Videla declara en el juicio por el robo de bebés
El Tribunal Oral Federal Nº 6 porteño retomará las audiencias del juicio oral en el que son juzgados los ex presidentes de facto Videla y Reynaldo Bignone, junto a otros seis imputados, por 34 casos de apropiación de menores durante el último gobierno militar.
El ex dictador Jorge Rafael Videla, condenado ya dos veces a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad, tendrá mañana su oportunidad de declarar ante el tribunal que lo está juzgando por el robo sistemático de bebés entre 1976 y 1983.
Mañana el Tribunal Oral Federal Nº 6 porteño retomará las audiencias del juicio oral en el que son juzgados los ex presidentes de facto Videla y Reynaldo Bignone, junto a otros seis imputados, por 34 casos de apropiación de menores durante el último gobierno militar.
Esta previsto que mañana Videla tenga oportunidad de prestar indagatoria a través de una videoconferencia, ante los jueces María del Carmen Roqueta, Julio Luis Panelo y Domingo Luis Altieri.
Videla, de 85 años, se encuentra en reposo, luego de haber la semana pasada sufrido "múltiples fracturas" en un brazo, que le impidió asistir al inicio del debate oral.
Según las pericias del Cuerpo Médico Forense, Videla se cayó en su lugar de detención, el penal de la base militar de Campo de Mayo, y sufrió varias fracturas que le obligarán a permanecer inmovilizado de 45 a 60 días para recuperarse plenamente.
Pese a las lesiones, el tribunal dispuso que se siga adelante con el proceso judicial y que, por lo tanto, se lleve adelante una videoconferencia a través de la cual el ex jefe de la dictadura sea informado de las acusaciones que pesan en su contra: delitos que incluyen sustracción, retención y ocultamiento de menores y la sustitución de identidades.
Aún no se sabe si el dictador optará por hablar o guardará silencio como su compañero de causa y de banquillo, Bignone.
Fuentes allegadas al ex militar afirmaron que si en esta oportunidad elige no declarar será por razones médicas, porque el ex presidente de facto insiste en mantener la línea de su defensa.
El 21 de diciembre último, antes de recibir su segunda condena a perpetuidad en otro juicio por crímenes de lesa humanidad, Videla le dijo a sus jueces que era un "preso político". "No he venido a defenderme, este no es mi tribunal natural. Asumiré bajo protesta la injusta condena y la he de ofrecer como un acto de servicio", había dicho entonces Videla, tras insistir en denunciar los crímenes subversivos e involucrar a lideres políticos, como el fallecido Arturo Illia, de haber avalado el golpe.
Además de Videla y Bignone, en este juicio están acusados el ex jefe de los represores que actuaron en la ESMA, Jorge "El Tigre" Acosta; y el médico a cargo de los partos en ese centro clandestino José Luis Magnacco, médico a cargo allí de los partos.
También están el ex Comandante del Cuerpo IV de Ejército, con sede en la Ciudad de Buenos Aires Santiago Riveros -a cargo del hospital militar de Campo de Mayo organizado para realizar el robo de bebés-; y el ex prefecto Jorge Antonio Azic, considerado por la Fiscalía "un actor activo de este siniestro plan represivo que marcó para siempre a la sociedad argentina".
Para la Fiscalía, Azic "se dedicaba a secuestrar personas, torturarlas y sustraerles sus bienes. Juan Antonio Azic se quedó con Victoria Donda Pérez, pero le ocultó su verdadera historia bajo el velo de una falsa identidad. Le impuso un nombre, una fecha y lugar de nacimiento y una relación filial falsas, para ocultar bajo ello su verdadera historia y la de su familia biológica".
Los imputados están acusados por 34 casos de bebés nacidos en las maternidades clandestinas que funcionaron en los centros de detención y exterminio ESMA, Campo de Mayo, Pozo de Banfield, La Cacha, Comisaría 5ta. de La Plata, El Vesubio, El Olimpo y Automotores Orletti, y dados ilegalmente a familias de militares, en muchos casos.
Mañana el Tribunal Oral Federal Nº 6 porteño retomará las audiencias del juicio oral en el que son juzgados los ex presidentes de facto Videla y Reynaldo Bignone, junto a otros seis imputados, por 34 casos de apropiación de menores durante el último gobierno militar.
Esta previsto que mañana Videla tenga oportunidad de prestar indagatoria a través de una videoconferencia, ante los jueces María del Carmen Roqueta, Julio Luis Panelo y Domingo Luis Altieri.
Videla, de 85 años, se encuentra en reposo, luego de haber la semana pasada sufrido "múltiples fracturas" en un brazo, que le impidió asistir al inicio del debate oral.
Según las pericias del Cuerpo Médico Forense, Videla se cayó en su lugar de detención, el penal de la base militar de Campo de Mayo, y sufrió varias fracturas que le obligarán a permanecer inmovilizado de 45 a 60 días para recuperarse plenamente.
Pese a las lesiones, el tribunal dispuso que se siga adelante con el proceso judicial y que, por lo tanto, se lleve adelante una videoconferencia a través de la cual el ex jefe de la dictadura sea informado de las acusaciones que pesan en su contra: delitos que incluyen sustracción, retención y ocultamiento de menores y la sustitución de identidades.
Aún no se sabe si el dictador optará por hablar o guardará silencio como su compañero de causa y de banquillo, Bignone.
Fuentes allegadas al ex militar afirmaron que si en esta oportunidad elige no declarar será por razones médicas, porque el ex presidente de facto insiste en mantener la línea de su defensa.
El 21 de diciembre último, antes de recibir su segunda condena a perpetuidad en otro juicio por crímenes de lesa humanidad, Videla le dijo a sus jueces que era un "preso político". "No he venido a defenderme, este no es mi tribunal natural. Asumiré bajo protesta la injusta condena y la he de ofrecer como un acto de servicio", había dicho entonces Videla, tras insistir en denunciar los crímenes subversivos e involucrar a lideres políticos, como el fallecido Arturo Illia, de haber avalado el golpe.
Además de Videla y Bignone, en este juicio están acusados el ex jefe de los represores que actuaron en la ESMA, Jorge "El Tigre" Acosta; y el médico a cargo de los partos en ese centro clandestino José Luis Magnacco, médico a cargo allí de los partos.
También están el ex Comandante del Cuerpo IV de Ejército, con sede en la Ciudad de Buenos Aires Santiago Riveros -a cargo del hospital militar de Campo de Mayo organizado para realizar el robo de bebés-; y el ex prefecto Jorge Antonio Azic, considerado por la Fiscalía "un actor activo de este siniestro plan represivo que marcó para siempre a la sociedad argentina".
Para la Fiscalía, Azic "se dedicaba a secuestrar personas, torturarlas y sustraerles sus bienes. Juan Antonio Azic se quedó con Victoria Donda Pérez, pero le ocultó su verdadera historia bajo el velo de una falsa identidad. Le impuso un nombre, una fecha y lugar de nacimiento y una relación filial falsas, para ocultar bajo ello su verdadera historia y la de su familia biológica".
Los imputados están acusados por 34 casos de bebés nacidos en las maternidades clandestinas que funcionaron en los centros de detención y exterminio ESMA, Campo de Mayo, Pozo de Banfield, La Cacha, Comisaría 5ta. de La Plata, El Vesubio, El Olimpo y Automotores Orletti, y dados ilegalmente a familias de militares, en muchos casos.