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Así funcionaba la compleja operatoria de los Báez para lavar dinero y sacarlo del país

Casanello explicó en una resolución de diez páginas la compleja operatoria de lavado de activos por la que está preso Lázaro Báez.

El juez federal Sebastián Casanello describió en una resolución de diez páginas la compleja operatoria de lavado de activos por la que está procesado y preso Lázaro Báez.

El dinero salía de la Argentina a través de la financiera SGI, también conocida como "La Rosadita", ubicada en Puerto Madero y desenmascarada por el programa Periodismo Para Todos, de Canal 13.

Helvetic Services Group, una empresa radicada en Suiza y que habría sido utilizada para la circulación de dinero, "habría recibido un mandato a partir del año 2011 por parte de la Fundación Kinsky, radicada en Panamá y cuyos directores serían Jorge Chueco y Daniel Pérez Gadín, para canalizar dinero en las sociedades Austral Construcciones", dijo el magistrado. 

Chueco era el abogado de Lázaro Báez y Pérez Gadín su contador y ambos hoy están presos, junto con el empresario "K".
"A su vez, la Fundación Kinsky presentaría como beneficiarios finales a Leandro Báez, Luciana Báez, Martín Báez y Melina Báez", hijos del zar santacruceño de la construcción, añadió la resolución.

Los movimientos de fondos se canalizaron a través de cuentas en el J. Safra Bank, con sede en Ginebra, Suiza, "y cuyos titulares serían también Martín Antonio Báez, Leandro Antonio Báez, Melina Soledad Báez y Luciana Sabrina Báez", dijo el juez.

Pero además, según la resolución, "tanto las cuentas bancarias mencionadas como Kinsky Foundation serían de titularidad de los hijos de Lázaro Báez" y, al mismo tiempo, Chueco y Pérez Gadín serían "directores y beneficiarios finales de la empresa Tyndall Limited Inc., radicada en Panamá".
Esa firma posee una cuenta en Lombard Odier & CIE SA, también en Suiza, que fue abierta en septiembre de 2011, y "con posterioridad a su constitución habría comenzado a recibir enormes depósitos que no encuentran justificación patrimonial, financiera o económica alguna".
El dinero apareció entonces viajando -se explicó- "desde una empresa de Martín Báez a otra empresa de Chueco y Pérez Gadín, operaciones trasnacionales que carecerían de justificación económica o financiera y que además no tendrían ningún respaldo patrimonial".

El dinero fue transferido finalmente a Helvetic Services Group SA "a los efectos de adquirir bonos de la República Argentina, y de allí transferidas a la cuenta comitente que Helvetic Services Group poseía en la firma Financial Net Sociedad de Bolsa SA, que luego liquidó esos títulos en el mercado de valores de la ciudad de Rosario", añadió Casanello.

"Ello permitió incorporar una cuantiosa suma de dinero al patrimonio de Austral Construcciones SA, de modo tal de culminar con el ciclo de blanqueo de dinero que comenzó con la clandestina expatriación de grandes sumas de dinero", resumió la compleja explicación.