El decisivo 2017: Jorge Macri/ Manes contra Massa, Scioli y Randazzo
El periodista y escritor Jorge Asís hizo una análisis de la política que se viene.
para JorgeAsísDigital
Es -reitérase- un grave error subestimar a los paladines del macricaputismo. Al presidente Mauricio Macri. Y al Co-Presidente Nicolás Caputo, que se reintegra el 1° de marzo. Se comunican diariamente por Skype. Ignoran que les chupan las imágenes y los diálogos.
Mauricio y Nicky son los dos exclusivos habitantes de la mesa chica. En realidad, se trata de la mesa ratona del poder.
Aunque a veces, para confortarlo, Mauricio suela convocar a Ernesto Sanz. Para suministrarle los tradicionales caramelos de madera, ligeramente espolvoreados con azúcar impalpable.
Por otra parte, los multiplicados inocentes de la camisa abierta, con el trajecito y las zapatillas sin medias, creen ser parte sustancial de la nueva política del siglo XXI. Pero desconocen que el Tercer Gobierno Radical que los contiene ya mantiene el empecinamiento puesto en el decisivo 2017.
Para que no les pase con Macri lo que le pasó a Alfonsín con Cafiero. 1987.
O a De la Rúa con Duhalde. 2001.
María Eugenia, La Conquistadora
Significa confirmar la máxima prioridad del Tercer Gobierno Radical. El decisivo 2017La conservación del poder en la provincia (inviable) de Buenos Aires. Territorio conquistado en 2015, entre innumerables motivos, a través de la providencial María Eugenia Vidal.
La Chica del Flores de Girondo es, en la actualidad, la figura más relevante de PRO. A pesar de Marcos Peña, de Emilio Monzó, del apartado Rodríguez Larreta, que se obstina en su alucinación presidencial. Y sobre todo a pesar del propio Mauricio.
MM. Macri/Manes
En 2017, el apellido Macri, según nuestras fuentes, estará en la lista para senador por la provincia inviable. Se trata de Jorge Macri, el mini-gobernador de Vicente López. El primo aquel que era, en un tiempo, pobre.
Pero como nunca hay que olvidarse de la vigencia histórica del Tercer Gobierno Radical, debe confirmarse también que los radicales desconformes planifican pelear la primera postulación. A través del carismático científico Facundo Manes. Traficante de conocimientos hondos que llena teatros, para envidia de los radicales profesionales.
El doctor Manes se siente tocado por la vara mágica de la trascendencia. Mientras tanto, algunos de sus colegas celosos lo califican, previsiblemente, de ser "medio chanta".
El decisivo 2017. Sea MM, Macri-Manes, o a la inversa, Manes-Macri, la segunda prioridad consiste en dividir el peronismo. En tres franjas, o de ser posible en cuatro.
En medio de la oportuna euforia del peronista perdonable, que se autoconvence con el relato de la gobernabilidad, la faena de la fragmentación se impone como una aventura módica, bastante previsible. Es el Método Puzo aplicado a la estrategia electoral. Consiste en dividir el espectro opositor en infinitas parcelas.
"Si debe ponerse alguna moneda, se la pone", confirma la Garganta pragmática, algo alejada de los lineamientos morales del siglo XXI.
Son capitales que se reservan para inducir los lanzamientos. Aunque haya que aportar, con frecuencia, el espiritualismo de la marroquinería. Abunda "el combustible espiritual", distinto al que celebra el colega Paluch. Y sin recurrir necesariamente al desvencijado Gorro Frigio en quiebra.
Massa entre Menem y Ruckauf
Se descuenta el lanzamiento, para senador, de Sergio Massa. Con la franja de Massa.
Hace bien Massa en aclarar cada tanto que no es macrista. Porque no le creen. Alguno incluso se le acerca como escala técnica para llegar a Macri.
En el vigente Tercer Gobierno Radical, Massa se topa con otra rotonda. Se le abren dos alternativas ejemplares en su hoja de ruta.
Repetir la experiencia vampírica de Carlos Menem, con el entonces vigoroso Alfonsín, que se deliraba con el diseño del movimiento histórico que superara al radicalismo y el peronismo.
O repetir la experiencia del sonriente compulsivo Carlos Ruckauf, con aquel De la Rúa que prematuramente despertaba, entre los correligionarios, los deseos irracionales de traicionarlo.
El decisivo 2017. Es el rol opositor del peronista perdonable pero vampírico. Encargado de succionar las vibraciones positivas del líder eventual en las encuestas.
Aquella vampirización política, a Menem le salió admirablemente bien. Lo embocó a Alfonsín y alcanzó la presidencia. En cambio Ruckauf se puso la servilleta blanca en el cuello, a los efectos de comerse los ravioles del poder. Sin darse cuenta que Duhalde, aún, no había cenado. Ruckauf salió eyectado de la política.
"Massificar" a Randazzo
Otro peronista para el senado, que se indaga desde el Método Puzo, es Florencio Randazzo.
Ya en 2015 Randazzo supo indirectamente favorecer al macricaputismo. Al tomarse demasiado en serio y no presentarse para la gobernación. Como lo deseaba La Doctora, en un rapto de racionalidad.
El macricaputismo intentó también "massificar" a Randazzo. Con doble "ese". Para repetir con El Flaco el exitoso Operativo Massa. Aunque al final salió bastante caro, ya que los franjistas de Massa se jactan de co-gobernar la provincia.
El decisivo 2017. Al Flaco no lo llevaron a Davos. Lo invitaron para inaugurar con Mauricio un par de vagones redituables del Roca. Fue en jean y zapatillas, como un macricaputista de exportación. Pero pronto Randazzo se despachó con declaraciones críticas hacia Macri. Acordadas, acaso, con quienes quieren que se presente.
Como a Massa, a Randazzo los macricaputistas lo prefieren peronista. Para que se dé el gusto de competir, por la senaduría, con quien inútilmente quiso competir como presidente. Con Daniel Scioli. El líder que termina aferrado a La Doctora. Como cuando hasta los actuales peronistas perdonables se colgaban del Vestidito Negro.
Los emblemáticos inocentes del trajecito y las zapatillas sin medias ya pueden alegar que el Método Puzo "del Mauri es después de todo genial, ¿viste?". Si se continúa con la marcha auspiciosa del Tercer Gobierno Radical, Macri Jorge y Facundo Manes saldrán senadores. Los dos. Contra los peronistas científicamente divididos, perdonables o no.