Wanda Nara tampoco es una santa
La modelo grabó a su ex para dejarlo mal parado ante el público. Él, a quien no le cuesta demasiado quedar mal, cayó en la trampa.
Maxi López es indefendible. De hecho, tanto él como Wanda Nara y Mauro Icardi lo son. Difícilmente podamos conocer una historia llena de tanto recelo, traiciones y caprichos como esta.
Una nueva escena de esta tediosa novela comenzó cuando comenzó a circular el audio que va a usar Wanda para denunciar al futbolista por "violencia de género". Eso no hizo más que afirmar lo que ya todos suponíamos: ella tenía razones claras para separarse de él, pero tampoco es una santa, ni nada por el estilo.
De hecho, en el minuto que dura la llamada se escucha a una Wanda tímida, cautelosa y al borde del llanto. ¿Pero qué pasó en el resto de la comunicación? ¿Por qué se dio a conocer sólo 58 segundos y no la conversación entera? El extracto anterior y posterior son las claves para entender el problema.
Por otro lado, ¿no es curioso que ella responda a tanto insulto de manera tan tranquila justo cuando estaba grabando? Evidentemente ella sabía que él iba a reaccionar de esa manera, lo que invita a pensar que es algo corriente para él. Tan natural como injustificable, dicho sea de paso.
¿Y cómo reacciona Wanda cuando se apaga la grabadora? Sin ánimo de querer emparejar sus accionares, la grabación tiene solamente la finalidad de dejarlo mal parado a él (no hace falta una escucha para eso) y a ella como una víctima, algo que tampoco es (¿O hace falta recordar las publicidades de Pepsi y sus tuits con Icardi?).
La grabación es tendenciosa y no hace más que seguir tirando leña al fuego en una historia que ya cansó hace rato. Por algo este tipo de pruebas no suelen funcionar en los juicios, ¿no?.