Video - La trágica historia de Víctor Saldaño, el argentino condenado a muerte en Estados Unidos
Las próximas horas serán decisivas para quien tiene su vida en manos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La espera de Víctor Saldaño data de hace casi 20 años. Todo ese tiempo estuvo oscilando, literalmente, entre la vida y la muerte. Condenado a la inyección letal por el gobierno de Estados Unidos, este cordobés de 45 años sigue luchando para que su caso se revea.
El 25 de noviembre de 1995 Víctor Hugo Saldaño, oriundo de la provincia de Córdoba, asesinó a un comerciante de las afueras de Dallas junto a un amigo mexicano. Según él mismo relató después, estaban muy borrachos y no sabe por qué hicieron eso. "Nosotros nunca decidimos nada. Estábamos borrachos. Fue una locura, yo siempre había trabajado honestamente, y el loco que estaba conmigo también", relató cuando ya había sido condenado.
El motivo para cometer el asesinato fue un robo no planificado. El botín que cosecharon con su amigo apenas superaba los 50 dólares más un reloj de la víctima. Sin embargo, estos no fueron argumentos suficientes. La Justicia norteamericana lo condenó a muerte. Y desde entonces Saldaño espera.
Apenas lo arrestaron, comenzó el juicio. Duró apenas dos semanas y el veredicto ya estaba dicho: Saldaño se convirtió en un "hombre muerto caminando", como llaman a los condenados a muerte. Recluido en una cárcel de Texas de máxima seguridad, envió una carta a su familia diciéndole lo que había ocurrido y pidiendo que se olvidaran de él.
Saldaño recibió su acusación en 1995, pero su familia luchó incansablemente para revertir la sentencia. Así, en 1999 (hace más de 15 años), logró presentar el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El miércoles, la CIDH finalmente realizará una audiencia en la que se analizará la situación de Saldaño, de la que también participarán su abogado defensor, Juan Carlos Vega, y la Cancillería argentina. Ocurrirá, además, luego de la visita del papa Francisco, en la que pidió que se impulse la "abolición mundial de la pena de muerte".
El argumento que presentará la defensa ante la CIDH es que el caso de Saldaño corresponde a un ejemplo de discriminación racial, sistema bajo el que opera el sistema judicial norteamericano.
"En el caso de Saldaño está probado judicialmente (que hubo discriminación racial). Hay una sentencia en la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos que nos da la razón", explicó Vega en diálogo con medios nacionales.
Del resultado de la audiencia del miércoles dependerá la vida de Saldaño. Esta es la última carta que le queda jugar a la defensa, por lo tanto, es la carta de la que depende la supervivencia del cordobés.