Nuevo foco: con el dólar en calma, ahora la crisis se traslada a la economía real
En la última parte del año el consumo caería 4%, la inflación acumulará 12% de aumento y la pobreza pasará el 30%.
El precio del dólar bajó $ 4,28 en lo que va de octubre. Si la estabilidad continúa, el foco del Gobierno, la oposición, los empresarios y los analistas sobre la economía estará cada vez más puesto en la crisis de actividad y empleo que atraviesa el país, en vez del stress financiero. Hay estadísticas y estimaciones que vislumbran ese panorama:
- la inflación de septiembre (sale este miércoles) reflejará gran parte del aumento de 35% que hubo en agosto en el precio del dólar. Los privados estiman entre 5,5% (Eco Go y Macroviews) y 7,3% (Elypsis) de inflación sólo en ese mes. Pero acumularía 12% en el cuarto trimestre.
- las ventas de bienes durables y operaciones inmobiliarias se encuentran en niveles cercanos a los de 2002 de acuerdo a la Universidad Torcuato Di Tella.
- el consumo masivo en supermercados en septiembre cayó 1,6% según datos de la consultora Scentia.
- la pobreza en la última parte del año superará el 30% y posiblemente equipare el nivel del primer dato que publicó Mauricio Macri (31,4%) según Leopoldo Tornarolli, economista del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales.
¿Cuándo llegarán los brotes verdes? Aún falta. Pero Ramiro Castiñeira (economista de la consultora Econométrica) marca uno: la temporada de playa en Argentina. "Veremos récord de turistas en la costa", dice por el encarecimiento de viajar al extranjero. Sin embargo, Castiñeira espera que recién en abril las agujas del tablero de la economía marquen una recuperación (de la mano del agro).
Ese puente de seis meses que señala Castiñeira, sin embargo, enfrenta varios desafíos. Es que bastaron sólo aquellos dos días de agosto en los que el dólar aumentó $7,73, para que las consecuencias negativas sobre la economía perduren hasta fin de año (o más). Aquella 'flotación limpia' del dólar llevó malestar al interior del Gabinete económico, derivó luego en un pedido de Macri al FMI para adelantar los desembolsos del primer stand by y cambiar la regla monetaria, en la salida de Luis Caputo y, finalmente, en la decisión de Macri de ir hacia una política económica ortodoxa: las promesas de déficit fiscal cero en 2019 y crecimiento de la base monetaria cero (hasta julio 2019).
En el Gobierno esperan que los próximos meses la actividad siga para abajo. ¿El motivo? Los precios subirán a un ritmo mayor al que lo hagan los salarios y jubilaciones. El consumo es el 70% del PBI en Argentina, recalcan en los despachos oficiales. Guillermo Oliveto, de la consultora W, estima que el consumo masivo en el último trimestre caerá al 4-5% anual. "Vemos el piso de la recesión a fin de año", dice.
Los comportamientos de las empresas y personas impactan en la economía. Pueden amortiguar o agravar las tensiones. Un ejemplo de lo primero pueden ser las firmas que trasladaron el aumento del dólar a sus costos en una cuantía menor que en la devaluación de 2016. "Esa vez se apuraron y les jugó en contra. Hoy veo un comportamiento más precavido", dice Oliveto. En segundo lugar, señala el mismo Oliveto, el salto abrupto del dólar de agosto generó "pánico en el público. Si el consumidor venía en modo austero ahora veremos un modo austero recargado".
Juan José Cruces, director del Centro de Investigación en Finanzas de la UTDT, marca otro fenómeno de comportamiento pero que en este caso agrava la recesión en vez de morigerarla: la resistencia de los propietarios a convalidar precios en dólares de los inmuebles más bajos. Esta negativa, señala Cruces, contrae el número de operaciones y propaga la caída. En cambio si los precios 'ajustaran', la rueda volvería a ponerse en marcha. "Hay una percepción exagerada de la recesión porque el metro cuadrado sigue elevado", explica Cruces. "Antes de la crisis del dólar un joven profesional necesitaba 75 meses de sueldo para comprar 60 metros cuadrados. Ahora 120 meses". El índice de Confianza del Consumidor de la UTDT para el rubro durables e inmuebles está en niveles de 2002.
Las manías y las recesiones suelen ser no sólo producto de conductas individuales o colectivas. También de lo que haga el Gobierno. Un trabajo de los economistas Oscar Cetrángolo y Julián Folgar de la Universidad de Buenos Aires, publicado en el sitio Alquimias Económicas, cuenta que la estrategia fiscal oficial pasa por valerse de una recesión para cumplir la meta de déficit cero. Cetrángolo-Folgar advierten los riesgos de una estrategia así, de cara al debate del Presupuesto. Agregan que la recaudación podría verse afectada por la caída de la actividad y dificultar el cumplimiento del compromiso con el FMI. Un ajuste en el déficit primario como el que se propone Nicolás Dujovne, cita el trabajo, sólo fue posible a las postrimerías del 2001. Las condiciones que permitieron esa corrección hoy están ausentes.
El economista Pablo Goldín, de Macroviews, proyecta que el PBI caerá a un ritmo cercano al 6% anual en el último trimestre. "Es una recesión más fuerte que las de 2016 y 2014. Posiblemente se acerque a la de 2009". Irina Raffoglio, de la Fundación Capital, estima sendas contracciones del PBI en 2018-2019: 2,9% y 1,2% respectivamente. Marina Dal Poggetto (Eco Go) es más pesimista: 3% y 2%.
Pero también hay proyecciones optimistas. Castiñeira estima 180 días para que la economía comience a dar datos favorables. Pero el PBI en 2019 crecerá 0,8%. Fausto Spotorno (economista de la consultora Orlando Ferreres & Asociados) dice 1,7% ("Aunque podría caer si la política de Sandleris es muy dura"). "En el primer trimestre veremos récord de turistas en las playas de la costa -repasa Castiñeira su pronóstico 2019-, en el segundo trimestre la cosecha rebotará, a mitad de año las jubilaciones aumentarán 40%. La economía crecerá al 3% a mediados de 2019".