Villa María: ida y vuelta en carruaje a la belle epoque argentina
La arquitectura es la parte plasmable de la historia. Es la materia de donde emergen leyendas. Le da sustento a historias de amor de verano, desamores de invierno, secretos de familia y conflictos barridos bajo la alfombra. En esta nota, vamos a conocer Villa María, las cicatrices de sus paredes, sus árboles centenarios y vivir un día de campo a tan sólo 50 kilómetros del ruido estrepitoso de la ciudad. Acá comienza la historia de una estancia de película que fue protagonista de innumerables eventos familiares y sociales que escribieron gran parte de la historia Argentina.
Había una vez…
A 45 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, sobre a ruta 205 y a corta distancia de la localidad de Máximo Paz, emerge este lugar de ensueño cuyo nombre rememora al de su antigua dueña, María Girado, mujer de Celedonio Tomás Pereda.
Lo había fundado su padre, Vicente Pereda, a fines del siglo XIX. Desde su origen fue un establecimiento precursor de la zona ganadera camino a Cañuelas. Comprende 655 hectáreas con un patrimonio paisajístico y arquitectónico único.
El casco primitivo fue comprado en el año 1890. En 1919, su hijo Celedonio Pereda encomendó al célebre arquitecto Alejandro Bustillo la construcción de la actual casa con todos los materiales traídos de Europa, para ser utilizada como residencia de verano.
Y nada más ni nada menos que el paisajista Benito Carrasco, discípulo de Carlos Thays, trabajó en su parquización.
La combinación de innumerables especies arbóreas, el colorido cambiante de más de 300 especies que se perciben en las distintas épocas del año y los senderos peatonales hacen del parque un marco excepcional.
¿Habrá imaginado Benito Carrasco que sus senderos se seguirían llenando de hojas secas más de cien otoños después de haberlos ideado?
¿Habrá soñado, siquiera, Bustillo que embajadores de los mas recónditos países del planeta disfrutarían de esta casa de estilo tudor normando enclavada en un rincón de la América del Sur?
¿Sabría ya la familia Pereda que en tiempos de autos veloces miles de huéspedes al año recorrerían la Estancia montados a caballo?
Un lugar llamado Villa María
La estancia conserva, aún hoy, las características que la convirtieron protagonista en su época. Continúa siendo un lugar especial, diferente, con todo el charme y las comodidades necesarias de un hotel de lujo para quienes aman la naturaleza.
Posee un parque de 75 hectáreas, muy boscoso, considerado una de las extensiones mayores que perduran a un paso de la ciudad.
Allí donde el relieve serpentea entre el llano y lo ondulado, uno no puede negarse a realizar distendidas caminatas.
Los Pereda tuvieron la brillante idea de construir enfrente de la casa un lago para dar un efecto de espejo de agua donde se refleja el solar.
Sin dudas, la impronta del matrimonio está presente en todos los aspectos, desde el interior de la casa hasta el jardín. La casa supo ser centro de reunión de hijos y nietos pero también de intelectuales y personalidades influyentes de la política y del mundo artístico.
En algunas memorias, se destaca que María, luego de la hora del té, caminaba por el parque con sus largos vestidos y sombrilla en mano.
Se pueden admirar las antiguas esculturas que se encuentran a lo largo del paseo que majestuosamente intercalara Carrasco cuando imaginó el diseño y la simetría de toda su extensión.
Además, hay canteros de flores que se despliegan delante del aljibe original.
Cuenta con habitaciones de lujo en el casco principal y cuartos renovados en la casa francesa.
Ricos y famosos de ayer y hoy
Desde cantantes como Sade hasta los reyes Harald V y Sonia de Noruega se deleitaron con los aires frescos de Villa María.
Charlar un rato con los trabajadores del lugar es abrir el gran libro de anécdotas con reconocidos periodistas locales y estrellas internacionales.
Ramón, por ejemplo, está al mando de los caballos y de los paseos en sulky. Es empleado desde hace treinta años cando el lugar le pertenecía a Eleonora Nazar Anchorena y se sonroja al recordar que tuvo el privilegio de sacarse una foto con la cantante Alicia Keys, entre otras tantas celebridades. En realidad, es Joaquín, su compañero, quien revela la anécdota a los huéspedes de Villa María.
Vale decir también que muchas celebrities eligieron el lugar para casarse, como Araceli González y Fabián Mazzei o Luciana Lopilato y Michael Bublé.
Además, fue escenario de telenovelas y películas como “Los ricos no piden permiso” (eltrece) y “Mi primera boda” con Natalia Oreiro y Daniel Hendler.
Qué hacer en un día o un fin de semana
A tan sólo 60 minutos del Obelisco, Villa María es una buena opción para pasar un día de campo --que incluye almuerzo y merienda- pero también es posible alojarse en el hotel.
En ambos casos, se puede recorrer la biblioteca, sala de billar, jugar ping pong y otros juegos de mesa.
El casco presenta dos plantas con interiores que cubren tres mil metros cuadrados, exquisitamente distribuidos; presenta una de las opciones con mayor capacidad de alojamiento del turismo rural con todas las comodidades de un hotel de lujo.
Cuenta con quince confortables y suntuosas habitaciones de estilo único y exclusivo entre la casa principal y la casa de huéspedes.
En ella se atesoran valiosas antigüedades, pinturas y obras de arte de renombrados artistas.
El interior se prolonga hacia el parque a través de galerías y terrazas que unen la majestuosa arquitectura del hotel con el impactante parque.
Quien opte por este lugar, podrá relajarse y disfrutar de la amplia gama de colores de los árboles mientras realiza una caminata por el magnífico parque o el encanto de un paseo en carruaje.
¿Dónde queda?
Av. Pereda s/n, Ruta 205 km. 47,5, Máximo Paz. Ezeiza. Más información en info@estanciavillamaria.com
Fotos: Adrián Cavalheiro y gentileza estancia Villa María
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