Video - El terrible relato del padre de la nena que murió ahogada en Brasil
Leandro Berno, papá de la chica de 9 años que murió en un parque de diversiones, contó todos los detalles sobre la muerte de su hija.
La muerte de la niña que estaba de vacaciones con sus padres en el sur de Brasil conmovió a la Argentina. Se trató de un accidente desgraciado en el que una sumatoria de negligencias e irresponsabilidades devinieron en el peor desenlace. Ahora, Leandro Berno, su papá, contó en detalle todo lo acontecido la tarde del sábado.
A su vez, el hombre denunció la serie de errores graves que entiende que cometieron las responsabilidades del establecimiento Acquamania, ante la urgencia suscitada con el incidente de Carola.
"Mi mujer estaba embarazada de seis meses y medio y fuimos a Foz do Iguazú porque queríamos darle la despedida de hija única a Carolita. Ella estaba muy feliz y entusiasmada con su nuevo hermanito", explicó el padre, compungido.
"Estuvimos allí desde la tarde, unas tres o cuatro horitas. Ya en el final, salgo para secarme y mi mujer sale atrás mío. Mi mujer le avisó a Carola que en 15 minutos nos teníamos que ir y ella le pidió quedarse a jugar un rato más", narró.
Y continuó: "Cuando mi mujer llega a donde estaba yo con la silla, me pregunta '¿Carola está atrás mío?', a lo que le respondí que no. Revisamos la piletita donde estaba y vimos que no estaba ahí, pensamos que se había ido al recorrer el parque. Pasaron unos minutos y mi mujer se empezó a poner nerviosa, se empezó a preocupar porque no la encontraba. Así, empezamos a recorrer el lugar y a desesperarnos".
En un momento, mientras ambos padres creían que su hija estaba perdida, Leandro vio que un hombre apareció corriendo y se tiró con violencia a la pileta: "Se me vino a la cabeza lo peor que podía estar pasando", admitió.
Y prosiguió: "Cuando me tiro, me encuentro que mi nena estaba agarrada al filtro de succión, le había succionado todos los pelitos. Tratábamos de sacarla, pero no podíamos. Empezamos a pedir ayuda a los gritos, no había nadie. Yo empecé a tirar y a tirar, no podía sacarla".
Luego, se acercó otra persona a ayudar, pero tampoco podían sacarla. "Tuvo que venir una tercera persona y al final terminamos por arrancar el filtro de la pileta. Mi hija salió con el filtro de la pileta enredado en el pelo porque sola no podía salir", relató desesperado.
Una vez que la niña ya estaba fuera de la pileta, comenzaron las tareas precarias de reanimación. Es allí donde el hombre denunció que se produjeron una serie de negligencias de parte del personal del parque. "Todo el mundo pedía por un médico y no aparecía nadie. Mientras yo trataba de hacerle respiración boca a boca, otros hombres empezaron a realizarle masajes cardíacos, pero nadie tenía un conocimiento certero de lo que hacía", expuso.
"No había nadie del lugar que pudiera ayudarla. Mi mujer, que está embarazada de seis meses y medio gritaba como una loca y me pedía que no la dejara ahí. Yo estaba desesperado", añadió Berno.
Según aseguró Leandro, la primera presencia de un personal del establecimiento fue la de una chica que decía ser la enfermera, pese a que no contaba con uniforme ni con elementos de resucitación. "No tenía la ropa, no tenía un desfibrilador, ni un estetoscopio. Lo peor era que ni ella se puso a hacer las tareas de reanimación, dejó que las siguiéramos haciendo nosotros y ni siquiera nos corregía", relató en diálogo con el programa Baires Directo.
Luego, apareció un hombre con un desfibrilador, asumió los ejercicios de resucitación y derivó a Carola a una ambulancia, que la llevó al hospital local.
"Ya en el hospital, no me dejaban pasar porque no tenía mis documentos. A ellos lo único que les preocupaba era que tuviéramos una tarjeta para poder pagar todos los gastos del procedimiento", recordó.
Carola Berno murió horas después en la unidad de terapia intensiva del centro médico Costa Cavalcanti. Sucede que la del sábado era la última jornada del viaje familiar, antes de emprender el regreso a Buenos Aires.
A su vez, el hombre denunció la serie de errores graves que entiende que cometieron las responsabilidades del establecimiento Acquamania, ante la urgencia suscitada con el incidente de Carola.
"Mi mujer estaba embarazada de seis meses y medio y fuimos a Foz do Iguazú porque queríamos darle la despedida de hija única a Carolita. Ella estaba muy feliz y entusiasmada con su nuevo hermanito", explicó el padre, compungido.
"Estuvimos allí desde la tarde, unas tres o cuatro horitas. Ya en el final, salgo para secarme y mi mujer sale atrás mío. Mi mujer le avisó a Carola que en 15 minutos nos teníamos que ir y ella le pidió quedarse a jugar un rato más", narró.
Y continuó: "Cuando mi mujer llega a donde estaba yo con la silla, me pregunta '¿Carola está atrás mío?', a lo que le respondí que no. Revisamos la piletita donde estaba y vimos que no estaba ahí, pensamos que se había ido al recorrer el parque. Pasaron unos minutos y mi mujer se empezó a poner nerviosa, se empezó a preocupar porque no la encontraba. Así, empezamos a recorrer el lugar y a desesperarnos".
En un momento, mientras ambos padres creían que su hija estaba perdida, Leandro vio que un hombre apareció corriendo y se tiró con violencia a la pileta: "Se me vino a la cabeza lo peor que podía estar pasando", admitió.
Y prosiguió: "Cuando me tiro, me encuentro que mi nena estaba agarrada al filtro de succión, le había succionado todos los pelitos. Tratábamos de sacarla, pero no podíamos. Empezamos a pedir ayuda a los gritos, no había nadie. Yo empecé a tirar y a tirar, no podía sacarla".
Luego, se acercó otra persona a ayudar, pero tampoco podían sacarla. "Tuvo que venir una tercera persona y al final terminamos por arrancar el filtro de la pileta. Mi hija salió con el filtro de la pileta enredado en el pelo porque sola no podía salir", relató desesperado.
Una vez que la niña ya estaba fuera de la pileta, comenzaron las tareas precarias de reanimación. Es allí donde el hombre denunció que se produjeron una serie de negligencias de parte del personal del parque. "Todo el mundo pedía por un médico y no aparecía nadie. Mientras yo trataba de hacerle respiración boca a boca, otros hombres empezaron a realizarle masajes cardíacos, pero nadie tenía un conocimiento certero de lo que hacía", expuso.
"No había nadie del lugar que pudiera ayudarla. Mi mujer, que está embarazada de seis meses y medio gritaba como una loca y me pedía que no la dejara ahí. Yo estaba desesperado", añadió Berno.
Según aseguró Leandro, la primera presencia de un personal del establecimiento fue la de una chica que decía ser la enfermera, pese a que no contaba con uniforme ni con elementos de resucitación. "No tenía la ropa, no tenía un desfibrilador, ni un estetoscopio. Lo peor era que ni ella se puso a hacer las tareas de reanimación, dejó que las siguiéramos haciendo nosotros y ni siquiera nos corregía", relató en diálogo con el programa Baires Directo.
Luego, apareció un hombre con un desfibrilador, asumió los ejercicios de resucitación y derivó a Carola a una ambulancia, que la llevó al hospital local.
"Ya en el hospital, no me dejaban pasar porque no tenía mis documentos. A ellos lo único que les preocupaba era que tuviéramos una tarjeta para poder pagar todos los gastos del procedimiento", recordó.
Carola Berno murió horas después en la unidad de terapia intensiva del centro médico Costa Cavalcanti. Sucede que la del sábado era la última jornada del viaje familiar, antes de emprender el regreso a Buenos Aires.