Vuelco macabro en la investigación del homicidio del matrimonio de Flores: sospechan de la hija
Los investigadores tienen en su poder el video de una cámara de seguridad ubicada a 10 metros del lugar. Ahí se ve a dos mujeres.
El caso del matrimonio que apareció muerto en su casa del barrio de Flores dio un giro inesperado: trascendió que la hija de la pareja, quien los había encontrado en el hogar durante la mañana de este lunes, entró con sus propias llaves y vio el lugar bañado de sangre y a sus padres muertos, pero notó también que no faltaba plata ni objetos de valor.
Además, se supo que el espacio tampoco estaba desordenado ni se forzaron ventanas ni puertas. Por eso, los investigadores descartaron el robo. Por ello, ya hay dedos acusadores que apuntan contra la propia hija del matrimonio y a su pareja. ¿Por qué? Aparentemente, los padres se oponían a la relación que ambos mantenían.
Por su parte, los investigadores tienen en su poder el video de una cámara de seguridad ubicada a 10 metros del lugar. Ahí se ve a dos mujeres caminando de espalda, yéndose, con mochilas puestas.
De momento, se sabe que las víctimas murieron producto de las heridas cortantes en la zona abdominal. La mujer tenía 15 cuchilladas y llegó a defenderse. El hombre, 17 puñaladas. Sin embargo, la policía todavía busca el arma homicida.
La hija y su pareja declararon en sede policial. Los voceros aseguraron que se las vio con seguridad y no llegaron a quebrarse en la declaración. Ahora citarán a los vecinos.
A partir de lo que se desprende de las primera hipótesis, el presunto asesino entró a la casa con una llave propia porque la puerta estaba cerrada por dentro. La hija encontró los cuerpos, y, según testificó, entró en estado de shock. Luego llamó a la policía y al SAME.
A llegar, la policía encontró a Hilda Lubín, de 77 años, tendida en el suelo de la planta baja, boca arriba con su ropa de cama. Tenía 15 puñaladas y mechones de pelo en su mano. Son signos de que alcanzó a defenderse y tomó del pelo al atacante. Esto servirá para extraer el ADN del agresor.
A su vez esta hipótesis barajada por los pesquisas sostiene que el lo los atacantes del matrimonio se cambiaron de ropa tras el doble crimen y escondieron tanto la ropa sucia como el arma homicida. Por eso es importante la imagen de las cámaras de seguridad donde se ve a dos mujeres yéndose del lugar con mochilas.
Además, se supo que el espacio tampoco estaba desordenado ni se forzaron ventanas ni puertas. Por eso, los investigadores descartaron el robo. Por ello, ya hay dedos acusadores que apuntan contra la propia hija del matrimonio y a su pareja. ¿Por qué? Aparentemente, los padres se oponían a la relación que ambos mantenían.
Por su parte, los investigadores tienen en su poder el video de una cámara de seguridad ubicada a 10 metros del lugar. Ahí se ve a dos mujeres caminando de espalda, yéndose, con mochilas puestas.
De momento, se sabe que las víctimas murieron producto de las heridas cortantes en la zona abdominal. La mujer tenía 15 cuchilladas y llegó a defenderse. El hombre, 17 puñaladas. Sin embargo, la policía todavía busca el arma homicida.
La hija y su pareja declararon en sede policial. Los voceros aseguraron que se las vio con seguridad y no llegaron a quebrarse en la declaración. Ahora citarán a los vecinos.
A partir de lo que se desprende de las primera hipótesis, el presunto asesino entró a la casa con una llave propia porque la puerta estaba cerrada por dentro. La hija encontró los cuerpos, y, según testificó, entró en estado de shock. Luego llamó a la policía y al SAME.
A llegar, la policía encontró a Hilda Lubín, de 77 años, tendida en el suelo de la planta baja, boca arriba con su ropa de cama. Tenía 15 puñaladas y mechones de pelo en su mano. Son signos de que alcanzó a defenderse y tomó del pelo al atacante. Esto servirá para extraer el ADN del agresor.
A su vez esta hipótesis barajada por los pesquisas sostiene que el lo los atacantes del matrimonio se cambiaron de ropa tras el doble crimen y escondieron tanto la ropa sucia como el arma homicida. Por eso es importante la imagen de las cámaras de seguridad donde se ve a dos mujeres yéndose del lugar con mochilas.