"Voy a tener otro hijo"

"Voy a dedicarme a contarles emociones de un año de primeras veces. Pero por sobre todo, a dejarles en claro que son los responsables de que me sienta una mujer plena", sostuvo la capocómica Florencia de la V en una entrevista para la revista Gente.

Miami fue el destino que eligió para pasar esos dieciséis días que sirvieron para festejar su gran año y pasar sus primeras vacaciones como mamá. "Paul aprendió a chapotear, Isabella a gatear y yo a tener paciencia", destaca la diva de 36 añps con gracia innata que, sin éxito, ofrece resistencia a la emoción que quiebra su voz al decir: "En este viaje reflexioné sobre mi felicidad, redescubrí el amor y decidí ampliar mi familia".

"Me di cuenta de que para una madre el trabajo no termina nunca...Ahora entiendo porqué cuando nos vestían gritaban '¡ahora no te ensucies!'. Paso horas poniendo a Paul e Isabella divinos para que a los cinco minutos, si no se cagaron, se vomitaron enteros. ¡Qué lindos eran los viajes de mieleros...! ¡Pero qué feliz soy hoy, aunque necesitemos tres horas para dar un paso", dice desde la suite Cháteau del hotel Fountainebleau.

En cuestiones de fe, convencida, De la V contó que "siempre fui una mina creyente, pero ser mamá me dio una conexión diferente con Dios", y además confesó: "Le hablo todas las noches".

Finalmente, Florencia anunció que volverá a ser madre. "Me siento tan plena, que decidimos que cuando Paul e Isabella cumplan dos años -el 25 de agosto de 2013- comenzaremos la búsqueda del tercero", anuncia decidida. "¡Pero el próximo vendrá de a uno!", aclara Florencia. "Implementaremos el mismo método de subrogación y en el mismo lugar, porque nos resultó", destaca sobre la clínica especializada de San Diego. California. "Estoy tan entusiasmada que hasta pensé en los nombres: Delfina o Paloma -nombre que habría recibido Isabella de no haber sido tan fuerte el fanatismo de mamá por la saga Crepúsculo durante el embarazo- y Justo, en caso de que sea varón".

Le es ineludible el quiebre en retrospectiva. "Vencí la oscuridad haciendo trabajo de hormiga hacia la felicidad. Viví con intensidad y sin perder el asombro. Y hoy creo que todo lo que hice lo hice para esto. Mis hijos llegaron para dignificarme y completar mi misión en el mundo. El amor que siento es indescriptible. ¡Y voy por más! ¿O creyeron que esto terminaba acá?... Cuando pienso en la familia ideal, el cuadro se completa con un cuarto hijo. Mientras, sigo constante en mi camino de bendiciones".