Video - ¿Cómo era el búnker en el que estuvo escondido el Chapo Guzmán antes de ser capturado?

Joaquín "El Chapo" Guzmán debió pasar casi seis meses ocultándose y huyendo de la policía, por lo que el último tiempo de su clandestinidad debió encontrar un refugio apto para ello. Sus secuaces, como siempre solícitos, encontraron el escondite perfecto para su jefe.

En una zona residencial de Sinaloa, ubicaron una casa (la única del área) rodeada por frondosos árboles, que ocultaban la fachada y, lo más importante, permitía ver para el exterior sin que pudiese verse anda desde afuera.

Lo más útil de la casa, sin embargo, era su propia ubicación, ya que estaba enclavada justo en el centro de donde opera el cártel de su mayor enemigo, Beltrán Leyva. Esto sirvió para despistar las investigaciones y la búsqueda.

La casa se comunicaba con el exterior a través de un túnel oculto tras un armario de madera. El escape era verdaderamente de película: se accionaba desenroscando una bombilla y tirando de una palanca.

Por lo demás, contaba con una única habitación en planta baja, en la que había una cocina y una cama matrimonial. El Chapo compartía la estancia con su mano derecha Orson Iván Gastelum.

Una vez que fueron capturados, en el interior de la vivienda se encontraron tintes para el pelo, testosterona inyectable, medicamentos para mejorar el rendimiento sexual, un sinfín de residuos de alimentos (latas vacías, restos de comida), más bolsas con medicamentos y jeringas.

Por las cantidades de alimento que se encontraron, se supone que los delincuentes tenían previsto permanecer bastante tiempo encerrados, dado que había suficiente para alimentar a varias personas durante el encierro.

Luego del enfrentamiento con la policía mexicana, el lugar quedó hecho un desastre, dado que los secuaces del Chapo tumbaron varios muebles y electrodomésticos (la heladera, por ejemplo), para entorpecer el paso de los agentes. Además todo el recinto quedó lleno de agujeros de impactos de bala en las paredes.