Videojuegos en tiempos de cuarentena: cómo hacer para que las consolas no condicionen la vida de los adolescentes
La tecnología brinda cada vez más opciones de entretenimiento, sobre todo para los adolescentes que suelen ser los usuarios apasionados de estos adelantos.
La cuarentena total y obligatoria consecuente de la pandemia de coronavirus en el mundo cambió por completo no sólo la economía del país sino también la forma de vida de las personas. El elevado nivel de incertidumbre generado por la situación, sumado al encierro y al aislamiento de la gente que queremos, precipita y mantiene un estado de ansiedad constante en la mayoría de las personas.
Ante esta situación, hace unas semanas Tedros Adhanom, director de la Organización Mundial de la Salud, recomendó entre otras cosas, jugar videojuegos para “cuidar la salud mental”, medida que generó polémica teniendo en cuenta que se contradice completamente con los estudios previamente realizados por la Organización, donde oficializaron la adicción a videojuegos como trastorno mental.
No hay que olvidar que los niños, a diferencia de los adultos, vienen de serie adaptados para el cambio y la tecnología. El uso de dispositivos electrónicos para entretenimiento es una alternativa más y, hasta puede traer ciertas ventajas como la mejora de capacidades cognitivas, la planificación, la gestión de recursos y sobre todo el superar los retos que ellos mismos han elegido; no obstante, no hay que olvidar que así como tiene sus beneficios, tiene sus consecuencias.
Respecto a esto, la Dra. Flavia Dorrego, Coordinadora de Neuropsicología Infantil de Fleni, insiste en que si bien el uso de las consolas por parte de la población en general y de los niños y adolescentes en particular, habían evidenciado un comportamiento adictivo que podía desencadenar en una reacción de irritabilidad y enojo frente al límite o control del acceso al mismo, la cuarentena y uso de videojuegos no habían coincidido temporalmente hasta la fecha, con lo cual tener una recomendación basada en evidencia científica no es posible.
“El impacto más común en los niños y adolescentes cuyo acceso a los videojuegos no tiene límites, es que dejan de hacer actividades saludables tales como, estudiar, hacer deportes, relacionarse con los otros e interactuar con la propia familia. Sin embargo, en el contexto actual donde la interacción social y otras actividades se vieron disminuidas por la pandemia, los videojuegos están más al alcance de los jóvenes”, comentó la especialista.
Pese a que en este contexto de confinamiento, los videojuegos permiten la interacción de los jóvenes con sus pares a través de la red, deben existir límites en el tiempo de utilización de los mismos para que no repercuta negativamente en el cumplimiento de tareas escolares y domésticas.
En tal sentido, según la Dra. Flavia Dorrego, conviene generar una rutina y cierto orden en el hogar a pesar de los cambios obvios que se han producido en la familia. “La realización de actividad física, dentro de las posibilidades de cada uno, resultan fundamentales para el desarrollo físico, psíquico y emocional. Asimismo, es indispensable que no dejemos de conocer a sus amigos de red para garantizar su seguridad”, aseguró.
La cuarentena marcó un antes y un después en el mundo. Al ser un hecho inédito resulta difícil predecir cuál será el impacto emocional cuando el aislamiento llegue a su fin. “Si queremos evitar baja tolerancia a la frustración, irritabilidad y aislamiento social post-cuarentena, lo importante es que se establezcan ciertas pautas generales definidas y “permitidas” dentro del contexto actual, que se entiendan como medidas excepcionales a reformularse tras el cierre de esta etapa”, finalizó la especialista.
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