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La reforma electoral hace estallar al oficialismo y a la oposición

El gobierno manda el jueves a Frigerio y a Adrián Pérez a explicar al Congreso los cambios en la reglamentación electoral.

Por Ignacio Zuleta
@IZuleta


  • Todos esperan que sea la economía, pero lo que puede hacer detonar esta semana nuevas es la política; más precisamente la reforma electoral que recorrerá desde hoy todas las fotos. El gobierno manda el jueves a Rogelio Frigerio y a Adrián Pérez a explicar al Congreso los cambios en la reglamentación electoral, una iniciativa en la que busca cambiar la manera de votar el año que viene, por lo menos en tres puntos. Sobre esa reforma ya hay disidencias fuertes, como las de algunos gobernadores a imponer la boleta electrónica, o la de Elisa Carrió para permitir que se autorice a las empresas proveedoras de servicios públicos para que aporten a las campañas de los partidos. Pero ya mañana, el asunto lo va a plantear el ministro del Interior a la mesa de los gobernadores, que vienen por más dinero y les quieren regalar alguna facilidad electoral. Frigerio, considerado por los mandatarios provinciales el más importante de los ministros, les hablará de uno de los tres puntos a modificar desde el año que viene, la unificación de fechas electorales. La reforma busca que haya pocas votaciones a lo largo del año y la Nación les propondrá el uso del padrón nacional para las elecciones provinciales, auxiliándolos en el gasto de los comicios. Parece una facilidad, pero los gobernadores de la oposición no tienen resuelta una posición única sobre qué les conviene más. Si la campaña para la elección legislativa se nacionaliza y se concentra en una sola fecha, parece beneficiar al oficialismo, porque el peronismo no tiene una conducción unificada que arrastre apoyos de todos hacia algún dirigente emblemático, como sería alguno de los caciques bonaerenses. Cualquier de los mencionados por ahora para encabezar listas (Daniel Scioli, Cristina de Kirchner, Florencio Randazzo) divide hoy al electorado. Eso favorece las operaciones del oficialismo para capturar intendentes y neutralizarlos para que no trabajen por la unidad sino por la diversidad.
  • Nadie sabe si esa elección, en cambio, puede provincializarse; eso libera a peronismo, macrismo y radicalismo para hacer picardías en cada provincia. Aquí sería más beneficioso para todos que no hubiera fecha unificadas, con lo cual la oferta que les hará Frigerio mañana pierde valor. Igual va la mayoría de los mandatarios - los peronistas - bien informados a la cita, porque desde anoche recibieron el informe preliminar de la mesa chica del PJ; o sea lo que ha preparado el apoderado Jorge Landau, perito en cuestiones electorales a quien le respetan la ciencia oficialistas y opositores, que lo consultan por igual. Ese informe describe las dos otras reformas, que dividen más las opiniones: el uso de la boleta electrónica y la autorización para que los partidos reciban aportes de campaña de las empresas, no sólo de los individuos. De eso habló el peronismo el martes en el almuerzo que hicieron la cúpula del partido, legisladores e intendentes después del acto por Eva Perón. Landau dedicó la sobremesa para explicarse esos detalles a, entre otros, José Luis Gioja, Lucía Corpacci, Diana Conti y Fernando Espinoza. Ese grupo descartó la conveniencia de convocar al Consejo Nacional del partido para opinar, una idea que dejó caer Daniel Scioli antes de retirarse del almuerzo. Decidieron que mañana los gobernadores tengan una minuta aclaratoria, y que el propio Landau esté mañana en la reunión del bloque del FpV para ampliar detalles. El jueves, después de la presentación de Frigerio y Pérez ante la comisión de Asuntos Constitucionales, hablará de nuevo Landau, ahora con el sombrero de experto, no de apoderado, otros peritos, como la abogada radical Delia Ferreyra Rubio. En la sobremesa de ese almuerzo en el hotel que ocupa predio que fue del Mangrullo, de los Granados, nos enteramos de la principal ocupación hoy de Scioli: prepara un filme autobiográfico que cuenta su vida de manera retrospectiva, desde la derrota electoral de diciembre pasado y hacia atrás. La produce con la minucia que pone a sus deberes y busca ser un peldaño para el relanzamiento de su proyecto político.
  • Esta reforma electoral está llamada a dividir las aguas en varios puntos: en cuando a la unificación de fechas, hay opiniones de todos los colores y eso diferencia a cada mandatario. La boleta electrónica les gusta a algunos como Juan Manuel Urtubey o Jorge Capitanich, que las impusieron en sus provincias. No les gusta a los santiagueños del aliado Gerardo Zamora ni a Gioja, que ha dicho que prefiere el modelo cordobés de boleta única, pero en papel. Tampoco la aceptan los Rodríguez Saá. Para algunos pasar del papel a la electrónica es un camino de ida que enajena los controles, hoy en manos de los políticos, a los tecnócratas y saca las elecciones del mundo exotérico y las hunde en un mundo esotérico. Citan ejemplos de fraude o confusión en EE.UU. (se siguen usando los dos métodos) Alemania (prohibió el voto electrónico por incontrolable) o Austria (que debió anular el resultado del último ballotage presidencial). Para otros, cambia el mapa político porque elimina zonas de manipulación. Como ocurre con otros temas que afectan a todos sin discriminación, como la educación, en temas electorales domina el librepensamiento sin mucha ciencia ni fundamento. Todos se creen con autoridad para criticar y proponer y eso favorece el avance de reformas que intenta retocar uno de pocos sistemas institucionales que en la Argentina funcionan bien. Es un país donde suelen gobernar quienes ganan las elecciones en las urnas, algo que no se puede decir en otros. También hay mucho de estética y de proselitismo. La boleta electrónica fue un éxito en las elecciones de la CABA y Macri quiere extender ese prestigioso producto a todo el país, como al Metrobus. Hábil en el escenario, que se diga el día de mañana que puso la boleta electrónica en toda la Argentina. ¿Habrá cambiado algo? Quizás sólo en las formas.
  • Más ardido será la pelea por la autorización a que las empresas pongan dinero en las campañas, algo que adelantó el gobierno el jueves en un seminario que organizó el CIPPEC, que actúa como fogonero de estas reformas. La actual prohibición que rige en la ley de financiamiento electoral tiene origen en un proyecto que presentaron en 2011 Elisa Carrió y Adrián Pérez, al que se le sumó la UCR. El bloque peronista tomó esa iniciativa y trabajó hasta lograr la sanción, con modificaciones, como siempre. Ahora Pérez, prófugo del ARI y en el gobierno de Cambiemos por un acuerdo con el massismo, viene con la idea contraria. Estuvo con Carrió antes del patatús de ésta con el potasio - fue el 4 de julio, por la noche ella terminó internada - y quizás le adelantó su cambio de criterio, que se le atribuye al apoderado del Pro, José Torello. Ella seguramente no cambió y seguramente liderará el rechazo a esa cláusula que tampoco le gusta mucho a los radicales, que creen, como le adelantó el martes pasado Mario Negri a Marcos Peña, hay leyes que deben salir antes que esa reforma, como reformas al código penal, primer empleo, y desde ya el Presupuesto, que tiene que ir el mes que viene al Congreso. Detrás de este debate está, además, como telón de fondo, el interés de la justicia de seguir manejando las elecciones y, más todavía, apoderarse de todo el proceso. Esto plantea siempre peleas con los políticos. La justicia en la Argentina tiene más poder que otros poderes fácticos; en lo electoral, además, aumenta su fuerza porque maneja la canilla que da y quita poder y nadie quiere pelearse con los jueces ni los camaristas electorales.
  • Lilita vuelve esta semana a la acción después de un receso forzado por su salud. Sólo lo quebró para recibirla a María Eugenia Vidal, que ha aprendido pronto que también en política hay clases y que lo último que podría hacer ese pelearse con Carrió, que ha crecido en poder en este ciclo. Se espera que esté el jueves en la exposición de Frigerio en Asuntos Constitucionales para hacerse oír en una comisión que en sí mismo un sistema estelar, porque se sientan allí Carrió, Pablo Tonelli, Diana Conti, Ricardo Alfonsín, Graciela Camaño, Nilda Garré, Carlos Kunkel, Mario Negri, Fernando Sánchez y Margarita Stolbizer. Un seleccionado de diputados que si se pusieran de acuerdo alguna vez podrían resolver casi todos los problemas de la Argentina. Y del mundo, si se lo propusieran. Este regreso de la jefa de la Coalición le pondrá morbo al regreso de la política legislativa, que durmió durante el receso. Ya hay algún adelanto del ánimo con el que regresa: ha dicho a los suyos que le falta tiempo para recuperarse del todo de la salud, que está decaída y a veces triste. ¿Qué pasa, le preguntan? Veo cosas que, me parece, no tiene remedio. Ajustarse los cinturones y puertas en armado, como dicen las azafatas al despegar el avión.
  • Estas primicias del segundo semestre vienen con mucha carga explosiva. La principal la aporta la relación Pro-UCR, una alianza que sigue lastimada por reproches mutuos. Algunas señales de superficie pueden engañar, como la ausencia de radicales en el escenario de la Rural el sábado a mediodía junto a Macri. Los principales caciques negaron que obedeciese a la leyenda de que el anfitrión Luis Miguel Etchevehere se negaría a hacer un recuerdo reivindicativo de Raúl Alfonsín. Nadie dice haberle pedido eso, que ya hizo antes el propio contradictor de aquel discurso de 1988, el llorado Guillermo Alchourón. La ausencia de las estrellas del partido es porque les hubiera significado viajar un sábado a la Capital justo en los últimos días de las vacaciones previas al comienzo del año legislativo y judicial. Ese mediodía del sábado Ernesto Sanz estaba en una cumbre radical en Villa Elisa, Entre Ríos; el día anterior Mario Negri, Enrique Nosiglia y Marceo Bassani había estado en el homenaje a "Chacho" Jaroslavsky en Victoria, en la misma provincia. Mañana Macri irá rodeado de algunos de ellos a Córdoba, adonde inaugurará una ampliación del Aeropuerto y visitará una planta de Arcos en Arroyito. Es un gesto que deberán compartir con el local Juan Schiaretti, que ese mismo día tiene hora, a la 14, en la casa de Gobierno, con los demás gobernadores y Frigerio. Seguramente estará ausente de la provincia y les dejará el escenario a los radicales de su provincia. Macri, que estará de regreso en la Capital a media tarde, quizás pase por el salón de reuniones para saludar a los gobernadores. Lo hará según el texteo que cruce con Frigerio sobre el resultado de esa cumbre.
  • En la cumbre de Villa Elisa, a la que asistió Sanz llevado por el actual director del Banco Nación y ex diputado Atilio Benedetti y el diputado nacional Jorge Dagostino, quien llamó a esa reunión con la queja de los radicales de todo el país, a quienes les suele "no estar en el corazón de la toma de decisiones". Ese dirigente además lanzó la amenaza: no sea que "la discusión por las candidaturas no desarticule el espacio". Sanz, por su parte, buscó calmar esas iras con un análisis del gobierno actual como una transición entre dos modelos. Como estaba en Entre Ríos, exaltó esa tierra porque en Gualeguaychú la UCR había elegido el camino de la alianza con el Pro que ahora les duele a los radicales.
  • Las quejas por este desacople entre la cúpula y los dirigentes medios se registran en estas reuniones en tres niveles. En uno, los dirigentes del Pro y de la UCR se quejan juntos de que el gobierno nacional no ha reemplazado a centenares de delegados de la administración central en las provincias. En muchos casos, dicen, esos cargos siguen estando en manos de kirchneristas, como ocurre en delegaciones de los ministerios, del PAMI, Ansés, Radio Nacional y otras. Cuando ganaron las elecciones creyeron que esos cargos cambiarían de manos, pero con el paso de los meses se van enterando de que la Nación acuerda con gobernadores peronistas que esos cargos sigan sin tocar, a cambio de gobernabilidad, es decir votos en el Congreso. En un segundo nivel, hay quejas de favoritismo del Pro nacional hacia los macristas locales, a quienes se los beneficia más que a los radicales en la provisión de cargos. Un tercer nivel es el que observa cómo los gobernadores logran ayudas nacionales sin escuchar las críticas de los dirigentes locales que se quedan sin argumentos para hacer política.
  • Sanz lo reconoció el sábado en Villa Elsa cuando dijo: "Pregúntenle a Bordet si está conforme conviviendo con el federalismo hoy en la Argentina. En los primeros tres meses de gobierno, sin preguntar ni extorsionar a nadie les devolvió a los gobiernos de las provincias el 15% de la coparticipación que había escamoteado Menem hace quince años y había sido mantenido por los Kirchner como una manera de extorsionar a gobernadores e intendentes. No extorsionamos con la plata de las provincias. Vamos a buscar las mayorías a partir del diálogo y el consenso". Quienes escuchaban no dan mucho por la felicidad del gobernador Gustavo Bordet de la que habló Sanz. Pero este mandatario también se suele quejar en las reuniones de peronistas de las presiones de Frigerio que, dice, los obliga a endeudarse para pagar sueldos. Dice que al gobierno lo espera hasta octubre para después romper. ¿Por qué en esa fecha? Porque habrá terminado de colocar deuda para lo que resta del año. os favores de Frigerio a Bordet los atribuyen los radicales al proyecto del ministro de ser candidato a gobernador de esa provincia en 2019 y que el costo de eso ayudarlo al actual mandatario.
  • Entre los radicales se viralizó sobre este punto una declaración de Federico Storani a un canal de cable en la semana que pasó, en la cual lo cruzó mal al gobierno. Dijo que Cambiemos "debe cambiar" porque si al radicalismo no se lo hace actuar en los órganos de decisión de políticas " se le va a hacer muy difícil defender esas políticas en el Congreso". Es una advertencia muy seria porque Storani fue el jefe del bloque que sostuvo en la convención de Gualeguaychú la necesidad de esa alianza. "Hubiera hecho lo mismo ésta y mil veces más, porque benefició al radicalismo, que pasó de tener 16 intendencias en Buenos Aire a tener 41. Fue un muy buen acuerdo electoral, pero si no se participa de la discusión va a costar que se defiendan proyectos o se los mejore, como ocurrió con las designaciones en la Corte o con el blanqueo". Sobre la actuación de Sanz en defensa del gobierno fue agrio: "Lo de él es contradictorio. Fue presidente del partido, pero hace ahora una acción individual en el gobierno, pero no tiene ninguna representación del partido. No tiene cargos.". Ironizó con otra expresión: "Quisiera saber qué es el Pro" y criticó no haber consultado a la UCR con el último cambio de gabinete en Buenos Aires. Hay una mesa, recordó, que integran José Cano, Mario Negri y Ángel Rozas, pero a esa mesa llega todo cocinado, es sólo una formalidad. Le advirtió al marismo que la "elección del 2017 es vital. Ya no tienen mayoría propia en el Parlamento. Si llega a estar más golpeados, ¿cómo van a seguir?". Puso el freno cuando remató. "No imagino el futuro del radicalismo fuera de Cambiemos". (https://www.facebook.com/federico.storani.5/videos/1123962137676006/).
  • En esa charla Fredi rescató lo que hace el Pro en Santa Fe, en donde será candidato, dijo, José Corral. Ayer el jefe de gabinete blanqueó la pelea con los socialistas de esa provincia que busca, dio a entender, divorciarlos de los radicales en la alianza que tienen para gobernar. "Aspiramos a que Cambiemos se pueda reflejar también en la provincia de Santa Fe, eso lo hemos discutido mucho, tanto con José Corral como con otra dirigencia del radicalismo. Cambiemos es un proyecto político muy exitoso, y que viene a plantear una alternativa y una visión de la política, que sería muy bueno que se pueda desarrollar en la provincia y en Rosario. Eso requiere seguir trabajando, y ya se ha constituido una mesa de Cambiemos. Estamos trabajando todos los días con Corral, además en su rol de presidente de la UCR. Tenemos una afinidad enorme, y lo natural sería consolidar todo eso en la provincia", dijo Marcos Peña.
  • Los empresarios le siguen tomando examen al gobierno, que se queja de que buscan la propia, demoran inversiones, juguetean con los precios y no asumen que son parte de la herencia recibida. Lo mostraron el sábado por la noche cuando varios centenares se agolparon en el hotel Sheraton de San Miguel de Tucumán, convocados por el gobernador peronista Juan Manzur. L motivo era otro festejo del Bicentenario urdido por la mesa del Consejo Interamericano de Comercio y Producción, el club de almuerzos empresarios más importante del país, que maneja ahora Adrián Werthein, sobrino de Julio, fundador de esa peña, y el propio Manzur. Éste es el heredero de José Alperovich, que además de gobernador híper cristinista es un fuerte empresario, y se ha convertido en el Menem de Macri, para evocar la figura del riojano que, siendo gobernador peronista, vivía abrazado al radical presidente Alfonsín. Con origen discutido por una elección bochornosa, Manzur ha cantado los funerales de Cristina de Kirchner, lo ejecutó a José López como directivo del PJ tucumano, y llena de elogios cuando puede a Macri y su gobierno. El sábado juntó en su casa de San Miguel a un seleccionado de políticos y empresarios para que almorzasen con un invitado especial, Felipe González. El ex premier español vino al país traído por el empresario farmacéutico Hugo Sigman para acompañar al Festival Barenboim que patrocina una fundación que comparten con, entre otros, el millonario más que millonario Carlos Slim. Parte del viaje era una visita a Tucumán en donde Sigman tiene un amigo como Manzur, quien como ministro hizo a la felicidad de la familia farmacéutica, y en donde él mismo tiene intereses agropecuarios. Sigman tiene empresas farmacéuticas en España y en otros lugares del mundo, es además productor de cine, editor de libros y revistas. Entre sus heredades junta unas 100 mil hectáreas entre Paraguay y Misiones, dedicadas a la forestación. Se las compró a la Shell, que había invertido en forestación para tener acceso a aquel mito del "bono verde", que suscribirán las empresas contaminantes. Eso hace de Sigman, además, un poderoso maderero. Es además mecenas de la fundación Barenboim que patrocina un programa de convivencia entre judíos y palestino. El emblema es la orquesta West-Eastern Divan que en estos días suena en el Colón.
  • A ese almuerzo concurrieron Werthein, Jorge Brito, Eduardo Eurnekián, Alperovich, José Ignacio de Mendiguren, Felipe Solá, Gustavo Sinosi, José Urtubey, Gerardo Zamora y algunos empresarios locales. Escucharon las reflexiones de Felipe sobre el mundo y la Argentina, que hizo con ánimo menguado por una especie de gripe. Por la noche se sumaron a ese grupo más de 700 invitados que reventaron los salones del Sheraton, y aparecieron más invitados que faltaron al almuerzo porque había preferido acompañarlo a Macri en la ciudad, como Cristiano Ratazzi, Gustavo Grobocopatel y Adelmo Gabbi. Como enviado del gobierno nacional estaba también a la noche el ministro Guillermo Dietrich, a quien Manzur tapó de elogios por los fondos que le ha dado a Tucumán y las facilidades para ampliar el aeropuerto con cámaras de frío para arándanos de exportación, etc., etc.
  • Los empresarios festejaron ese encuentro con Manzur, que intenta representar a un peronismo acuerdista, y miraron para otro lado cuando advirtieron que no había nadie del gobierno Macri, salvo Dietrich por la noche. Ni José Cano, ministro sin cartera para el NOA con el plan Belgrano, que lo tiene denunciado a Manzur por las elecciones y se niega a ir a actos. No estuvo tampoco en la Asamblea Legislativa ni en la comida que dio Manzur el 9 de Julio. En suma: un ensayo de acercamiento de los empresarios aun peronismo manso y que pide perdón, que no revisa para atrás, no pide nada, salvo cariño, por ahora. Nadie pasó lista y fueron todos, tanto que volvió a saturarse la capacidad del aeropuerto de Tucumán para estacionar tantos aviones privados que se movilizaron ayer. Ese malón de empresarios no estuvo en la Rural, salvo alguna excepción y el gobierno tiene que analizar por qué pasan estas cosas. Por ejemplo, ¿no le podían pedir a Manzur que pusiera otra fecha? Manzur dice a todo que sí. Tiene el corazón amplio y elástico de todo peronista, el gesto caritativo del cristiano maronita que es, y tiene carrera política: fue secretario de Salud de La Matanza en tiempos del poder de Alberto Balestrini, vicegobernador de Tucumán y ministro de Salud de Cristina de Kirchner, de quien ya no se acuerda (dice).
  • Felipe habló de Macri y lo puso también a examen: Macri "está arrancando. Lleva menos tiempo en el gobierno que nosotros repitiendo elecciones", ironizó, y agregó: "No tengo diagnóstico de la situación argentina. ¿Qué me gustaría que ocurriera? En la sociedad veo un exceso de crispación. Soy partidario de que haya diálogo para enfocar los problemas mediante compromisos. La política es el arte de gobernar el espacio público que compartimos. Uno tiene que gobernar sobre la pluralidad de ideas y no sólo para quien los vota, sino para el país. Uno tiene que ofrecer un proyecto de país que interese a todos, inclusive a los que no te han votado. Hay que conseguir un compromiso de país con un proyecto de país. Para llegar a ese compromiso hace falta mucho diálogo y mucho pacto". Felipe viene hablando con argentinos desde hace semanas, como Eduardo Duhalde y Ramón Puerta, con quienes estuvo cenando hace menos de un mes en la residencia del embajador en España. De ahí sacó letra para hablar de los acuerdos que les explicó a los tucumanos. No tenía hasta anoche previsto visitarlo a Macri, a quien dijo irá a verlo cuando le sirva al presidente argentino. Estuvo en el teatro Colón en un diálogo público con Barenboim y Sigman al que asistió media platea, después que la desalojase el lleno que escuchó el concierto de Barenboim y Martha Argerich, que sí tuvo presencias oficiales, como la de Susana Malcorra y Pablo Avelluto. Para el coloquio se quedaron, entre otros, Ginés González García, Jorge Enríquez, el rabino Daniel Goldman, la legisladora Lía Rueda, que terminaron la noche probando las delicias de Edelweiss, que no se fue y aún nos guía.
  • En la sobremesa tucumana tomamos conocimiento de una interna equina insólita: la Asociación de criadores de caballos criollos no ha validado por productos de esa especie que se crían en Chile. Eso frustró la actuación el sábado, ante Mauricio Macri, en la feria de la Sociedad Rural que cerró ayer, del espectáculo de la Escuadra Ecuestre del Criadero Palmas de Peñaflor. Esa validación tampoco la han hecho otras asociaciones de la región y motivó la que, de su empresario, Alfredo Moreno Charme, que fue el Canciller de Sebastián Piñera y que tenía todo listo para venir hasta que lo desinvitaron. Eso motivo una queja diplomática discreta que debieron desdramatizar en la Cancillería argentina. Moreno Charme es un hombre de medios y suele pagar estos desplazamientos de sus caballadas y los huasos de su bolsillo. Estuvo en un show privado que le ofreció en Gran Bretaña a la reina Isabel II por su cumpleaños 90 y allí dijo: "Llegando a Chile tenemos que empezar a organizar un viaje a Argentina. Estaremos en la Expo Rural en Buenos Aires, la que será muy especial porque cumple 150 años y por primera vez después de muchos años por el cambio de signo de su gobierno vamos a tener al presidente de ese país presente. Será un gran momento para que Chile vaya con una representación". Hubo bronca y disculpas, más que nada por la amistad entre Piñera y Macri, a quien la Rural le mostró la agrupación del empresario Raúl Moneta, el mejor amigo y financista del obispo Rubén Di Monte.
  • Estos desajustes globales hacen a la ansiedad del vértice del poder. Esta semana Macri tiene que decir algo sobre la negativa de su gobierno a que Venezuela se haga cargo de la presidencia pro tempore del Mercosur. Uruguay, por internismos del Frente Amplio, se negó a que le prorroguen el turno, para no aparecer anti chavistas. Nicolás Maduro quiere agarrar ya, pero necesita de algún aval de los demás miembros, algo que la Argentina se resiste a ceder. El fin de semana Macri se va a Río de Janeiro, adonde estará en la apertura de los Juegos Olímpicos junto a la crema del poder mundial - habrá banda de jefes de Estado -. El jueves lo tendrá por acá a John Kerry, canciller de Barak Obama, y la semana que viene a Ban ki Moon, quien pasa por Río, pero con escala en Buenos Aires. Es una gestión de Susana Malcorra para mostrar que tiene aún chances para sucederlo en la secretaría general de la ONU.