Medicamentos gratis para jubilados: mi propuesta
Según el dato epidemiológico de la población beneficiaria, puede ahorrarse el 40% del gasto actual.
El presupuesto anual de Pami es de unos 8000 millones de dólares, de los cuales 2500 millones de dólares corresponde a inversión en medicamentos, para atender a 5 millones de adultos mayores.
Si en lugar de pagar a la industria farmacéutica la factura del "precio de venta al público" de los remedios, éstos se compran anticipadamente por licitación, según el dato epidemiológico de la población beneficiaria, puede ahorrarse el 40% del gasto actual.
Por ejemplo, hay 3 millones de hipertensos, medio millón de diabéticos y 250 mil psiquiátricos afiliados a Pami, cuya medicación crónica es conocida. Si se compra por licitación anticipada, se reserva y estoquea para su oportuna distribución mensual a farmacias para que éstas entreguen al beneficiario, se logran las siguientes ventajas:
Una reactivación del mercado interno, ya que los laboratorios beneficiados con la licitación recibirán el dinero anticipadamente, que les permitirá producir más y contratar más personal, lo que conducirá a relanzar un sector que hoy produce menos y que se achica con "procedimientos preventivos de crisis".
La farmacia no se verá obligada a cerrar por la reducción del 15% del consumo (ya van cerca de 400 cerradas desde 2015), tampoco deberá comprar, estoquearse y arriesgarse a pérdidas millonarias por productos vencidos sin devolución, y recibirá un "Honorario por dispensación y atención farmacéutica" ("fee for service") en donde su rol no se centrará en la compraventa (que será asumida por Pami) sino que se focalizará en conservar el medicamento adecuadamente, en explicarle al paciente el modo correcto de utilizar el producto, y asegurar el cumplimiento de lo prescripto por el médico, realizando al paciente controles de presión, glucemia y otros parámetros básicos, que permiten confirmar la efectividad del tratamiento.
La reingeniería requiere una efectiva "auditoría médica" que garantice que el profesional recete "racionalmente", no por marcas caras, ni sobremedicando pacientes.
No hacen falta leyes sino la decisión política de ocupar Pami con directivos que poseen el conocimiento necesario y la valentía de enfrentar a dos corporaciones: la farmacéutica, que pretende ganar demasiado en un país pobre, y la política, que pretende seguir financiándose con dinero de los abuelos.
Doctor en Farmacia y Bioquímica
Secretario general Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos - SAFYB
Candidato a Legislador Porteño