"Vi un ángel negro que me pidió que matara"
"La casa del horror". Así se conoció a este caso que tuvo dos víctimas inocentes
Ocurrió el 19 de octubre de 2003. En el país se festejaba el Día de la Madre. Yésica "Marela" Martínez tenía apenas 9 años y vivía con sus padres en una casa humilde de Villa Tranquila, en Avellaneda. Esa mañana, la nena estaba exultante, el papá le había dado unos pesos y ella quería ir al kiosco del barrio para comprarle un regalo a la madre. La nena salió caminando, sonriente. Era un domingo festivo cuando comenzó el misterio.
Marela, que generó por entonces una búsqueda que se extendió a toda la Argentina, tendría un final atroz. Terminaría siendo víctima de uno de los más despiadados violadores y asesinos. Se transformaría, para siempre, en una de las víctimas inocentes de la "Casa del Horror".
La búsqueda de la criatura desencadenó una campaña, coordinada por Missing Children, que incluyó movilizaciones y consumió horas en los principales canales de la televisión argentina. Aunque, desde un primer momento, los padres de Marela, Víctor Martínez y Dominga Quiroga, apuntaron a unos vecinos, de apellido Sánchez, a quienes señalaban como posibles sospechosos. Pero no había caso, la nena no aparecía.
Primero intervino una jueza de Menores, quien también le pidió colaboración al fiscal Andrés Devoto. El caso tuvo varias líneas de investigación, que incluyeron un posible secuestro, debido a que se registraron algunos llamados pidiendo rescate. Pero las hipótesis no llegaban a ninguna parte. Así fueron pasando los meses.
Pero todo cambió el 20 de febrero de 2004. Hugo "Bebe" Sánchez fue a la casa de los Martínez y les contó una historia terrible. Les dijo a los padres de Marela que su hermano, Héctor Anselmo Sánchez, alias "El Nene", había cometido un brutal asesinato. Había matado a una sobrina de su mujer y al cadáver lo había enterrado en la casa. El homicidio había ocurrido diez días antes. La menor se llamaba Mónica Vega y tenía 13 años.
Los Martínez llamaron a la Policía y de inmediato se hizo un allanamiento. "El Nene" ya no estaba, aunque poco después sería encontrado y capturado cuando se ocultaba en la casa de otro de sus hermanos. Con la intervención de un segundo fiscal, el doctor Carlos Hassan, el operativo se hizo en la vivienda de Dean Funes 391. Los peritos policiales, a poco de comenzar la búsqueda, hallaron el cadáver de la chica en el pozo ciego. Los médicos forenses, tras la operación de autopsia, informarían que la adolescente había sido asfixiada manualmente mientras era violada, aunque fue arrojada al pozo cuando aún estaba con vida. Murió ahogada.
Pero el horror recién comenzaba. Los peritos notaron un sobrepiso bastante extraño en el mismo patio. Por eso rompieron el cemento y notaron que habían tapado un segundo pozo séptico. Ahí, después de cuatro meses de búsqueda, encontraron los restos de Marela. Sólo la pudieron reconocer por la ropa. La mecánica de la muerte había sido la misma: violada y estrangulada. A partir de ese momento, la vivienda fue conocida en las crónicas policiales como "La casa del Horror".
En principio, la justicia detuvo, además de "El Nene" Sánchez, a su hermano "Bebe" y a la mujer de éste, Adriana Frutos. También fue demorado un albañil que había construido el sobrepiso en la casa de la calle Dean Funes. Cabe aclarar que "Bebe" y Adriana, si bien llegaron al juicio oral, fueron sobreseídos por la justicia. El mencionado albañil, en tanto, ni siquiera fue juzgado porque se comprobó que no tenía nada que ver con la causa.
Pero aún faltaban conocerse más detalles del caso. Horas después, el principal acusado fue llevado a declarar en las dos causas. Primero fue indagado por el fiscal Devoto, por el crimen y violación de Marela. "El Nene" confesó el crimen, pero no así la violación, dijo que no lo recordaba. "Ese día me desperté y decidí matarla. ¿Por qué?, porque le tenía bronca a Víctor", dijo mencionando al papá de la nena de 9 años. El odio, en rigor, era por una vieja deuda vinculada al mundo del delito. Se trataba de conexiones con una banda de piratería del asfalto. En la indagatoria desvinculó a todos sus familiares. También dijo que eran adictos a la cocaína.
Poco después, Héctor Sánchez fue llevado al despacho del fiscal Hassan, para que declarara por la violación y crimen de Mónica Vega. Allí el asesino dio una explicación que sorprendió a todos. Dijo que ese día estaba muy drogado. "Ví a un ángel negro, que me pidió que matara a mi hermano, como una ofrenda". Después agregó que "no quise matar a ´Bebe´, por eso en compensación decidí matar a Mónica".
El juicio oral y público se realizó, en medio de estrictas medidas de seguridad, en el año 2006 en Lomas de Zamora. Estuvo a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal N° 3, integrado por los jueces Rafael Emilio Villamayor, Jorge Omar Camino y Marcelo Hugo Dallature. Tras las audiencias, Sánchez fue condenado a reclusión perpetua por la violación y homicidio de Mónica, el homicidio "criminis causa" de Marela y por la violación de una prima. En ese mismo juicio absolvieron a "Bebe" Sánchez y Adriana Frutos, quienes habían llegado acusados de encubrimiento.
- El vecino, el homicida
Esta semana el caso de Marela Martínez tuvo, en la ciudad pampeana de General Pico, otra historia trágica con muchos puntos en común. Se trató de la violación y asesinato de la nena Sofía Milagros Viale y el abuso sexual de otras menores en dicha localidad.
Si bien las motivaciones fueron distintas, en General Pico generó gran conmoción al conocerse que Sofía, después de meses de búsqueda, había sido asesinada y enterrada en una casa vecina a la de su familia.
José Luis Janssen, el confeso asesino, había sido detenido en varias oportunidades, y liberado, por abusos sexuales en el barrio Indios Ranqueles de Pico. Pese a esta situación, la justicia nunca allanó la casa en la que vivía. Recién lo hicieron, meses después de la desaparición de la menor, cuando una adolescente de 14 años fue violada por el mismo sujeto en esa vivienda. Ahí encontraron el cadáver enterrado de Sofía.