Duro de matar - Leonardo Fariña, ¿el nuevo zar inmobiliario de Bahía Blanca?
Fiel a su costumbre de imprimirle a todo lo que hace un perfil mediático alto, se instaló en esa ciudad asegurando que salvará los proyectos de fideicomisos frustrados.
Cuando aún el llamado "Lázaro gate" sigue en primera plana de los escándalos financieros de la Argentina, Leonardo Fariña es la nueva estrella mediática de Bahía Blanca asegurando que no sólo salvará proyectos inmobiliarios frustrados sino que avanzará en nuevos emprendimiento de construcción.
El (¿ex?) de Karina Jelinek se convirtió en pocas semanas en una de los figuras centrales de la prensa bahiense, donde anuncia con bombos y platillos que salvará de las ruinas nueve proyectos de una firma llamada "DyF Fiduciaria" investigada por la justicia por fraudes diversos.
Fariña desembarcó con un equipo de letrados y asesores contables en esa ciudad anunciado que puede conseguir el dinero necesario para salvar esos proyectos y no solo finalizar las construcciones inconclusas, sino que hará nuevos emprendimientos inmobiliarios en los próximos tiempos.
Haciendo la aclaración que el dinero para esos proyectos no tiene nada que ver con Lázaro Báez, también se encarga de decir a los cuatro vientos que es una buena oportunidad de negocios intervenir en esos fideicomisos y ganar dinero pues "yo no hago beneficencia".
Pero también dice que le satisface su tarea "social" al hacerse cargo de poder brindar las viviendas a quienes frustraron su posibilidad de tenerla a raíz del escándalo financiero de la citada "DyF Fiduciaria".
Sus escapadas por la noche y los shopping de Bahía Blanca, junto con sus encuentros con el jet set local son la comidilla de cada fin de semana en la ciudad, y hasta se lo vincula con nuevos amoríos y toda esa movida mediática que tanto le gusta al joven platense.
Y aunque el mundo inmobiliario bahiense mira con algo de recelo la presencia de Fariña con sus anuncios de salvataje financiero y nuevos proyectos, habrá que ver la decisión que adopta la justicia local de concederle o no la posibilidad de invertir en el proyecto frustrado que dejó a cientos de familias sin esperanzas de vivienda propia.
Imaginamos que por tratarse de un personaje con mucho rodaje en cuestiones "non sanctas" o al menos sospechosas de irregularidades, las autoridades locales observarán con lupa los movimientos financieros de Fariña y el origen del dinero que anuncia llevar a Bahía Blanca que se suponen representan muchos millones de dólares.
Mientras eso ocurre en esa provincia del sur, sus ex amigos Lázaro Báez y Federico Elaskar no la están pasando nada bien, y hasta quien fue su protector -Carlos J. Molinari, también dedicado a los grandes proyectos inmobiliarios-, se encarga de decir a los cuatro vientos que su vínculo con Fariña terminó hace tiempo y que él no tiene nada que ver con lo de Bahía Blanca.
En el entorno de Cristina Fernández, Lázaro Báez es considerado mala palabra, y le achacan a su vínculo con Fariña y Elaskar una buena cuota del descrédito oficial que se reflejó en las elecciones PASO.
Nadie quiere saber nada con los Báez, y tampoco hablar de él en voz alta, aunque su daño irreversible ya está hecho. En realidad nadie lo acusa de corrupción en el oficialismo, sino de irresponsabilidad al rodearse de personajes que dañaron en definitiva a todo el kirchernismo.
Y respecto a Elaskar continúa el temor respecto de algo que ya adelantara DiarioVeloz, y es que nunca habría devuelto una inversión de dudoso origen (¿narcos?) y esa gente le juro venganza a la forma como lo hacen los carteles mexicanos.
Elaskar vive rodeado de custodia (12 hombres en tres turnos) y casi sin moverse de un lugar que no es un secreto para este portal pero sí para muchos, aunque tampoco lo vamos a revelar.
En cambio Leonardo Fariña, un verdadero duro de matar, sigue viviendo la vida loca, aunque a muchos kilómetros de su Buenos Aires querido.