Apareció Guadalupe y será sometida a pericias: estaba en la casa de un hombre
Guadalupe Roveti Mora contactó a su familia por última vez al bajar del colectivo 236 en Merlo para visitar a su abuela. Tiene 17 años.
Guadalupe Rovati Mora, una joven de 17 años oriunda de Ramos Mejía, es intensamente buscada desde hace 72 horas, cuando se contactó con sus padres por última vez el sábado pasado. Su familia, en medio de una intensa búsqueda, no tiene hasta el momento ninguna hipótesis, nada o nadie de quién sospechar. Apenas tienen un último diálogo con su hija, donde la joven les aseguró, quizás desorientada: "Estoy medio perdida, no sé dónde estoy."
Fue hallada en el barrio Matera, en Merlo. Va a ser sometida a pericias para determinar su estado de salud. Un hombre se acercó a la comisaría y djo que la chica que buscaban estaba en su casa.
Guadalupe había salido de su casa para visitar a su abuela en el barrio Rivadavia de la localidad de Merlo, donde pensaba pasar el fin de semana, según aseguraron voces en su entorno a Infobae.
La joven había sido acompañada por su mamá hasta la estación de Merlo con la intención de que tomara un sólo colectivo: el 236. No notó nada extraño mientras su hija se iba, nada fuera de lo usual.
Osvaldo Rovati, padre de la joven, explicó a Infobae que le habían pedido a Guadalupe que enviara a lo largo del camino su ubicación actual a través del GPS de Whatsapp. Así pudieron saber que la joven se bajó una parada antes, en Lafayette y Carlos Lara de Maldonado, en el barrio Rivadavia.
La mamá llamó entonces a la adolescente y le explicó hacia donde ir. "Estaba a cinco cuadras de la casa de su abuela, pero estaba desorientada", contó Osvaldo a este medio. Su madre intentó darle directivas para que llegara a casa de su abuela. Luego no pudieron volver a contactarla.
Los padres recorrieron el barrio, una zona humilde con calles de tierra, atravesada por las vías del ferrocarril Sarmiento, pero no pudieron encontrarla. Hicieron la denuncia al 911 y desde ese mismo sábado no dejaron de buscarla.
Al momento de su desaparición, Guadalupe llevaba una mochila de los 101 dálmatas y vestía pantalón negro, remera blanca y buzo rosa de la marca Gap. Calzaba un par de botitas de gamuza color negro.
El caso genera una particular alarma en el contexto actual: el macabro asesinato de Sheila Ayala en San Miguel comenzó con la búsqueda de la menor a lo largo de varios días.
Por cualquier información, comunicarse con el número 1160196122.
Interviene en el caso la UFIJ N° 2 de Morón, a cargo de Fernando Capello.