Wanda: la Ferrari de los dos millones
La mediática y su marido aprovecharon una cálida tarde, dejaron a los chicos con la niñera y salieron a recorrer el centro comercial milanés.
La vida en Milán, una de las mecas mundiales de la moda, consagró la "dolce vita" de Wanda Nara (25) y Maximiliano López (28). La mudanza desde la bella provincia de Catania a la sofisticada capital lombarda, se manifestó en distintos niveles en la pareja, e intensificó el espíritu fashionista que la caracteriza desde hace ya varios años. La modelo y el futbolista se convirtieron en una de las postales clásicas de la vía Montenapoleone, donde se encuentran todas las tiendas de las firmas más sofisticadas del mundo.
El matrimonio dejó en casa a sus pequeños hijos, Valentino (3), Constantino (1) y Benedicto (tres meses) al cuidado de su niñera, y aprovechó la cálida tarde para recorrer, una vez más, el centro comercial milanés en su espectacular Ferrari 599 GTB, valuada en alrededor de 2.000.000 de pesos. El auto, que alcanza los 330 km/h, no es otro que el que Tweety le regaló a la Gringa (como se llaman cariñosamente), en 2010, para el Día de los Enamorados. La diferencia es que como el delantero se cansó del tradicional colorado, decidió renovar el look del vehículo y lo ploteó completamente con un elegante negro mate.
Matrimonio "chic", Wanda recorrió las calles vestida con un primaveral enterito, cartera italiana e infaltables gafas oscuras, mientras "Maxi", cada día más sofisticado, lució su renovado estilo: Anteojos de exclusivo diseño, un canchero canguro tipo red, que completó con pantalones y zapatillas. Además de su renovado y cuidado corte de cabello y peinado "pompidou".
Sin embargo, la novela en Milán ha llegado a su fin ya que el club homónimo decidió no comprar el pase del jugador y la familia deberá regresar a Catania. Como reza el popular refrán: "Al mal tiempo, buena cara", la pareja aprovechó su vuelta a Sicilia para descansar y navegar en un lujoso yate por las aguas del mar Mediterráneo. A tan sólo tres meses de haber dado a luz a su tercer hijo (el pasado 20 de febrero), Wanda se paseó en bikini y se vio más bella que nunca, demostrando que recuperó sus curvas y su silueta se mantiene en perfecto estado.
Allí, navegando por las cálidas y transparentes aguas del sur de Italia, Wanda y "Maxi" disfrutaron del sol, se divirtieron jugando a hacer piruetas sobre motos de agua y, por sobre todo, celebraron la posibilidad de tener un tiempo de "solteros", ya que sus hijos no los acompañaron durante esta nueva travesía de amor.
El matrimonio dejó en casa a sus pequeños hijos, Valentino (3), Constantino (1) y Benedicto (tres meses) al cuidado de su niñera, y aprovechó la cálida tarde para recorrer, una vez más, el centro comercial milanés en su espectacular Ferrari 599 GTB, valuada en alrededor de 2.000.000 de pesos. El auto, que alcanza los 330 km/h, no es otro que el que Tweety le regaló a la Gringa (como se llaman cariñosamente), en 2010, para el Día de los Enamorados. La diferencia es que como el delantero se cansó del tradicional colorado, decidió renovar el look del vehículo y lo ploteó completamente con un elegante negro mate.
Matrimonio "chic", Wanda recorrió las calles vestida con un primaveral enterito, cartera italiana e infaltables gafas oscuras, mientras "Maxi", cada día más sofisticado, lució su renovado estilo: Anteojos de exclusivo diseño, un canchero canguro tipo red, que completó con pantalones y zapatillas. Además de su renovado y cuidado corte de cabello y peinado "pompidou".
Sin embargo, la novela en Milán ha llegado a su fin ya que el club homónimo decidió no comprar el pase del jugador y la familia deberá regresar a Catania. Como reza el popular refrán: "Al mal tiempo, buena cara", la pareja aprovechó su vuelta a Sicilia para descansar y navegar en un lujoso yate por las aguas del mar Mediterráneo. A tan sólo tres meses de haber dado a luz a su tercer hijo (el pasado 20 de febrero), Wanda se paseó en bikini y se vio más bella que nunca, demostrando que recuperó sus curvas y su silueta se mantiene en perfecto estado.
Allí, navegando por las cálidas y transparentes aguas del sur de Italia, Wanda y "Maxi" disfrutaron del sol, se divirtieron jugando a hacer piruetas sobre motos de agua y, por sobre todo, celebraron la posibilidad de tener un tiempo de "solteros", ya que sus hijos no los acompañaron durante esta nueva travesía de amor.