Policiales
Violencia en Rosario: balearon un micro con agentes penitenciarios
El ómnibus trasladaba efectivos que trabajan en las cárceles de esa ciudad de Santa Fe, Estiman que el ataque podría haberse producido por los mayores controles que se están realizando en los penales donde están alojados miembros de las bandas narco.
En medio de la tensión que generó la llegada de un refuerzo de personal de las fuerzas federales, este viernes un micro que trasladaba a agentes penitenciarios a Rosario fue atacado a balazos en las afueras de esa ciudad de Santa Fe.
El hecho generó preocupación en el gobierno de Santa Fe, que investiga si el ataque podría estar relacionado con las medidas de mayor control que se están implementando en los penales provinciales.
En las cárceles de Coronda y Piñero se comenzaron a probar escáneres y detectores de metales para evitar el ingreso de armas, drogas y teléfono celulares.
A fines de mayo próximo, comenzará a funcionar el sistema de inhibición de las señales telefónicas, algo que provocará un fuerte impacto entre los internos que cometen delitos dentro de los pabellones dando órdenes con sus teléfonos.
En las cárceles de Piñero y Coronda están alojados los cuadros medios de las principales bandas narcocriminales, cuyos jefes fueron trasladados hace un año y medio a las penitenciarías federales.
En todas las cárceles, tanto provinciales como federales, varias causas judiciales detectaron que los presos de alto perfil tienen acceso a teléfonos celulares, como quedó demostrado en los allanamientos que se hicieron el viernes pasado en los penales de Ezeiza, Marcos Paz y Rawson, donde miembros de la banda de Los Monos, entre ellos, el líder Ariel Guille Cantero, tenía teléfonos en su celda, por lo que se sospecha que hay complicidades de agentes del Servicio Penitenciario Federal (SPF) y provincial.
Una fuente del gobierno de Santa Fe confirmó a LA NACION que en el penal de Piñero comenzaron a suceder situaciones inéditas, porque los agentes se niegan a pasar sus bolsos por los escáneres.
“Hay una especie de protesta de los penitenciarios que se resisten a ser controlados”, afirmó una alta fuente del gobierno.
Ante esta situación, el ataque contra el colectivo que trasladaba a los agentes penitenciarios ganó en preocupación. Durante los últimos años, los edificios del Servicio Penitenciario y las cárceles son blanco de ataques a balazos ordenados por internos para expresar su descontento con requisas o allanamientos.
El ataque se produjo hoy a la madrugada en uno de los accesos de la ruta que une Santa Fe con Santo Tomé, a la altura del predio de Cilsa.
El chofer del colectivo de la empresa Laguna Paiva detuvo el ómnibus unos kilómetros después para resguardar a los agentes. Todos los días salen colectivos con agentes penitenciarios desde Santa Fe hacia la ciudad de Rosario. Se debe a que los efectivos son oriundos del norte santafesino y no de Rosario, por lo que tienen que viajar cada 72 horas.
El conductor se detuvo en la ciudad de Santo Tomé, en la intersección de la avenida 7 de Marzo y avenida Luján, en donde personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) realizó los peritajes para determinar la magnitud del ataque.
“Circulaba la altura de la cancha de Colón cuando escuché un impacto, pensé que era una piedra y un trabajador del servicio cuando llegamos a Santo Tomé me dijo que era un disparo”, contó Jorge, el chófer de la unidad que al momento del ataque trasladaba a diez agentes, al medio Aire de Santa Fe.
El conductor del colectivo confirmó que decidió seguir circulando por la oscuridad que había en la zona. “En la zona de Circunvalación sufrimos ataques de manera constante”, explicó el chófer al mismo tiempo que confirmó que no hubo heridos.
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