¿Víctima y delincuente a la vez?
A la hora de delinquir parece que hay un 'vale todo', pero no siempre les sale como quieren. Mirá el video y sorprendete.
Si el video del payasesco prefecto que robó en la casa de Massa todavía te está haciendo ruido en la cabeza, cuando veas a este ladrón no podrás ocultar satisfacción y hasta se te escapará alguna sonrisa. Se trata de un empleado de mantenimiento de un restaurante de Valencia (España), quien montó todo un show para afanar y denunciar el robo sin prever que estaba siendo filmado.
El gil a cuadros o gilipollas en cuestión se quedó solo en el local y fue derechito a la caja sustrayendo 360 euros que luego escondió en su camioneta que estaba en la parte trasera del local. A partir de ese momento decide enmascarar su delito de una manera convincente y pretendiendo hacer creer a todos que él había sido víctima de un robo. ¿Cómo lo hizo?
Primero se puso una bolsa en la cabeza a modo de capucha que luego descartó para reemplazarla solo por una mordaza que improvisó con un pañuelo. Luego, con un poquitín más de habilidad, ató sus muñecas con un alambre y se quedó a la espera de ser rescatado y contar su versión del robo que 'había sufrido'.
Pero claro, cuando acudieron en su ayuda el tipo no contó con que había cámaras de seguridad que habían registrado todos sus movimientos y, de esa forma, quedó expuesto olímpicamente y marche preso.