Violación grupal en Palermo: declaró uno de los acusados y complicó a dos de los otros detenidos
Thomás Fabián Domínguez amplió su testimonio y no solo se declaró "inocente", sino que también apuntó contra dos de los procesados como ideólogos del plan.
Una nueva declaración de Thomás Fabián Domínguez, uno de los seis detenidos por la violación grupal en Palermo, complicaría al resto de los procesados, ya que brindó precisiones sobre cómo los agresores conocieron a la víctima.
“Salimos del boliche en la madrugada junto a la chica, su amigo y otras personas, y decidimos caminar por Palermo, haciendo primero una parada en la plaza Soler, donde conversamos un rato tomando unas cervezas”, narró el imputado en su declaración a la que pudo acceder Infobae.
De acuerdo con el relato, las demás personas presentes fueron yéndose hasta que solo quedaron la víctima, Steven Alexis Cuzzoni y Domínguez, cuando conocieron a los otro cuatro imputados. “Nos acercamos porque tenían una guitarra y nos pusimos a rapear mientras hablábamos y compartíamos unos cigarrillos”, explicó.
El acusado afirmó que la joven manifestó a un amigo de ella las ganas de quedarse con los imputados, por lo que el joven se retiró y ella se quedó sola con los atacantes, según relató. Además, confirmó que habían consumido alcohol y estupefacientes.
El involucrado afirmó que tuvo un primer acercamiento con la víctima y que luego eso derivó en “besos reiterados e intensos”. En ese sentido y para justificar las manchas de semen encontradas en su bóxer, el detenido argumentó que “se pudo haber escapado” algo de semen durante este acercamiento con la chica de 20 años.
Domínguez informó que Lautaro Ciongo Pasotti fue quien propuso ir a su auto. En ese momento y según su relato, él estaba en la vereda con Cuzzoni, Retondo y Lykan, cuando “el morocho”, es decir Ángel Ramos, ingresó al vehículo con la víctima.
Al poco tiempo, Ciongo subió al automóvil por el lado del conductor, mientras que “el morocho bajó dejando entreabierta la puerta”. Así, Domínguez volvió a declararse “inocente”, puesto que afirmó: “En ningún momento entré al auto. No conozco el interior del auto. Solo extendí mi brazo hacia el interior solicitando un cigarrillo. Tampoco paseé alrededor haciendo guardia”.
De esta manera, el procesado apuntó directamente contra Ciongo y Ramos como los abusadores e intentó desligarse de la pena que recae en su contra.
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