlarla. El dólar cerró en 23.

La corrida contra el peso se aceleró ayer hasta el punto de que el Banco Central (BCRA) no pudo controlarla, pese a que volvió a subir fuerte las tasas de interés y a tratar de calmar la sed dolarizadora vendiendo otros US$451 millones de las reservas.

El resultado fue una devaluación del 7,83% del peso, la mayor para un día desde la salida del cepo, que se movió a contramano del resto del mundo dejando a la vista que la crisis cambiaria tiene un alto componente doméstico vinculado a la vulnerabilidad que los inversores externos asignan a la economía local.

"El BCRA no pudo, no supo o no quiso evitar que el dólar suba 8% en una rueda en la que apenas se negociaron US$966 millones, es decir, 34% menos de lo que había vendido el miércoles pasado. Creo que mañana [por hoy] tendremos la respuesta", apuntó el analista financiero Christian Buteler.

El Banco Central seguirá utilizando todas las herramientas a su disposición y conducirá su política monetaria para alcanzar su meta intermedia de 15% en 2018". Así terminaba el comunicado que el organismo envió hace unas horas para informar que había subido su tasa de política monetaria a 33,25%.

Después de unos días "pico" de intervención -el pasado 25 de abril se deshizo de US$1471,7 millones de reservas, por caso- los analistas ponen en tela de juicio la conveniencia de seguir esa frase y se debaten entre dos alternativas: que la entidad monetaria continúe actuando de manera agresiva o que deje pasar tiempo para que la relación entre monedas encuentre un nuevo techo.

Definirse

Para empezar, algunos analistas critican el comportamiento "errático" de la institución. En este punto, el economista Martín Alfie señala las dos caras del Banco Central que se vieron en los últimos días. "O efectivamente interviene vía tasa y no vende reservas para dejar que el tipo de cambio se mueva y se reactive el carry trade [estrategia de vender dólares e invertir en pesos] para que vuelvan a traer capitales, o vende reservas y no deja mover el dólar, e incluso lo marca por debajo de lo que abre", resume.

El experto asegura que la semana pasada el organismo intervino fuerte, pero al día siguiente dejó ir a la divisa norteamericana, lo que dio como resultado que perdiera la pulseada "con un costo alto en términos de reservas y de credibilidad".

Seguir el humor del mercado

¿Puede el Banco Central pivotear entre su poder de fuego y las expectativas? Para Javier Okseniuk, director ejecutivo de la consultora LCG, sí, y es lo necesario para no gastar esfuerzos inútiles. El plan que propone es dejar deslizar el tipo de cambio -con efectos en la inflación futura incluidos- y luego utilizar las medidas a disposición, la suba de tasas de interés y la intervención para estabilizar las variables nuevamente. "Debería liderar la batalla, pero convalidando sus herramientas con los humores del mercado", opina.

Entre la semana pasa y los días que transcurrieron de ésta, Okseniuk señala que se vieron dos etapas: una de intervención más firme y de estabilidad en el tipo de cambio, y otra, más reciente, en la que esa calma ya no se pudo mantener. Ese primer período, dice, fue un error, más por las expectativas locales que por factores internacionales -la suba de tasas de la Reserva Federal ( Fed )-. "Cualquiera sea la hipótesis de equilibrio de tipo de cambio que tengan en la cabeza, un déficit de cuenta corriente que supera el 5% del PBI habla de que hay atraso cambiario", apunta.

Ser táctico y luego estratégico

"Está haciendo lo que puede hacer", analiza el economista Amilcar Collante. En este momento, recomienda, lo mejor es recurrir a la táctica. "Es una emergencia, tenés que actuar con rapidez y ponerle un torniquete a la sangría, pero lo que vemos es que, por ahora, el Banco Central está llegando tarde porque los desequilibrios ya eran notorios", dice. La suba de tasas de interés es una de esas herramientas tácticas: recordó que, en diciembre pasado, el organismo las había bajado 150 puntos básicos, pero que en estas dos semanas ya avanzó 600. "El tema es ver si el mercado le cree y toma esa señal", resalta.

En esta emergencia que describe, Collante considera el contexto internacional. Habla de la tasa del bono a 10 años del Tesoro de Estados Unidos -que la semana pasada pasó el 3%- y de la depreciación del real, que en abril acumuló un 7%, explica. Para mayor presión sobre el tipo de cambio, resalta, se le suma el desarme de Lebacs por la renta financiera a extranjeros, reglamentado a inicios de este mes.

"Lo mejor que le podría pasar a la economía real sería que esto dure poco, para que la suba de tasas sea transitoria, y después puedas volver a una más acorde con las expectativas inflacionarias", indica. El economista añade que el Banco Central debería ser más claro a la hora de enviar señales, porque hasta el momento estuvo vendiendo dólares a precios "erráticos" y sin un techo claro. Añade: "La lógica es que vos dejes que el tipo de cambio vaya hasta un punto donde aparezca la oferta privada, y que cuando intervengas, lo hagas dentro de un rango deseable".

Una vez terminado el plan táctico, dice Collante, resta ser más estratégico: "Hay que recalibrar toda la política económica, para lo que no solamente es necesario que participe el Banco Central sino los ministerios, para poder plantear un plan unificado y marcar un rumbo de la economía", puntualiza.

(Fuente La Nación)