El peor momento de Lázaro Báez: la soledad de la prisión y el abandono de socios y custodios
La familia los busca para que sigan a cargo de las empresas pero desaparecieron y no responden los llamados.
Lázaro Báez está pasando por uno de sus peores momentos. Mientras que está detenido en el penal de Ezeiza, la gente de su entorno se aleja y abandona sus respectivos trabajos en las empresas.
Las personas de mayor confianza, que conocen cada detalle de los negocios millonarios que se emprendieron en los últimos doce años, dejaron Santa Cruz y ni atienden los llamados.
Además, Claudio Bustos, el apoderado del Grupo, Julio Mendoza, el presidente de Austral Construcciones y Jorge Bringas, "su mano derecha", no responden los llamados de la familia Báez, quien los busca para que se hagan cargo de las empresas.
Como si esto fuera poco, Mendoza fue uno de los dos que se acerco a Tribunales para presentar un escrito donde marcó distancia de su benefactor y sostuvo que las declaraciones de Leonardo Fariña fueron "absoluta mentira"
Por su parte, Bustos también se distanció de Báez. El apoderado de Austral no fue más a las oficinas de la firma y se fue a la provincia de Córdoba.