En la segunda jornada del juicio en su contra, Cristina siguió tomando notas y leyendo una revista
Sin excusas en el Senado para faltar, la ex presidenta ocupó el mismo lugar y escuchó cómo benefició a Lázaro Báez, a quien ni miró.
Poco antes de las 9.30 Cristina Kirchner llegó a los Tribunales de Comodoro Py para asistir a la segunda audiencia del juicio oral en su contra por supuesta corrupción en la obra pública de Santa Cruz. No presentó ante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2) ninguna agenda parlamentaria que se superpusiera con la cita de este lunes, tal como los jueces le habían exigido para acceder a su pedido de faltar. En la tercera fila de los imputados, permaneció durante la extensa audiencia a la que en principio había solicitado no asistir. Charlas con su abogado y el ex titular de Vialidad Nacional, con Nelson Periotti, fueron las aburridas postales de la audiencia que presenció la ex mandataria, donde se avanzó en la lectura de la acusación contra todos los imputados. El juicio continuará la próxima semana.
En la Sala AMIA sobre el escritorio ubicado frente al designado a Cristina Kirchner, sobresalió desde temprano un libro color azul, "Sinceramente", el que escribió la Senadora y presentó hace pocas semanas. Lo llevó el abogado de Periotti.
Con un dispositivo de seguridad fuera del edificio mucho menor al de la semana pasada, un grupo de dirigentes kirchneristas acompañaron a la ex mandataria. Mariano Recalde, Axel Kicillof, el sindicalista Hugo Yasky, el diputado Rodolfo Tahilade, Martín Sabbatella, estuvieron detrás del blindex que separa el recinto de audiencias con el sector asignado al público. También dieron el presente las actrices Luisa Kulliok y Paola Barrientos, y la ex funcionario y artista Teresa Parodi, entre otros.
Pese a la seriedad habitual que imprime la realización de un juicio oral, la candidata a vicepresidente alternó la supervisión de su celular, con diálogos constantes con su abogado Carlos Beraldi, la lectura de una revista -cuyo artículo principal se titulaba "Cambio de Ciclo"- y una serie de anotaciones que realizaba mientras se retomó la lectura del requerimiento de elevación de los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques.
La audiencia a cargo de los jueces Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu comenzó poco después de las 9.40. La ex Presidenta se sentó en la tercera fila de los imputados, detrás de los presos Carlos Kirchner, Julio De Vido y Lázaro Báez, con quienes no intercambió ningún saludo. Acompañada de su abogado, Carlos Beraldi, la senadora continuó escuchando las acusaciones en su contra durante más de una hora y media.
El acto incluyó una tediosa lectura de todas las pruebas incorporadas durante la instrucción de la causa, hasta el primer cuarto intermedio que dio lugar a la lectura del plexo probatorio. Allí, Cristina Kirchner escuchó: "Los numerosos e importantes lazos comerciales y personales descriptos en el presente capítulo permiten concluir, fundadamente, que la decisión de ungir a Lázaro Antonio Báez como el empresario destinatario de este colosal enriquecimiento edificado a costa de los recursos del Tesoro Nacional obedeció, pura y exclusivamente, a la íntima relación de amistad que lo unía con Néstor y Cristina Kirchner y a la necesidad de contar con una persona que, una vez asentados ellos en la cima del poder político, actuaría desde el lado privado de la contratación como beneficiario de la maniobra defraudatoria, para que una vez en sus manos les garantizara el retorno de una porción importante de ese enriquecimiento, por múltiples vías que forman parte de otras investigaciones". Fue el momento más incómodo.
En la primera fila de los imputados, Lázaro Báez -sentado nuevamente junto a De Vido- escuchó cómo se estructuró "la organización criminal" y durante varios minutos se detalló el crecimiento patrimonial que sufrió después de comenzar a adquirir contratos viales después de 2004.
Durante el cuarto intermedio de quince minutos, sólo se retiraron de la Sala los ex funcionarios y el empresario K, que cuentan con prisión preventiva. Cristina Kirchner permaneció en su asiento, donde recibió de Periotti una nota que leyó con atención y luego agradeció.
Cuando se retomó la audiencia, comenzaron a leer las pruebas en base a las cuales se fundaron las acusaciones. La ex Presidenta y Báez -antes socios comerciales-, presenciaron la exposición de la siguiente afirmación: "Así, el camino que condujo a Lázaro Báez desde su punto de partida -empleado público monotributista que forma una empresa aportando el 25% del mínimo legal posible- a su meta -empresario constructor, petrolero y hotelero, con activos multiplicados en más de 120 veces y una empresa vial con más de 1.700 millones de pesos en bienes- reconoce una sola causa eficiente, que no viene dada ni por su habilidad empresarial, ni por la suerte, como pretendieron señalar algunas de las defensas, sino que estuvo dada por su rol en la maniobra en cuestión como consecuencia de su vínculo con los ex presidentes Néstor y Cristina Kirchner". Segundo golpe fuerte.
A las 14.07, el presidente del TOF 2, Jorge Gorini, anunció un nuevo cuarto intermedio hasta el próximo lunes a las 9.30. En la audiencia de este lunes apenas se llegó a la lectura de la página 220 de las 600 del requerimiento de elevación a juicio.