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Crisis en el pago chico de Sergio Massa: el intendente Zamora no se baja de una PASO y recibió el llamado de Pichetto

El actual jefe comunal no acepta la "boleta corta" que le ofrecen los K. El candidato a vice de Macri se lo quiere llevar con él.

El cierre peronista entre massismo y kirchnerismo más la incorporación de Miguel Ángel Pichetto a la coalición gobernante desataron varias tormentas. La que quedó más en carne viva, tras el cierre de alianzas oficializado este miércoles, es la novela que se vive en el distrito conurbano de Tigre.

Lugar de origen político de Sergio Tomás Massa -no el nativo que es el municipio también bonaerense de San Martín-, la pelea por la próxima gestión municipal se desató: el actual alcalde Julio Zamora se plantó y quiere su reelección, lo que despertó la atención hasta de Mauricio Macri, de Alberto Fernández y de Cristina Kirchner, los principales contendientes de la pelea presidencial 2019.

Zamora quedó al frente del municipio de Tigre cuando Massa fue designado jefe de Gabinete de Cristina Kirchner y volvió a ocupar esa poltrona cuando el jefe del Frente Renovador asumió como diputado nacional por esa fuerza.

Luego este abogado peronista -que tuvo un paso por el Ministerio de Trabajo en tiempos de Aníbal Fernández y fue Gerente de ANSES con Sergio- revalidó su título en las urnas pero siempre fiel al massismo.

Pero en los últimos tiempos, Zamora se acercó al éjido de intendentes peronistas cercanos al kirchnerismo y se mostró, en fotos varias, con Máximo Kirchner y Eduardo "Wado" De Pedro, operador de La Cámpora con llegada directa a CFK. Pero la foto que rompió la paz fue la que hizo con Alberto Fernández, poco antes de la Convención del Frente Renovador: así, el intendente de Tigre se alineó con Fernández-Fernández sin esperar el dictamen del congreso massista.

Esa foto motivó, incluso, una discusión entre Sergio y Alberto: "Bueno, si Tigre es tu casa, entonces arreglá ese asunto vos", lo frenó el pre candidato presidencial.

Para Massa, lo de Zamora eso fue el acabóse: por eso, en sus negociaciones con los K, su delegado -el diputado nacional Raúl "Cabezón" Pérez-  le transmitió a Wado De Pedro que lo de Tigre era innegociable. Además, se designó a Eduardo Cergnul, histórico abogado de Massa, como apoderado electoral en Tigre y en los demás distritos donde hoy gobierna el Frente Renovador.

La crisis así tomó volumen y Zamora transmitió un mensaje duro a quienes lo llamaron o lo fueron a ver: "Vayamos a una interna, arreglemos esto en las PASO. Vamos a ver quién después no puede caminar tranquilo por Tigre...".

El clima beligerante incomoda a todos, pues una interna entre Zamora y Malena Galmarini (de Massa) podría ser durísima, para beneplácito de quienes apetecen colarse en ese rico municipio del norte bonaerense. En las oficinas de María Eugenia Vidal, postulan desde hace tiempo a Segundo Cernadas, un carismático actor devenido político, de la mano de Federico Salvai y Alex Campbell, jefe de gabinete bonaerense y sub secretario de Asuntos Municipales provincial.

Pero la guerra Massa-Zamora hace frotar las manos a Salvai, el operador en la arena política de la gobernadora , quien mantiene línea cotidiana con el enojado alcalde. ¿Podría Cambiemos bajar a su candidato y aliarse a Zamora, para birlarle el municipio al massismo?

Pero quien movió el tablero fue el activo Miguel Ängel Pichetto. El flamante pre candidato vicepresidencial de Mauricio Macri no dejó de concurrir a entrevistas en medios para sostener su postulación sino que también se dedicó a fatigar teléfonos de peronistas descolocados con la alianza Massa-Fernández.

Pichetto lo llamó al exaltado Zamora y lo invitó a ser candidato por su nuevo esquema. El de Tigre salió de su estado glacial y le pidió unos días: "Estoy hablando con Alberto y con Wado, dejame ver eso y te llamo", rogó.

Pero Fernández y De Pedro, por el momento, no contentan a Zamora pues le ofrecen ir a unas PASO pero con la "boleta corta": esto es, suelto y no en la misma tira en la que van a aparecer Alberto-Cristina, Kicillof-Magario y, muy probablemente, Massa como primer diputado nacional.

La idea desalentó a Zamora quien también recibió, desde el búnker de San Telmo de Alberto Fernández, otra promesa incumplida. Que varios intendentes peronistas iban a salir por los medios a sostener que Zamora debía competir en unas PASO legítimas contra el candidato que elija el massismo. Todavía está esperando la actitud solidaria de sus pares.

Por su parte, Massa relativiza el conflicto ("Male no quiere ser candidata nunca") y asegura que dejó la resolución de este conflicto para la semana próxima.