"Voy a morir con una aguja en la mano"

Nota extraída del la revista "Pronto"

"Empecé hace veinte años, en este mismo lugar", rememora Jorge Ibáñez (42), que es tal cual se lo ve: fresco, divertido, verborragiaco. Y parece estar siempre de buen humor. "Tuve la suerte de que mis padres me regalaran este maravilloso lugar", sigue. Se refiere a su acogedora maison, como él llama a su local, ubicado en pleno corazón de Recoleta. Es un lugar que deslumbra a cualquier mujer, lleno de vestidos de todos los modelos, colores y géneros, con enormes espejos, mucha luz y exquisitos muebles. Y Jorge es feliz allí, creando y atendiendo a sus clientas. En estos veinte años que cumple con la moda, vistió a toda la farándula argentina, desde Mirtha Legrand y Susana Giménez hasta Moria Casán, Nacha Guevara y Graciela Borges, pasando por Araceli González, Romina Gaetani, Georgina Barbarossa. Mariana Fabbiani, Luisana Lopilato, Carmen Barbieri. "Me he dado gustos amplios, en mis desfiles cantaron Valeria Lynch como Evita, Sandra Mihanovich, Patricia Sosa".

Hijo de un médico anestesista de quien heredó el nombre, y de Mabel que ahora es también su secretaria, Jorge creció en Lomas de Zamora y cuando cumplió la mayoría de edad, se mudó a Recoleta. Dice que de chico miraba desfiles, armaba collages, observaba cómo estaba vestida la gente y elegía la ropa de toda la familia, desde la que se compraba su abuela, hasta su hermana.
En esta entrevista, abre las puertas de su vida.

-Este fue tu primer local bien ubicado, amplio. Entraste por la puerta grande. ¿Cómo hiciste? -Tiene su historia. Cuando terminé el secundario, empecé a estudiar Medicina en la UBA, pero un año y medio me bastó para confirmar que no era lo mío.

Me pasé a Diseño y tampoco terminé la carrera. Fui autodidacta, investigaba los géneros, chusmeaba en los negocios con la excusa de comprar algo. En este local tenía una boutique la ex modelo Evelyn Scheild. Una vez entré a comprarle un trajecito a mi mamá y miré el local que era hermoso. Días antes de mi cumpleaños número 22, pasamos y estaba en venta. Entonces mi mamá me preguntó si me gustaba. Y me lo compraron.

-¡Ya te funcionaba la ley de atracción! -¡Sí! Abrí tímidamente las puertas de este negocio y a los pocos meses pasó Mirtha Legrand y le gustó mi vidriera.

Días después vino Héctor Vidal Rivas me dijo que Mirtha quería probarse. Mi corazón empezó a latir rápidamente. Le hice un traje a ojo y le quedó perfecto. Fue un viernes y ya el lunes la vestí para los almuerzos.

La sigo vistiendo hasta el día de hoy. A los pocos meses pasó Susana Giménez, que estaba en Telefe haciendo el programa al mediodía. Vino con un tapado de leopardo, con un rodete enorme y con Jazmín en la mano. Le abrí la puerta, impactado, y me dijo: "¡Qué flaquito!". Y la vestí también a ella. Ese mismo año hice mi primer desfile acá, con Mariana Arias, Carolina Peleritti, Carmen Yazalde, Florencia Raggi... Las top del momento.

-¿En estos veinte años siempre te fue bien o tuviste que remarla? -En veinte años pasé de todo, como todo el mundo, pero no soy depresivo. Siempre tengo un plan B que funciona; mi cabeza nunca para. La colección anterior estaba inspirada en Marruecos, la otra en la figura de Evita.
La próxima va a tener mucho estampado, colores saturados entre sí, lunares, transparencias.
Conservo mi estilo, pero hago cosas distintas. Me gusta dibujar en mi casa, y cuando empiezo a sentir un cosquilleo en el estómago, sé que voy por buen camino.

-¿Todavía sentís un cosquilleo? -Claro, doy vueltas como loco por mi casa, pienso en colores. Por eso nunca me aburro un domingo en mi casa.

-¿Vivís solo? -Sí, vivo solo por convicción. Con María Emilia, mi perrita maltesa. A esta altura, pienso vivir solo siempre.

-¿Alguna vez conviviste? -Nunca. No, ni loco. Me parece que vivir con alguien coartaría mi libertad, estropearía la relación, y rompería mi orden. Todo eso.
No sé si me bancaría llegar a mi casa y ver a alguien con los pies sobre la mesa.

-O sea que si te enamoras, aclaras que la historia va a ser con cama afuera.
-Ni lo aclaro, eso se va dando. Igual estoy solo.

-¿Cuánto hace que no te enamorás? -Hace mucho. Me he enamorado varias veces, pero ahora no tengo ganas; estoy pasando un buen momento conmigo mismo.
Si llega, bienvenido sea. Y si no, así estoy bárbaro.

-¿Cuánto hace que estás solo? -Dos o tres años. Tengo una vida vertiginosa.
empiezo a las 7:30 yendo al gimnasio, vuelvo y me baño. Me cambio, trabajo todo el día en mi maison y a la noche, ensayo para Cantando por un sueño. Llego a mi casa a medianoche, ¡no me da el tiempo! ¿A quién crees que quiero ver? -Un psicólogo diría que te llenás de cosas porque le tenés miedo al compromiso.
-Nunca hice terapia y no me interesa Pero me parece que no pasa por ahí. La rutina mata No quiero ver a alguien tres veces por semana o todos los sábados -¿Nunca soñaste con ser papá? -En algún momento fantaseaba, pero ya no.

No siento la necesidad, pero si alguna vez me sucede, quizás adopte. Siempre hice lo que tuve ganas. Tengo tres sobrinos divinos y una vez por año viajamos en familia todos; los disfruto, tengo mucho feeling con los chicos.

-Estuviste en Bailando, ahora en Cantando, ¿a qué no te animás? -A cosas que pongan enjuego mi integridad física. Por ejemplo, no esquío porque me da miedo caerme, fracturarme y no poder trabajar.

En el Bailando me divertí como loco y ahora, el Cantando me encanta porque puedo explotar mi parte histriónica.

-¿Quién es la favorita del Bailando? -Creo que es Charlotte, ¿no? -¿Te gusta su look? -Siempre la veo vestida en el programa. Me parece divertida. Los conozco de chiquititos, porque cuando Caniggia jugaba acá, era bastante amigote de Mariana Nannis y la vestía.

Mariana es un poco mas relajada de lo que se ve, le gusta comprar pero no es sólo eso.
Ama a sus hijos y se dedica mucho a ellos.

Les hacía la ropa a los chiquitos hasta para jugar: el traje de Blancanieves, Cenicienta.
-¿Y Mirtha cómo es como clienta? -Es una de las mujeres más lindas y más fieles.
Disfruta la ropa. Se entrega, es confiada y luce increíble. Creo que le hice todos los colores, pero le gustan el rosa, el celeste, el verde agua. Me acuerdo que cuando estaba en Canal 9 y yo le llevaba el vestido dos horas antes, se lo ponía sin probar y yo rezaba para que le quedara pintado. Siempre fue así.

-¿A Susana la volviste a vestir? -La vestí en los primeros años. Después empezó a vestirse con diseñadores de afuera.

Susana es Susana y tiene un ángel increíble.
Le gusta estar sexy y tiene un estilo bien marcado. Un buen diseñador tiene que seguir a estas mujeres fuertes sin correrlas de su estilo.

-¿Florencia de la Ve es tu preferida? -Flor es mi amiga. Nos conocimos en un boliche, en el '95, antes de que fuera famosa.

A Moria le gusta todo, le encanta la ropa y disfruta. Con ella estoy tranquilo porque sé que va a combinar bien el vestido con los accesorios, con los zapatos, el pelo.

-También vestís a Nacha Guevara.
-Ella le pone su impronta a los vestidos y me encanta porque tiene un estilo particular y único.
-¿Y a Moria? -Es divina, muy respetuosa, muy amable.

Hace un tiempo que no la visto, pero es muy agradecida. Le hice el vestido de 15 a Sofía Gala y a ella para ese día. Le gusta vestirse sexy. Y prefiere los vestidos livianos, sin mucha forrería.
-¿A quién te falta vestir? -Nunca vestí a Juanita Viale, por ejemplo.

Me gusta que siempre me falte alguna, así hay sorpresas. Yo creo que voy a morir con la aguja en la mano.
-¿Vos cosés? -A veces. Corto, coso, diseño, les pruebo a mis clientas sobre el cuerpo. Tengo un ojo muy clínico.

-¿Las clientas famosas pagan o es por canje? -En general es canje y se lo quedan. Es mi medio de publicitarme. Algunas me devuelven el vestido porque saben que no lo van a volver a usar, otras se lo quedan y lo siguen usando. Todo suma.

-En una época eras íntimo de Graciela Alfano. ¿Cómo quedó la relación? -La relación está bárbara. Fuimos amigos hasta que dejamos de serlo. Nos reconciliamos, pero no llegamos a ser los amigos que éramos antes. Cuando nos vemos tenemos buena onda.

-¿La vestís? -No. Pero llevó muy bien mis vestidos en los '90 y guardo los mejores recuerdos. Nos peleamos por un malentendido en un desfile mío. En su momento me dolió porque era una amistad muy linda que duró muchos años.

-Sos muy coqueto, ¿cómo te cuidás? -Soy naturalmente coqueto. Hago gimnasia, mi personal me pasa a buscar 7:20 de la mañana.

Cada tanto me gusta cambiar el color de mi pelo y me pongo cremita cuando me baño, nada más. Y como sano.

-¿Te cocinás? -No sé ni prender el homo. Tengo una chica que me cocina. Pero plancho muy bien. Tengo una persona que me ayuda, y si no está, lo hago yo. Los domingos que no viene, me hago la cama y lavo los platos.