Zaira se casa y festeja dos veces
Zaira Nara confirma su fecha de casamiento y anuncia que la fiesta será dividida. Te contamos los detalles.
Días antes de viajar a Carmelo, Uruguay, para ultimar detalles de su boda con el delantero de la Selección uruguaya Diego Forlán, la modelo argentina Zaira Nara llegó a la Isla de Caras juntos con sus padres, Nora y Andrés, para relajarse.
Si bien se encuentra ubicada en un lugar paradisíaco, la morocha le confiesa a la revista "Caras" que no puede dejar de pensar en su boda.
A poco más de un mes de haberlo vivido, Zaira aún se estremece al describir el día en que le pidieron matrimonio. Recuerda que fue en la noche del 5 de marzo, tras la victoria del Atlético de Madrid (donde juega Forlán). "Fue ‘el momento’, y fue increíble. Después pensás en cómo será la fiesta, pero nada supera la sensación de ese instante", contó.
"Diego tuvo en cuenta cuál sería mi reacción y por eso eligió hacerlo en un hotel. Cenamos en la habitación, algo que ya me parecía raro, y luego me hizo la propuesta a solas. Estuvo bien porque cuando escuché: ‘¿Te querés casar conmigo?’, lloré de emoción durante cinco minutos sin llegar a decir que sí. Me dijo: ‘Pero aún me tenés que responder, amor...´ (risas).
—¿Cuándo intuyó que Diego era el hombre indicado? —La verdad es que no me gusta perder el tiempo, y por Diego dejé muchísimas cosas a nivel laboral y trabajos muy importantes. Entonces, desde que fui haciendo esas elecciones sabía que Diego era el hombre de mi vida y que estaba realmente enamorada. Decisiones que una mujer no se plantea cuando conoce a su pareja, pero sí desde que empieza a arriesgase. Nuestra relación siempre fue hermosa, pero la distancia era un desafío. Y esa distancia se volvió toda una lucha en la que buscábamos minimizar los miles de kilómetros que nos separaban.
Hacíamos ese esfuerzo porque después, al estar juntos, los momentos eran únicos. Siempre fui dejando cosas por él, y nunca antes había hecho eso por nadie. Diego es el gran amor de mi vida.
—¿Imaginaba que iba a casarse tan joven? —Siempre soñé con casarme, pero nunca pensé que iba a hacerlo siendo tan joven. Decía que no iba a dejar todo por amor, que sería una mujer muy independiente, pero conocer a Diego lo cambió todo.
—¿Qué fue lo que la enamoró tanto de Diego? —Diego es un hombre que me trasmite mucha paz. Junto a él me siento cuidada, protegida y una mujer muy respetada. Vivir con él me brinda mucha tranquilidad. Lo miro y me imagino llegando juntos a viejitos. Diego realmente es mi alma gemela. Nos llevamos muy bien, somos compatibles en todo, y nada resulta un esfuerzo entre nosotros. Nos sale de manera muy natural el querer estar juntos...
—¿Fue Diego quien pidió conocerla? —No, en realidad, tenemos dos amigos en común, Marcelo Mazini y Germán Paoloski, que nos decían que debíamos conocernos.
Vaya a saber por qué, ¿no? Yo jamás había hecho algo así, de conocer a un chico por recomendación de amigos. Empezamos a chatear y a cruzarnos e-mails, yo hacía un año que estaba soltera. Después, Diego viajó a la Argentina para conocerme, siempre con amigos de por medio, porque me daba mucha timidez. Las visitas se repitieron siete veces más y, bueno, nos terminamos enganchando.
—¿Los Nara están contentos con Diego? —Siempre tuvieron buena onda, y enseguida quisieron conocer al chico que me hacía tan feliz. Diego tiene una forma que es imposible que le caiga mal a alguien. Fue muy cálido con mi familia, y de inmediato los integró a su vida. Al toque ya fue parte de los Nara.
—La decisión está tomada, se casan, ¿pero cuándo, cómo y dónde? —Estuvimos un poco indecisoscon las fechas porque teníamos que esperar que se definieran unos compromisos de Diego. Es muy difícil para los futbolistas, porque apenas tienen libre una semana para casarse, como le pasó a mi hermana con "Gastón" (como la familia Nara llama por su segundo nombre a Maxi López). Pero ahora, ya lo principal está definido: Nos casamos en dos veces. El civil será el 30 de julio, va a ser un casamiento de día con un almuerzo y después atardecer al aire libre. Sólo para la familia, muy íntimo. El lugar todavía no lo confirmamos pero queremos algo antiguo y rústico, en el campo. Estamos muy contentos porque separando los eventos podemos cumplir con todos nuestros sueños: el día de campo para el civil, y la fiesta en la playa para casi 500 personas en pleno verano. Teníamos muchas ganas de una boda en la playa.
Ahora tengo que seguir decidiendo cosas pero lo principal, ya está.
Y como Diego está muy complicado con los tiempos, no puede ver salones, ni venir a las degustaciones.
Todo es vía Blackberry y con el altavoz del teléfono (risas). Le mando fotos de las cosas y mensajes para que sepa cómo va todo. Ya me acompañaron amigas, mi suegra y mi cuñada, y en el último viaje a Carmelo, mis padres. Igual Diego me ve tan entusiasmada que no le importa delegar todo eso en mí. Yo estoy encargándome de todos los detalles del casamiento junto con mi wedding planner, Bárbara Diez. Pero la verdad es que queremos que sea ya.
—¿Pero qué tipo de boda desea? —Mi boda será la más romántica.
Mi hermana Wanda será mi madrina y voy a tener a mis mejores amigas entre las ocho damas de honor. No me imagino una fiesta recontra suntuosa y millonaria, sino un festejo donde la gente vea reflejado cómo realmente somos Diego y yo, dos personas sencillas.
Por eso quiero encontrar el lugar perfecto. Estoy buscando salones entre Montevideo, Punta del Este y Carmelo, y también tengo opciones en Buenos Aires, por las dudas.
Casi seguro será en Uruguay. Loque más me emociona es encontrar la iglesia de mis sueños. Me importa más el sitio donde se lleve a cabo la ceremonia religiosa, que el salón de la fiesta. Entrar de blanco del brazo de mi papá, es algo que recordaré el resto de mi vida.
—¿Y el vestido? —El vestido lo voy a traer de España.
Ya está en marcha. Fui a Barcelona a ver los desfiles y me decidí por Rosa Clara, ya estuve con ella y todo su staff armando la idea, es un amor de persona. En los desfiles tuve que elegir entre más de 900 vestidos, pero igual yo siempre tuve en mi cabeza lo que quería, desde chiquitita sabía que el día que me casara me iba a poner un vestido como el que diseñamos con Rosa Clara y su gente.
—¿Y la luna de miel, en qué lugar pasaran sus días de recién casados? —Me estoy encargando de la fiesta, así que le dije a Diego que él se ocupe de la luna de miel. Es complicado, pero ojalá tengamos tres días para desconectarnos del mundo.
Diego me conoce tan bien que seguro me hará feliz con su elección.
Sé que lo que elija, me va a gustar...
—¿Después de la boda llegarán rápido los hijos? —Soñamos con formar una familia y estamos empezando por el primer paso, casarnos. Todo vendrá después. No te digo que voy a esperar años para ser mamá pero tampoco creo que sea ya. Será muy lindo tener un hijo juntos.
Si bien se encuentra ubicada en un lugar paradisíaco, la morocha le confiesa a la revista "Caras" que no puede dejar de pensar en su boda.
A poco más de un mes de haberlo vivido, Zaira aún se estremece al describir el día en que le pidieron matrimonio. Recuerda que fue en la noche del 5 de marzo, tras la victoria del Atlético de Madrid (donde juega Forlán). "Fue ‘el momento’, y fue increíble. Después pensás en cómo será la fiesta, pero nada supera la sensación de ese instante", contó.
"Diego tuvo en cuenta cuál sería mi reacción y por eso eligió hacerlo en un hotel. Cenamos en la habitación, algo que ya me parecía raro, y luego me hizo la propuesta a solas. Estuvo bien porque cuando escuché: ‘¿Te querés casar conmigo?’, lloré de emoción durante cinco minutos sin llegar a decir que sí. Me dijo: ‘Pero aún me tenés que responder, amor...´ (risas).
—¿Cuándo intuyó que Diego era el hombre indicado? —La verdad es que no me gusta perder el tiempo, y por Diego dejé muchísimas cosas a nivel laboral y trabajos muy importantes. Entonces, desde que fui haciendo esas elecciones sabía que Diego era el hombre de mi vida y que estaba realmente enamorada. Decisiones que una mujer no se plantea cuando conoce a su pareja, pero sí desde que empieza a arriesgase. Nuestra relación siempre fue hermosa, pero la distancia era un desafío. Y esa distancia se volvió toda una lucha en la que buscábamos minimizar los miles de kilómetros que nos separaban.
Hacíamos ese esfuerzo porque después, al estar juntos, los momentos eran únicos. Siempre fui dejando cosas por él, y nunca antes había hecho eso por nadie. Diego es el gran amor de mi vida.
—¿Imaginaba que iba a casarse tan joven? —Siempre soñé con casarme, pero nunca pensé que iba a hacerlo siendo tan joven. Decía que no iba a dejar todo por amor, que sería una mujer muy independiente, pero conocer a Diego lo cambió todo.
—¿Qué fue lo que la enamoró tanto de Diego? —Diego es un hombre que me trasmite mucha paz. Junto a él me siento cuidada, protegida y una mujer muy respetada. Vivir con él me brinda mucha tranquilidad. Lo miro y me imagino llegando juntos a viejitos. Diego realmente es mi alma gemela. Nos llevamos muy bien, somos compatibles en todo, y nada resulta un esfuerzo entre nosotros. Nos sale de manera muy natural el querer estar juntos...
—¿Fue Diego quien pidió conocerla? —No, en realidad, tenemos dos amigos en común, Marcelo Mazini y Germán Paoloski, que nos decían que debíamos conocernos.
Vaya a saber por qué, ¿no? Yo jamás había hecho algo así, de conocer a un chico por recomendación de amigos. Empezamos a chatear y a cruzarnos e-mails, yo hacía un año que estaba soltera. Después, Diego viajó a la Argentina para conocerme, siempre con amigos de por medio, porque me daba mucha timidez. Las visitas se repitieron siete veces más y, bueno, nos terminamos enganchando.
—¿Los Nara están contentos con Diego? —Siempre tuvieron buena onda, y enseguida quisieron conocer al chico que me hacía tan feliz. Diego tiene una forma que es imposible que le caiga mal a alguien. Fue muy cálido con mi familia, y de inmediato los integró a su vida. Al toque ya fue parte de los Nara.
—La decisión está tomada, se casan, ¿pero cuándo, cómo y dónde? —Estuvimos un poco indecisoscon las fechas porque teníamos que esperar que se definieran unos compromisos de Diego. Es muy difícil para los futbolistas, porque apenas tienen libre una semana para casarse, como le pasó a mi hermana con "Gastón" (como la familia Nara llama por su segundo nombre a Maxi López). Pero ahora, ya lo principal está definido: Nos casamos en dos veces. El civil será el 30 de julio, va a ser un casamiento de día con un almuerzo y después atardecer al aire libre. Sólo para la familia, muy íntimo. El lugar todavía no lo confirmamos pero queremos algo antiguo y rústico, en el campo. Estamos muy contentos porque separando los eventos podemos cumplir con todos nuestros sueños: el día de campo para el civil, y la fiesta en la playa para casi 500 personas en pleno verano. Teníamos muchas ganas de una boda en la playa.
Ahora tengo que seguir decidiendo cosas pero lo principal, ya está.
Y como Diego está muy complicado con los tiempos, no puede ver salones, ni venir a las degustaciones.
Todo es vía Blackberry y con el altavoz del teléfono (risas). Le mando fotos de las cosas y mensajes para que sepa cómo va todo. Ya me acompañaron amigas, mi suegra y mi cuñada, y en el último viaje a Carmelo, mis padres. Igual Diego me ve tan entusiasmada que no le importa delegar todo eso en mí. Yo estoy encargándome de todos los detalles del casamiento junto con mi wedding planner, Bárbara Diez. Pero la verdad es que queremos que sea ya.
—¿Pero qué tipo de boda desea? —Mi boda será la más romántica.
Mi hermana Wanda será mi madrina y voy a tener a mis mejores amigas entre las ocho damas de honor. No me imagino una fiesta recontra suntuosa y millonaria, sino un festejo donde la gente vea reflejado cómo realmente somos Diego y yo, dos personas sencillas.
Por eso quiero encontrar el lugar perfecto. Estoy buscando salones entre Montevideo, Punta del Este y Carmelo, y también tengo opciones en Buenos Aires, por las dudas.
Casi seguro será en Uruguay. Loque más me emociona es encontrar la iglesia de mis sueños. Me importa más el sitio donde se lleve a cabo la ceremonia religiosa, que el salón de la fiesta. Entrar de blanco del brazo de mi papá, es algo que recordaré el resto de mi vida.
—¿Y el vestido? —El vestido lo voy a traer de España.
Ya está en marcha. Fui a Barcelona a ver los desfiles y me decidí por Rosa Clara, ya estuve con ella y todo su staff armando la idea, es un amor de persona. En los desfiles tuve que elegir entre más de 900 vestidos, pero igual yo siempre tuve en mi cabeza lo que quería, desde chiquitita sabía que el día que me casara me iba a poner un vestido como el que diseñamos con Rosa Clara y su gente.
—¿Y la luna de miel, en qué lugar pasaran sus días de recién casados? —Me estoy encargando de la fiesta, así que le dije a Diego que él se ocupe de la luna de miel. Es complicado, pero ojalá tengamos tres días para desconectarnos del mundo.
Diego me conoce tan bien que seguro me hará feliz con su elección.
Sé que lo que elija, me va a gustar...
—¿Después de la boda llegarán rápido los hijos? —Soñamos con formar una familia y estamos empezando por el primer paso, casarnos. Todo vendrá después. No te digo que voy a esperar años para ser mamá pero tampoco creo que sea ya. Será muy lindo tener un hijo juntos.