Wanda y Maxi tatuados y en familia, para todos lados
La pareja se muestra más unida que nunca y después de tatuarse sus nombres salieron a pasear en familia. Ella disfruta de su vuelta.
Desde que Maxi López volvió a la Argentina después de salvarse del descenso con el equipo italiano Catania, Wanda Nara, que ya es una de las atracciones principales en "Bailando 2011", parece haber recuperado la felicidad. La pareja no para de hacer cosas junto a sus hijos Valentino, de 2 años y medio, y Constantino de 5 meses, y trata de disfrutar al máximo el tiempo libre que tienen en Buenos Aires. El primer plan que armaron fue un tanto atípico, ya que Wanda y Maxi fueron hasta lo de un tatuador para realizarse varios motivos en sus brazos y manos, mientras que el último fin de semana, la familia entera se acercó hasta el teatro Astral, para disfrutar de la obra infantil "Cantando con Adriana". El comienzo en el "Bailando..." no fue sencillo para Wanda y después de su primer presentación tuvo un cruce fuerte con Graciela Alfano y amenazó con abandonar el certamen. Si bien la rubia ya dio sobradas pruebas de su gimnasia mediática, la distancia con su esposo, según ella, la estaba afectando negativamente. Ni bien llegó Maxi a Buenos Aires, ambos fueron a tatuarse en su piel motivos que reafirman su vínculo. A modo de alianzas se tatuaron cada uno el nombre del otro en sus dedos, mientras que Wanda además se grabó el nombre de sus hijos en la muñeca de su brazo derecho y una cruz en el antebrazo. Aunque quedó más que satisfecha con el trabajo, dijo que los tatuajes le dolieron demasiado.
Los López y los Nara también se hicieron tiempo para compartir una tarde de teatro y, además de Maxi, Wanda y los dos niños, Nora y Andrés, los padres de Nara, formaron un nutrido grupo familiar y asistieron al teatro Astral, para ver la obra infantil "Cantando con Adriana". No fue casual la visita al teatro, ya que Adriana le animó la fiesta de cumpleaños, el año pasado al hijo mayor de Wanda y con todos los nenes del jardín, en Italia, escuchan a diario los temas de la cantante infantil, que ya se convirtió en un clásico para los niños. Antes del espectáculo, Wanda fue hasta el camarín para saludar Adriana y allí sus niños recibieron de regalo un CD, un librito de figuritas y un rompecabezas. Para finalizar la participante del "Bailando...", le compró a Valentino "el perrito Timoteo". La vuelta de Wanda a la pantalla y al espectáculo le sigue sumando a los productores que saben de la devoción del público por la rubia mediática. Eso sí, después que se apagan los reflectores ella se convierte en una madre que cuida día y noche de sus dos pequeños.