WikiLeaks, EE.UU. y el trabajo de los periodistas
*Por Fernando Gonzalez. No adhiero al periodismo sobre periodistas, tan en boga en estos tiempos, y desde las páginas de El Cronista intentamos concentrar nuestro trabajo en informar sobre lo que ocurre en la Argentina y en el mundo sin distraer a nuestros lectores con los debates entre periodistas, un deporte incentivado en los últimos tiempos desde el Gobierno para tratar de desacreditar a los medios de comunicación en el contexto de una disputa de poder.
Pero, en este caso, quiero aclarar una mención a mi persona que el columnista de Página 12, Horacio Verbitsky, hizo ayer en ese diario. A propósito de uno de los polémicos cables de WikiLeaks, el 2345 en el que el ex embajador de EE.UU., Earl Wayne, habla de supuestos ‘periodistas cautivos‘ que podían transmitir su mensaje del 14 de diciembre de 2007 en el medio de la tensión entre el gobierno de Cristina Kirchner y EE.UU. por el caso de Antonini Wilson, a quien se le incautaron 800 mil dólares en su valija mientras viajaba en un avión rentado por la compañía estatal Enarsa.
Verbitsky hace referencia a un artículo con mi firma que, efectivamente, escribí para Clarín (el diario en el que trabajaba en ese momento) sobre el discurso que Wayne dio en la sede de la embajada el día anterior ante un centenar de periodistas que lo cubrieron para sus respectivos medios ya que el diplomático hizo esas declaraciones en la recepción que EE.UU. brinda cada año a la prensa argentina.
Verbitsky cita una serie de actividades de formación que el gobierno de EE.UU. realiza para la prensa argentina, lanzando la sospecha de algún tipo de connivencia presuntamente a partir de ese nexo. Y, a continuación, cita a tres periodistas que escribieron artículos en esa fecha y me incluye entre ellos. Nunca participé de esos cursos que se mencionan pero lo haría seguramente si considerara que pueden aportar a mi formación profesional. El artículo en cuestión se puede leer en el archivo del sitio web del diario Clarín (http://edant.clarin.com/diario /2007/12/15/elpais/p-00601.htm) y, leyéndolo tres años después, no le cambiaría ni una coma. Informa sobre un hecho relevante y muy grave sucedido en esos días. Así es como entiendo el periodismo y así es como continuaré ejerciéndolo.