Video - El hermano flaco: ¿por qué no hay participantes gordos en Gran Hermano?
La novena temporada del reality más famoso deja una interesante pregunta para responder: por qué no hay "gordos".
Por María Clara Rositano
@ClariRositano
Gran Hermano inició su novena edición en América TV y al ver la plantilla de los participantes un dato curioso llamó la atención. ¿Por qué no hay gordos el reality show más famoso?
Los espectáculos de realidad son un formato televisivo que tuvo su explosión a fines del 90 y principios del 2000 y surgieron como un fenómeno experimental para mostrar los acontecimientos cotidianos en su más cruda expresión.
Con el paso de los años, el aumento presupuestario y la especialización en el campo de la comunicación televisiva, los shows mejoraron, incrementaron su nivel de exposición y su escenificación.
Incluso hubo realities específicos, de Super M salieron modelos, Operación Triunfo y Popstars brindaron artistas y grupos musicales y Camino a la gloria mostró a los "mejores futbolistas del país". Muchos fueron "famosos de momento" y otros supieron mantenerse en el medio.
La selección de los personajes conlleva un proceso particular, se busca conformar cierta heterogeneidad para hacer más ricos los intercambios. Se eligen personas de diferentes clases sociales, algunas con historias duras y otras que transitaron caminos más fáciles, todo para conformar una "diversidad cultural" que no termina siendo tal.
El Gran Hermano flaco
El reality tuvo 8 ediciones "comunes" y una con 17 famosos, anoche se inició la novena temporada en Argentina. En total hubo 165 participantes, incluidos los 20 que ingresaron en este nuevo juego.
En cada nueva reedición del concurso presentó una gran diversidad de personajes, con historias cada vez más grandilocuentes, cada vez más catastróficas, cada vez más irreales y cada vez más guionadas.
Sin embargo, de los 165 jugadores, tan sólo uno fue "gordo". Damián Terrille, era cartonero y estuvo en la quinta temporada junto a las "sobrevivientes" Andrea Rincón, Floppy Tesouro y Cinthia Fernández.
Claro está que no se proponen "modelos de vida" sino contar las historias de personas "comunes", pero en la selección está la enseñanza que nos dejan y el mensaje es uno: pueden ser gays, drogadictos, prostitutas o locos, pero no gordos. No está de moda.