Víctor Manzanares: "Muñoz me decía 'acá nadie robó nada, son la comisión que se le cobra a la Patria por hacer las cosas bien'"
Esa era la forma con que el fallecido secretario de Néstor y Cristina Kirchner se refería a los sobornos que llegaban a Santa Cruz.
Si el kirchnerismo se encargó de armar un relato y rodear de épica hasta el gesto más mínimo de sugestión, el ex secretario de Kirchner Daniel Muñoz llevó esa idea a su punto más alto cuando intentó explicar qué era la corrupción para los K.
En la entrevista que el ex contador Víctor Manzanares le dio al programa de TV La Cornisa, contó que a pesar de mover bolsos con millones de dólares, Muñoz no consideraba que estuviera cometiendo un delito: "Acá nadie robó nada. Esto es la comisión que se le cobra a la patria por hacer las cosas bien", le dijo el ex secretario K a Manzanares cuando estaban en medio del proceso de lavado de dinero ilegal.
"Muñoz me dijo que le hiciera un favor. Porque en el lugar en el que estaba habían intentado robarle. Y que le guardara el dinero hasta que elija un nuevo lugar. Era hacerle un favor. Pero después empezaron a aparecer más cosas, como la operación Neuquén que era preexistente a mi entrada en la economía de Muñoz. Y más. Y más", contó Manzanares.
Ante esa situación decidió increpar al ex secretario de Kirchner: "Empecé a darme cuenta que era como un barril sin fondo. Le pregunto a Daniel, '¿para qué robar tanto si ya tenés el bronce por conducir los destinos de la patria?'. Y él me dijo: 'no, no, acá nadie robó nada. Esto es la comisión que se le cobra a la patria por hacer las cosas bien'. Muñoz me dijo que era una comisión que se le cobraba al pueblo por hacer las cosas bien, por eliminar la deuda externa".
A pesar de las explicaciones de Muñoz, Manzanares aceptó que cometió delitos e incluso está dispuesto a seguir en prisión De hecho, contó que le pidió a sus abogados que no presenten ningún pedido de excarcelación ante la Justicia.
También aseguró que está decepcionado con los Kirchner porque le soltaron la mano. "Lo mínimo que yo hubiera querido es estar cubierto por ellos, lo mínimo. Primero económicamente. Después en la parte afectiva. Haber ido a visitarme. Han ido a visitarme diputados de su espacio político. Y Máximo tampoco me vino a visitar".
Manzanares también contó que en 2010, en una reunión en la Quinta de Olivos en la que estaba Amado Boudou y Osvaldo Sanfelice, el ex presidente Kirchner le ofreció administrar un hotel en Ushuaia que estaba por comprar y le prometió darle toda la administración de El Calafate "si hacía las cosas bien".
El ex contador también reveló que está afectado por todo lo que pasó y que tiene miedo de que le pase algo a su familia y no descartó que lo quieran matar: "Es una posibilidad".
Incluso contó que en un momento de desesperación le pidió a sus abogados una pastilla "para poder matarme". "Esa decisión tenía más que ver con llevarme los secretos a la tumba. Pero no tengo por qué guardarme los secretos de otros cuando no tuvieron la gentileza de ayudarme o venirme a visitar aunque sea".
Manzanares calculó que Muñoz movía US$ 96 millones al año de la corrupción
Manzanares calculó que Daniel Muñoz llegó a mover en los aviones que viajaban a Río Gallegos unos US$ 96 millones por año de la corrupción. Las revelaciones de Manzanares potencian la magnitud de la estructura de lavado que había montado junto el ex secretario fallecido de Néstor Kirchner para ocultar dinero negro, ya que hasta ahora la Justicia había detectado que tenía unos US$ 70 millones ocultos en propiedades en Miami y Nueva York.
"En cada viaje de avión, Daniel (Muñoz) se llevaba uno o dos bolsos de esos. Te puede dar de 400 a 800 millones si sumamos un viaje por semana durante todos los años que él prestó funciones", evaluó e incluso fue más meticuloso. "Tendrías 96 millones de dólares al año, más o menos", explicó el contador K.
Manzanares está procesado en la causa de los cuadernos de las coimas, pero luego de declarar como arrepentido fue liberado y hoy se encuentra oculto bajo el Programa Nacional de Protección de Testigos e imputados que depende del Ministerio de Justicia. Aunque su condición de detención es restrictiva. Pasa gran parte del tiempo solo y su principal contacto es con sus abogados.
En la entrevista Manzanares además contó detalles de por qué tomó la decisión de arrepentirse. Dijo que se sintió "abandonado, ninguneado y desprotegido". "Por todos, tanto por la familia Kirchner como por la familia Muñoz", agregó.
El destrato de la ex presidenta fue tal, que incluso el contador reveló que en una ocasión -cuando ya estaba siendo investigado- fue a pedirle ayuda económica y ella se la negó: "Le llevó una lista de gastos y la doctora (por Cristina Kirchner) dijo que ella era una mujer jubilada, embargada y vieja. Me dijo que me bancara mi suegro que para eso mi suegro tiene plata".
El ex contador aceptó que cometió "delitos" y dijo que Muñoz trabajaba bajo "mandato" de Néstor Kirchner, pero que Cristina no podía ignorar todos los movimientos de dinero.
Para explicar esta situación, Manzanares recurrió a una anécdota en la que Cristina le confesó que era un alivio que Muñoz hubiera fallecido ya que conocía muchos secretos: "Estábamos en su casa (de Cristina) de la calle Mascarello y cuando salió todo el tema de los Panamá Papers, como ella sabía que yo hacía trabajos para Daniel (Muñoz), me preguntó si sabía algo. Le dije que no. Que me había enterado unos días antes por un mensaje de texto de Muñoz. Ahí es cuando ella me dice 'menos mal que se murió'. Pienso que me lo dijo por todos estos problemas y lo que podía llegar a significar que Daniel revelara sus secretos".
Manzanares también habló de las tensiones que se generaron entre los hombres de Néstor Kirchner tras su muerte y cómo Muñoz junto a Osvaldo "Bochi" Sanfelice se peleaban por conseguir "las llaves de los tesoros", que eran los lugares donde se acopiaban los fondos ilegales.
Según el ex contador, había dos domicilios donde se guardaban los dólares de la corrupción. La casa de la madre de Néstor Kirchner, en Río Gallegos, y el departamento de los ex presidentes en Recoleta donde hoy vive Cristina Fernández.
Las tensiones entre Sanfelice -a quien llama el López Rega de Kirchner- y Muñoz por las llaves de los tesoros ocurrieron, según Manzanares, durante el velatorio del ex presidente en El Calafate. "Muñoz es el último en llegar a el Calafate. Y él me cuenta después que lo fueron a recibir Sanfelice y algunas personas más. Iban por las llaves de los tesoros".
Máximo Kirchner también aparece en un lugar central, según las revelaciones de Manzanares.
El hijo K fue quien se dedicó a administrar los negocios familiares tras la muerte del ex presidente: "Las cosas había que conducirlas. Los contratos de alquiler hay que firmarlos. Hay que cobrar, mantener reuniones y todo eso lo realizaba Máximo. Todas las inversiones financieras con Banco Santa Cruz las manejaba él directamente. Algunas veces yo le hacía de puente con el gerente general del Banco para que Máximo los reciba y así se realizaban las conversaciones de plazos fijos y algunos temas que yo no conozco".
Manzanares está detenido desde julio de 2017. El juez Claudio Bonadio había ordenado su arresto en la marco de la causa Los Sauces tras detectar que había ordenado depositar dinero en cuentas que no estaban declaradas ante la Justicia -que las había intervenido. Así, para el juez buscaba entorpecer la causa manipulando dinero que estaba por fuera de los embargos.
En la entrevista, también contó que en los últimos tiempos la ex presidenta le envió un mensaje a través de un secretario en el que le decía que no estaba enojada con él. "¡Lo único que falta es que usted está enojada conmigo! Imposible", le contestó.
Y cerró: "Si alguien tiene que estar enojado soy yo, sin embargo no estoy enojado, puedo estar dolido. Estoy dolido por el abandono, por toda esa situación, todo el daño colateral. Lo mínimo es que yo hubiera tenido que estar cubierto por ellos, lo mínimo".