Linchamientos: la sociedad que le dice sí al "ojo por ojo"
Las opiniones dividen a una población entre los "en contra" y los "a favor", pero nadie nos da una solución.
Linchamientos. Gran tema de discusión de hoy en día tras varios casos ocurridos en Buenos Aires, Córdoba y La Rioja.
Luego de cierta clases de episodios, como un joven de 18 años que intentó robarle a una mujer con un bebé en brazos, un hombre de 34 que le quiso hurtar la mochila a una niña de 12 y otro que intentó sacarle la cartera a una mujer, los vecinos del lugar reaccionan con violencia y la sociedad se divide entre los "a favor" y los "en contra".
¿Tendrán la culpa los medios? ¿La tendrá "el Estado ausente"? ¿La falta de policías o la "sensación" de inseguridad?
Y lo fundamental: ¿está correcto?
Ante todo aclaro que no estoy a favor de matar a nadie. Repito: no estoy de acuerdo en matar a una persona y considero que te convierte en la misma calumnia que ese que roba y mata todos los días, y que en este país, está libre.
¿Pero hay que sentirse mal por intentar defenderse? ¿Por defender a un vecino? ¿A una mujer golpeada?
Porque así son las cosas, no hay justicia. Y la gente está cansada. Los linchamientos no son solo consecuencia de la falta de policías en las calles, sino de la falta de accionar de jueces y fiscales. De cárceles a las que se va de paseo. De jueces ocupados en reconocer a los vecinos que hicieron "justicia" por mano propia en vez de buscar al cómplice que huyó en moto, muy tranquilo, como si nada.
Los linchamientos son un mensaje de "No aguantamos más", y ojalá la gente que nos representa lo escuche. Hay barrios del conurbano bonaerense en los que no se puede salir a la calle después de las 20 horas. Da pánico. Hay zonas liberadas alrededor de las villas y siguen sin hacer nada. Nos matan todos los días. Y están libres.
Sin contar la reforma al Código Penal, cuyas palabras le tan un tinte de dificultad al tema pero se resumen en: quieren bajar las penas a crímenes terribles.
Divide y triunfarás. Acá no se trata de a favor o en contra, se trata se soluciones. De una sociedad que está harta de que las cosas no cambien. Hace 30 años que estamos en democracia, hace 10 que tenemos al mismo Gobierno delante de nuestros ojos y nadie sabe explicarnos por qué los chorros siguen libres.
Porque hasta que no te pasa no te importa. Hasta que no le pegan un tiro a tu hermano para robarle la billetera ni te mosqueás. Hasta que no tiran al piso a mamá para sacarle la cartera, no es tu problema, hasta que no violan a tu hermana o a tu novia, no es tu drama.
Es una "sensación". Es un problema de todos los medios. ¿Hay que quedarse de brazos cruzados si vemos en la calle un episodio como ese?
Llegamos a la instancia de "linchamientos", de decir: si no nos defendemos nosotros, si no los paramos nosotros, quién nos va a defender.