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Las sugerencias que le presentó el Papa Francisco a Cristina para enfrentar la inseguridad

Fue durante la última visita Presidencial al Vaticano. La idea es crear "Cuerpos de Serenos" barriales, como existían en la época colonial.

Hace pocos días en la esquina de Santa Fe y Thames, enfrente a la Sociedad Rural. A media tarde estaciona en zona prohibida y lejos del cordón un enorme camión recolector de basura. Su conductor baja sin apuro, sin importarle que entorpezca mal el tránsito y además en infracción.

Ingresa en un local de Lotería y hace rodar el bolillero para elegir los números de su apuesta. Un policía parado a pocos metros se la pasa con el celular en la mano sin ver qué ocurre a su alrededor. Le hacemos notar el problema que genera ese irresponsable conductor tanto en el tránsito como entre los peatones que quieren cruzar. El uniformado sigue enviando mensajitos como si nada.

Esta maldita postal es de todos los días. Conductores irresponsables y policías a quienes nadie supervisa. ¿Y si hubiera la figura de algún supervisor o defensor del pueblo barrial que tuviera autoridad para hacer cumplir a los policías el rol para el que se han alistado?

Esa idea de nombrar "Cuerpos de Serenos" barriales con autoridad para asegurar que la policía haga su trabajo y en todo caso denunciar legalmente cuando no lo hacen, fue la propuesta central que el Papa Francisco le sugirió a Cristina Fernández de Kirchner durante su última visita al Vaticano. No es fácil de implementar, pero en sí la idea es buena según nos dijeron quienes estuvieron al tanto de esta conversación en la Santa Sede.

Los argentinos nos estamos acostumbrando a todo. Tanto a los crímenes que se cometen a diario como a los linchamientos de delincuentes, qué ya es casi una constante cuando los vecinos en cualquier punto del país los pueden  atrapar antes que huyan.  Es cierto que estos sátrapas nos despiertan instintos infrahumanos, pero si terminamos comiéndonos a los caníbales para acabar con el canibalismo, seremos tan bestias como ellos. Quizás no sea piedad por a los linchados, sino por nosotros mismos que no queremos perder la condición humana.

El tema de la inseguridad le preocupa al Papa Francisco, y su contribución fue presentarle a la Presidente esta idea.

¿Registrás aquella frase de la época de la colonia que dice? "Son las 12 han dado y Sereno". En aquellos tiempos fundacionales el "Cuerpo de Serenos" era una formación que recorría las calles asignadas, farol y lanza en mano,  y avisaba de su presencia. Algunas versiones dicen que según el estado climático decían "sereno" o "nublado", pero lo cierto es que su presencia se hacía sentir y daba tranquilidad al vecindario que se sabía cuidado.

Francisco le sugirió a Cristina la formación de cuerpos de serenos en todos los barrios. Lo integrarían vecinos elegidos por los propios vecinos en asambleas barriales, gente conocida en los barrios por sus atributos de bien.

Y estos delegados o serenos que andarían sin armas pero con equipos de comunicación, serían los encargados de avisar a la policía sobre movimientos sospechosos y tendrían facultad para denunciar la mala praxis de los uniformados si la hubiera. No es lo mismo que un ciudadanos común denuncie a ese policía que no cumple su tarea cuando un recolector de residuos estaciona su vehículo donde se le ocurre, que si lo hace un delegado barrial elegido por los vecinos. Y así se pueden nombrar mil ejemplos.

Sencillo de instrumentar no es.  El nexo entre los vecinos y la policía viene fallando mal, como lo reconoció el Ministro provincial Alejandro Granados respecto al crimen de Gerli reciente. En principio Cristina salió del encuentro con Francisco entusiasmada por esta idea. No sabemos si ordenó trabajar sobre ella, reglamentarla y ponerla en práctica no es de hoy para mañana.

Pero al menos el aporte es valioso, mucho más valioso que ese cuentito de los políticos cuando hablan de hacer un llamado "mapa del delito". Porqué cuando los delincuentes saben que hay una zona vigilada, escapan a otra más liberada.

Y si en todas esas regiones hubiera un delegado elegido por sus vecinos como pretende Francisco, al menos sería hacer algo más por la protección de todos. No podemos vivir acostumbrados a la muerte y permanecer de brazos cruzados y cerebros inútiles cuando se trata de algo tan preciado como es la vida misma.