Yo voto por amor
Por Valeria Carreras. ¿Cómo votar sin ver más allá de mi pequeño mundo? ¿Cómo no votar a favor del más débil?
No siempre para hablar de elecciones se deben enumerar listas, candidatos o partidos políticos. No voy a violar la veda electoral porque lo que te diré es VÁLIDO para toda jornada electoral.
Hace muchos años, cuando tenía la carne firme y mi edad no pasaba las dos décadas, VOTÉ POR PRIMERA VEZ Y FUE POR AMOR. Porque estaba enamorada de poder elegir en libertad, porque no tenía miedo, porque en ese aula de una escuela pública de barrio iba a ejercer mi derecho a sufragio universal y secreto, tal como decía nuestra Constitución Nacional.
Allí frente a una urna de madera, en un sobre blanco, estaba MI EJERCICIO DE LA DEMOCRACIA. Pensaba que era muy importante que tuvieran en cuenta mi voto. Nunca lo olvidaré.
Cada vez que lo hice, elección tras elección, el tiempo avanzaba en las decenas de la edad, y muchas cosas cambiaron sin embargo, siempre me movió la convicción al votar. Nunca en el sobre hubo un voto en contra de otra ideología, siempre fue en nombre de la propia.
La urna de madera cambió por la de cartón, mi carne era vencida por la gravedad, pero algo seguía dentro del sobre blanco, era MI DECISIÓN, nadie me imponía ni direccionaba y otra vez celebraba ese instante en el que mi voto VALÍA.
Tic tac y se repetía en tiempo y forma, la certeza de democracia consolidada, no temía a golpes de Estado porque conmigo también iba madurando una DEMOCRACIA que volvió para quedarse.
Llegó el día de votar con un hijo en el vientre y el corazón latía más rápido en aquel aula de pizarrones y tizas porque votaba también por el futuro de ese bebé.
Los candidatos cambiaban y yo también cambié, sin embargo, algo siguió siendo siempre igual, el AMOR AL OTRO estaba presente dentro del sobre blanco. Porque en cada voto está el futuro de todos, porque no puede votarse por y para uno mismo sino pensando en los demás. Porque si comparto sueños colectivos con otros afines en ideas, cómo no pensar en el que ya no sueña porque está sin trabajo, sin salud, sin esperanza.
¿Cómo votar sin ver más allá de mi pequeño mundo? ¿Cómo no votar a favor del más débil?
Entonces sepan que mañana
YO VOTO POR AMOR
POR AMOR AL PRÓJIMO
POR AMOR Y NO POR ODIO
POR AMOR A ESTE PAÍS
POR AMOR A CONVICCIONES QUE INCLUYEN A TODOS
Mañana, cuando hagas la fila para votar, si crees en lo que elegís, también será por amor y aunque sea distinto a otros votos, será un voto real de la Democracia madura que ya logramos.
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