Villa Gesell, el reino del revés
Villa Gesell, un destino turístico emblemático, se ha convertido en el escenario de episodios de violencia, descontrol y denuncias por negocios oscuros. Desde el asesinato de Fernando Báez Sosa hasta el reciente enfrentamiento entre un turista y un trapito, la ciudad parece atrapada en un "reino del revés", donde la falta de controles y la complicidad municipal dejan entrever un sistema que prioriza intereses propios sobre el bienestar de residentes y visitantes.
Con el asesinato de Fernando Báez Sosa, conocimos los desbordes y el descontrol que reina en la hermosa Villa Gesell. Seguimos con el derrumbe de la torre de diez pisos que era el Apart Hotel Dubrovnik, donde murieron nueve personas, la causa del colapso del edificio, fue lisa y llanamente la falta de control por parte de la Municipalidad. La ciudad volvió a ser noticia hace unos días por una violenta pelea entre dos vendedores ambulantes que se trenzaron a los canastazos ante la mirada de los turistas. Para terminar de ilustrar semejante descontrol, un turista que veraneaba en la zona terminó a las trompadas con un trapito en la zona del muelle, cuando un cuidacoches le quiso cobrar por estacionar el auto en la vía pública.
El triste episodio ocurrió esta semana y quedó grabada en el celular de una mujer que pasaba por la zona. Las imágenes se viralizaron y se puede observar cómo el cuidacoches le pedía dinero al conductor, en una discusión que fue elevando el tono hasta que llegó a las piñas. De fondo, se escucha a la mujer del turista desesperada y llorando. Rogando que alguien llame a la policía.
Si bien, es cierto que la colaboración con los cuidacoches está regulada por ley, el agresivo y violento trapito peleador estaba pidiendo unos 20 mil pesos, lo que despertó la bronca del conductor. Este caso no fue un incidente aislado, de acuerdo a testimonios recogidos en la zona, señalan la presión que suelen ejercer los trapitos para que les den importantes sumas de dinero.
En noviembre del año próximo pasado, la municipalidad de Villa Gesell aprobó una Ordenanza, que regula la actividad de los "ordenadores de tránsito", a quienes se le exigen una serie de requisitos tales como una gorra identificatoria, un chaleco y un cartel que indique que el pago es "a colaboración". Sin embargo la mayoría tienen tarifa regulada, y vaya a saber con quién se comparte las utilidades obtenidas al fin del día.
Al hacerse público el caso, la municipalidad lanzo operativos para controlar a los trapitos que trabajan sin autorización municipal. De acuerdo a fuentes policiales, en la última semana se detuvo a cuatro personas que trabajaban sin autorización.
Los episodios que le cuento son solo algunos de muchísimos, que no hace otra cosa que mostrar un municipio, que es una enorme caja de negocios oscuros, que de seguro jamás podrían prosperar de no ser por la complaciente mirada de los funcionarios municipales, que dejan que estas cosas sucedan. El intendente del Frente de Todos se llama Gustavo Barrera, de profesión abogado y siempre vinculado a la política, ya ocupó la intendencia en los años 2007 y 2011, con lo cual el funcionario conoce hasta las baldosas flojas.
Cabe preguntarse, por qué no hace nada para evitar tal desorden. Mi respuesta es que el mismo es un gran negocio para todas, todas y todes… VEMOS CÓMO ES EL REINO DEL REVÉS.
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