Volvió la "chica de la cucharita"

Gabriela Vitale tuvo un corto tiempo de fama, a raíz de una cena junto al empresario y productor Gerardo Sofovich, quien, por ese entonces, estaba recién casado con Sofía Oleksak.

Si bien Sofovich después se divorcio, se supo que lo suyo con Vitale era una reunión por una negociación y no por algo íntimo.

Alejada de los medios, Gabriela, que también es piloto de avión, ahora incursiona en el rubro gastronómico. "Tengo la oportunidad de ser la dueña del restaurante El Escondite", contó Vitale y confirmó: "Es mi debut en el rubro gastronómico".

"Inventamos con el cheff un postre de peras. Se llama postre G", dijo, en alusión al postre que la llevó a la fama y a modo de homenaje. "Yo no quería hacer una carrera artística", aclaró y volvió a repetir que ella no estaba al tanto de las cámaras que se encontraban afuera del restaurante el día del "cucharicidio".

"Habíamos hablado algo con esta persona y después salió todo mal y yo me enojé. A mí nadie me maneja", explicó sobre el encuentro con Gerardo.

Gabriela también contó que gracias a toda esa historia pudo recuperar a su marido. "En ese momento estaba distanciada, ahora estamos bien. Todo este lío que pasó en mi vida me sirvió para que vuelva mi marido. Vino, me apoyó en todo y estamos juntos nuevamente", afirmó.

En cuanto a su relación con los hombres, "la chica de la cucharita" dijo: "Soy un poco antipática, espantaba a los tipos. Siempre se me acercaron los hombres grandes. Soy sexualmente muy activa, soy inolvidable".