Vínculos políticos de barras bravas
En reiteradas oportunidades se puso de manifiesto la relación entre barras bravas y sectores de la política, en lo que constituye una vinculación de mutuo beneficio.
La política utiliza la capacidad de choque de las barras y, a cambio, les proporciona impunidad para sus actividades en los clubes y en delitos conexos, lo cual da lugar a un escenario de creciente violencia.
Un episodio reciente de esta situación tuvo lugar en un boliche del centro de la Ciudad, en el cual coincidieron Richard Fernández y Rafael di Zeo, dos personas con antecedentes violentos y vinculadas a la barra brava de Boca, en la que habían disputado el liderazgo. Fernández resultó herido y Di Zeo sigue en libertad. Este último está relacionado con un sector del kirchnerismo en el que participan conocidos empresarios estrechamente vinculados al Gobierno.
El kirchnerismo tiene conocidos antecedentes en este tipo de vínculos, ya que promovió la creación de una agrupación de barras bravas que actuó en reiteradas oportunidades en manifestaciones de apoyo al oficialismo en canchas de fútbol.
La vinculación de las barras al poder político, junto con la que mantienen con sectores de la dirigencia del fútbol, proporciona una impunidad que desalienta cualquier perspectiva de control de los grupos violentos y de sus actividades delictivas. Y, además de significar un peligro para los hinchas y para la ciudadanía en general, contribuye al desprestigio de la política y de las instituciones deportivas.
Las relaciones de las barras bravas con el poder político proporcionan impunidad para el delito y constituyen un peligro para los hinchas y la ciudadanía en general.