Vestidas para insinuar
Las creaciones de la nueva temporada otoño-invierno permiten seguir luciendo los cuerpos femeninos. Vestidos cortos e intermedios, con botinetas y borcegos serán una de las claves del look de la estación.
La nueva temporada nos sigue permitiendo mostrar las piernas, aún con los primeros cambios de tiempo, y en los más diversos diseños de vestidos cortos e intermedios; que se conjugan con accesorios súper cancheros: cinturones de tachas, chalequitos, tapaditos de tejido grueso o chaquetas. Todo vale.
La textura de las telas de los vestidos en realidad es liviana, con toques invernales en detalles, pero estampados y con caída en movimiento. Ya sea adherentes al cuerpo, más naif o vaporosos, los diseños muestran su guiño en detalles simpáticos y femeninos: cierres dobles, estampados sobrepuestos, líneas geométricas, aplicaciones de canutillos o piel, y escotes en espaldas que, sin dejar de lado lo puramente femenino, proyectan sensualidad.
Infaltables: las botinetas, suecos y borcegos; que con los vestidos cortos marcan tendencia.
Más al margen de lo monocromático, o meramente oscuro y apagado que suponían los colores más invernales, las propuestas en vestidos no sólo tienen en cuenta los matices grises o negros.
Ahora los colores intensos también sientan presencia y se muestran conjugados con accesorios disímiles o abrigos pesados.
Los estampados de los diseños, con cortes hippie chic, más al cuerpo, o con estampados, se alternan con colores en calzados, que permiten diversidad. El camel sigue vigente.
Desde Estilo Los Andes, te mostramos seis vestidos diferentes para no pasar desapercibida, ideales para ocasiones diferentes, y para seguir seduciendo con tus piernas al desnudo.
También las novias
Las pasarelas de novias neoyorquinas sirven esta temporada, y en bandeja de plata, una auténtica selección de vestidos cortos para novias atrevidas; que no pueden faltar en cualquier repaso de tendencias de los catálogos y firmas de referencia: el ‘city-chic’ (o el chic urbano, como prefieras) se viste de blanco en creaciones mini cubiertas de flores, faldas lápiz en hilo de seda, vestidos de bailarina, o faldas de vuelo cortadas a la rodilla -o al tobillo-. Aires de los ‘50 en forma de líneas sencillas, románticas y femeninas, con un puntito atrevido; perfecto para las bodas urbanas y en las que nunca está de más lucir unas piernas para el infarto.
Entre los diseños más destacados, que salen del mismísimo corazón de la Gran Manzana, con Amsale o Melissa Sweet a la cabeza, aunque no son las únicos: Hannibal Laguna, Jorge Terra, M&M o Pronovias son algunas de las firmas que también se han dejado conquistar por estos looks en los que menos es más, mostrando sus colecciones en Cibeles o Gaudí.