Video - Sin miedo y con cerveza: ¿cómo se vive un partido de fútbol en un estadio europeo?
La organización, seguridad y el respeto por el rival que se vive en los estadios europeos están muy lejos de ser alcanzados por el fútbol argentino.
La frase "en Europa no pasa" es repetida constantemente para comparar la realidad argentina con la del Viejo Continente, supuestamente más educado, civilizado, organizado y avanzado que nosotros. Y, lamentablemente, en muchos aspectos todas esas afirmaciones son verdaderas.
El domingo 28 de febrero tuve la fortuna de ver en el Camp Nou el triunfo del Barcelona 2 a 1 sobre Sevilla. Sueño cumplido: disfrutar de la magia de Messi y, algo no menor, sin estar preocupado por la billetera, celular ni por la supuesta violencia de los tan denostados hinchas visitantes.
La diferencia entre el fútbol europeo y el local es abismal desde el vamos: la posibilidad de poder comprar una entrada por internet dos meses antes, con la seguridad de saber qué día, a qué hora y en qué ubicación podré verlo es una utopía para quienes hacemos y deshacemos nuestros fines de semana basándonos en los constantes cambios de horarios en la AFA.
Pero la organización queda en un segundo plano cuando uno se va acercando al estadio y comienza a ver, combinadas, camisetas de Barcelona y del Sevilla sin insultos ni miradas de reprobación a pesar del elevado nivel de alcohol en sangre de muchos fanáticos.
A lo largo del encuentro, la ubicación de la "barra" local es detrás de un arco y, a la vieja usanza argentina, no fueron más de 50 hinchas los que no se cansaron de alentar al equipo, sin hablar ni una vez a jugadores, instituciones ni hinchadas rivales.
Mientras que en Argentina los policías (no todos, pero sí muchos) nos maltratan durante los cacheos para sacarnos un encendedor, en España venden (tanto dentro como fuera del estadio) cerveza y merchandising del club, recolectando un dinero importante para las arcas del club y no para los bolsillos de los violentos.
¿Una diferencia más? Podés estacionar tu auto o moto en los alrededores, que estarán custodiados por los ojos de los policías contratados en el operativo. Le pregunté a un fanático si no tenían trapitos que les cobraran por cuidarles el vehículo... y la incredulidad se apoderó de su cara.
Por Matías Navarro García
@mati_navarro
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