El obispo Di Monte recibía fondos de López y De Vido a través de una sociedad de fieles "fantasma"
Los ex funcionarios del kirchnerismo fueron los aportantes del dinero con el que se edificó el convento de General Rodríguez.
Es que la autoridad eclesiástica de la zona Mercedes-Luján aparece póstumamente cada vez más salpicada con los desvíos irregulares del Ministerio de Planificación Federal: se comprobó que el monseñor fallecido poseía ocho cuentas bancarias en las que se depositaba dinero proveniente de una sociedad de feligreses sospechosa llamada "la familia misionera".
A través de la agrupación, monseñor Di Monte conseguía fondos malversados para la construcción y ampliación del convento, la adquisición del fatimóvil (vehículo con una figura de la Virgen de Fátima en el techo que guiaba las peregrinaciones) y otros tantos gastos.
Pero el detalle importante es que los aportantes a las ocho cuentas de Di Monte eran el ex ministro de Planificación Julio De Vido y el propio López, según cuenta Infobae.
El fallecido obispo poseía cuentas corrientes para personas jurídicas, esto es, cuentas corrientes de personas que poseen algún tipo de empresa o entidad. Se trataba de dos fundaciones, registradas ante la AFIP y con número de CUIT, pero sin ninguna cara visible, autoridades, ni tesoreros.
Las sociedades se llamaban Fundación Virgen Santa María de Luján y la Asociación Misioneras de Nuestra Señora de Fátima. De la última depende el Monasterio de Nuestra Señora del Rosario de Fátima Monjas Orantes y Penitentes de General Rodríguez.
La Fundación Virgen Santa María de Luján tiene un número de teléfono fuera de servicio y su domicilio fiscal es el estudio de abogados Petracchi, propiedad de Alberto Petracchi, quien es primo de quien fuera presidente de la Corte Suprema en los primeros años del kirchnerismo: Enrique Petracchi.
La otra tiene como domicilio fiscal la dirección del monasterio y se define como una "Asociación privada de fieles formada por Sacerdotes diocesanos, Hermanas Religiosas de vida activa (con sede en Luján), Monjas Orantes y Penitentes (Gral. Rodríguez), laicos de consagración especial, Cooperadores Misioneros, aspirantes y tercera edad, con sus respectivas constituciones, distribuidos en 10 zonas del país, más Uruguay", según una publicación en redes sociales.
Fue fundada por el obispo Di Monte y la madre Alba hace 30 años, y aunque no hay una cara visible, sus actividades y misiones se organizan desde el monasterio. La más tradicional es la peregrinación a Pinamar, encabezada por el fatimóvil.