¿Cuál será la estrategia del Frente para la Victoria para derrotar a Massa en octubre?
Luego de la derrota frente al intendente de Tigre en las PASO, la intención del kirchnerismo es realzar la imagen del candidato oficialista, Martín Insaurralde.
El kirchnerismo bonaerense insistirá con la estrategia electoral de mostrar a sus candidatos a legisladores nacionales en actos de "gestión" junto al gobernador Daniel Scioli y la presidenta Cristina Fernández, en un intento por dar vuelta la derrota en las primarias del 11 de agosto, en el mayor distrito del país.
Tras varios debates entre intendentes, legisladores y gobernadores del PJ, en el kirchnerismo se impuso la necesidad de admitir una leve autocrítica y reconocer que las primarias fueron "un llamado de atención" del electorado y que "hay cosas que cambiar" en el país.
Eso se vio reflejado en un cambio del discurso de la propia presidente Cristina Fernández respecto al análisis que realizó la noche de las PASO en el búnker del FpV, donde no solo no reconoció una derrota en el mayor distrito del país, sino que presentó el resultado como un triunfo a nivel nacional.
En ese marco, el kirchnerismo apuntará a contener al electorado de los distritos que gobierna pero perdió o ganó por poco margen ante el Frente Renovador de Sergio Massa.
El objetivo será en ese contexto, superar el piso histórico del 30 por ciento del PJ, que el primer candidato a diputado nacional e intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, no alcanzó el pasado 11 de agosto.
Scioli continuará así mostrándose "en todos los distritos, con todos los candidatos del FpV", confirmaron fuentes del sector.
En el oficialismo admiten que Insaurralde "todavía tiene 20 por ciento desconocimiento" en la opinión pública, por lo que se estima que el refuerzo se trasladará a los distritos del interior, en muchos de los cuales no llegó a hacer campaña para las PASO.
En tanto, distintos sectores del oficialismo coincidieron en que "se reforzará la campaña" en los municipios donde gobierna el kirchnerismo pero "no tuvo una buena elección" en las primarias, esto es, en una veintena de distritos del Conurbano.
"No hay que enojarse con los resultados, hay que redoblar los esfuerzos para mejorar y llegar mejor con nuestro mensaje", admitieron cerca de Scioli y se mostraron confiados, como Insaurralde, en dar vuelta el resultado.
Asimismo, enfatizaron que "este proyecto tiene futuro y soluciones para dar a la ciudadanía, la clave del peronismo es saber interpretar las demandas cuando la sociedad le hace un llamado de atención, se mejora a sí mismo".
La propia Presidente, cuando convocó al primer debate a empresarios y sindicalistas para "discutir" la política económica y admitir problemas de inflación y del impuesto a las ganancias, parece encabezar el nuevo mensaje que la Casa Rosada enviará a la sociedad en la próxima etapa, para evitar la profundización de la derrota sufrida hace dos semanas a manos de Massa.
Un rol central tendrán en la nueva etapa los intendentes del PJ alineados a la Casa Rosada, que más allá de las diferencias con sectores del ultrakirchnerismo como La Cámpora, apostarán a cuidar sus propios poderes territoriales, y pretenden ganar en las elecciones de concejales.
Mientras tanto, un silencioso debate comenzó a repercutir en el interior del peronismo nacional ante el doble rol que se autoimpuso el gobernador Scioli, poniéndose al frente de la campaña del FpV, pero a su vez mostrándose como "garante de la gobernabilidad" para que la Presidente "termine bien este último mandato", y sin decirlo, pedir que se abra paso a la sucesión en 2015 dentro del PJ.
Fuente: Diarios y Noticias