Yasky: "Pediremos un 25 % de aumento para todo el año"
El titular de la CTA oficialista descartó que se registren paritarias cada seis meses, y negó que se pueda producir un "Rodrigazo", tal como alertó José Ignacio de Mendiguren. "Uno aprende de los errores", sostuvo.
Descartó el gremialista que en la Argentina actual se pueda producir un "Rodrigazo" (estallido económico y social de 1975), tal como alertó días atrás el titular de la Unión Industrial, José Ignacio de Mendiguren.
"Estamos lejos de aquella situación. No se puede comparar la Argentina del Rodrigazo con la de ahora. La experiencia y la cultura del movimiento sindical y de los trabajadores ha cambiado, uno aprende de los errores", afirmó Yasky.
Añadió que no cree en las "catástrofes que vaticinan algunos" y precisó que la negociación salarial promedio de este año estará "en torno al 25 por ciento", al tiempo que aseguró: "Y no va a haber una negociación cada seis meses, como se anda diciendo".
Yasky cuestionó a los empresarios que "la hacen muy fácil": no invierten un peso para mejorar la manera de producir y el volumen, y después "piden a gritos" la devaluación para poder volver a ser competitivos.
En declaraciones a radio La Red se mostró preocupado el líder de la CTA oficialista porque al menos uno de cada tres trabajadores en el país no está registrado legalmente.
"El 34 por ciento de los trabajadores está en negro en la Argentina. Se crearon 5 millones de puestos y estabamos en la lona. Eso hay que reconocer. Antes, uno de cada tres estaba desocupado", sostuvo.
Reconoció que "hay una recuperación" pero aclaró que ahora la "deuda enorme" es con la calidad de los trabajos, porque de todos los que se crearon uno de cada tres está en negro, precarizado: "Siempre que hay uno de ellos, hay evasión y abuso patronal".
Si bien pidió mejoras, Yasky admitió que es "muy difícil" volver a alcanzar la registración del 97 por ciento de los trabajadores como en 1975, porque ahora el mundo y el país están sumergidos en un "capitalismo salvaje".
Dijo también que a veces el trabajador, a cambio de un peso más acepta esa condición laboral irregular y consideró que tiene que haber estímulo para los que cumplen y no puede haber subsidios sobre aquellos que no lo hacen.