De victimario a víctima: por primera vez habló el apuntado como "entregador" de los chicos de la pensión en Independiente
Joaquín V. tiene 19 años y es uno de los jóvenes involucrados en la causa de corrupción de menores.
Joaquín V. tiene 19 años y es uno de los jóvenes involucrados en la causa de corrupción de menores en la pensión de Independiente. Con el avance de la investigación, pasó de ver victimario y entregador de menores, a víctima.
Ya no se encuentra en la pensión del club y vive en un hotel ubicado en el barrio de Constitución. Tiene una sola cosa en la cabeza: recuperarse de una rotura de ligamentos, volver a jugar al fútbol y llegar a primera división. Lo mismo que deseaba antes del escándalo que envolvió al club que lo trajo desde Cipolletti, su ciudad natal, a donde pudo viajar para estar con su familia en Semana Santa.
En la causa, pasó de imputado a testigo: ya no es señalado como cómplice sino como víctima de los acusados. El mismo día que la fiscal Soledad Garibaldi y el juez Luis Carzoglio cambiaron su situación procesal, Joaquín volvió a entrenar.
En julio del 2017 se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla izquierda y, por eso mismo, seguía en la pensión. Actualmente, hace más que nada físico. Trota, se fortalece con aparatos en el gimnasio y sólo tiene veinte minutos con la pelota.
"Una vez que te contactaban, te pasaban los teléfonos. Por ir diez minutos te ganabas entre mil quinientos y dos mil pesos. Te pasaban a buscar y te traían. A todos lados, departamentos en Palermo, San Isidro, Sarandí, hasta en La Plata. Pero es en muchas pensiones no solo en la del club. Recién ahora que pasó todo esto entiendo el quilombo en el que estaba metido. Se aprovechan que acá estamos solos y para los pibes es plata fácil", describió en diálogo con la revista Anfibia.
Las primeras informaciones del caso fueron duras para Joaquín. "Me duele lo que dijeron de mí en la tele, no es cierto, yo no llevaba a nadie, yo era un boludo que caí en todo esto", afirmó.
Lo que más extraña es: "Mi vieja y mis hermanos. No es que me llevara muy bien con ellos. Con el que mejor me llevo y más me llama desde que estoy acá es Martín, el mayor. Con Pablo y José María no hablo tanto. Pero igual se extraña eso de vivir con los hermanos. Aunque sea para pelear. Y obvio a la que más extraño es a mi mamá. Ella estuvo siempre conmigo, bancándose todo. Como se la está bancando ahora, acá conmigo".
Su sueño sigue siendo el mismo que lo sacó de su casa, donde vivía humildemente con su madre y sus tres hermanos, aunque sabe de las complicaciones. "Llegar a primera. Me encantaría jugar en Independiente o en algún otro club grande, llegar al Real Madrid, por eso me vine a Buenos Aires. Pero primero las lesiones y ahora esto, a veces siento que no voy a llegar y me dan ganas de volverme", contó.
"Solo espero volver a jugar al fútbol y que pase todo esto", resaltó Joaquín.