La buena vida: cómo vive Lázaro Báez en prisión
Asado, pizza, pastas y mayordomo son algunos de los beneficios que tiene el empresario kirchnerista en Ezeiza.
En Ezeiza, Lázaro Báez no sólo cuenta con el buen comportamiento de sus compañeros y de los funcionarios del penal, también vive con comodidades que en la cárcel son más que un lujo.
La llegada de Báez obligó a reorganizar el pabellón de transexuales donde se encuentra alojado. Sus compañeros fueron especialmente seleccionados para ocupar cada una de las 15 celdas individuales del lugar. En una de ellas, se encuentra el contador Daniel Pérez Gadín que es con quien más habla Lázaro. También fueron instaladas cámaras de seguridad para controlar a los internos.
En el pabellón el empresario tiene televisor, heladera y hasta un horno eléctrico. Sus compañeros cumple la función de empleados que le limpian la celda, lavan su ropa y le cocinan. A cambio Báez les paga a sus familias a través de un intermediario, según la revista Noticias que tuvo acceso a fuentes del servicio penitenciario federal abogados y otros ex presos compañeros de Báez.
Todas las semanas su familia le envía 4 mil pesos en comida que comparte en el pabellón: comen pizza, asado, pastas y hasta tienen postre. "Yo comía mejor adentro que afuera", bromea uno de los ex compañeros de Báez. La comida que tenían eran tanta que la heladera siempre estaba llena. Además suele leer ensayos de historia, ciencia política y algunas novelas.
Báez habla poco de su situación judicial con el resto de los compañeros, solo repite que es un preso político y que podría pasar la investigación tranquilamente en libertad. "Siempre estuve a derecho", relata. De Cristina habla muy poco. Dice que no es su amiga y que lo dejaron solo. En cambio de Néstor habla maravillas. "Él sí era mi amigo", contó una vez.
El 13 de abril, cuando Cristina Kirchner, tras declarar ante el juez Claudio Bonadio, habló frente a una multitud en los Tribunales de Comodoro Py, Lázaro Báez la miraba por el televisor que le instalaron en la cárcel de Ezeiza. "Esta hija de puta los verduguea en la cara y yo me voy a quedar acá adentro de por vida", decía Báez mientras señalaba la tele.