Verón: "No me podía retirar en una camilla, quiero otra imagen"
*Por Daniel Avellaneda "La verdad, no sé si hice bien o no, no sé cómo puede salir y tampoco, si va a servir que siga jugando.
Ci vediamo ", dice ese hombre que, por más parla que tenga en italiano, no podría caminar tranquilo como uno de esos turistas que circulan cerca suyo, por las empedradas callecitas de San Telmo. Saluda a través de su blackberry a Massimo Moratti, presidente del Inter, un amigo que conserva de sus tiempos en el Calcio, ese que lo llama para desearle felices Fiestas.
Conversa por el mismo teléfono en cuya pantalla se asoman Valú y Simba, un Golden y un Dogo que forman parte de su vida. Esos perros que deberán esperar un rato más para que su dueño los saque a pasear sin las obligaciones que le impone el fútbol.
"Todo se va a atrasar" , reconoce Juan Sebastián Verón con una sonrisa que se dibuja en el interior de su barba candado. Es que cuando en su raleada cabeza sólo habitaba la idea del retiro, de pronto cambió de planes.
¿Por qué, Sebastián? Por las necesidades del grupo, las necesidades futbolísticas y extrafutbolísticas... Yo soy un tipo de consulta, de apoyo.
Pero vos no parecés un tipo de "sí" fácil.
Pero tengo mucha gente con la que compartí momentos muy buenos. Quizá, no encontraban la manera de pedírmelo. Pero cuando vos sentís que tenés que decir algo, lo largás, y ellos lo expusieron así, lo hablaron bastante conmigo. Y después de pensarlo un tiempo, viendo algunas otras cosas que tenía en mente, dije que iba a dar una mano este tiempo y en el futuro, pensar en otra cosa.
¿Y no te veías venir que te lo iban a pedir? ¿Nunca te lo hicieron sentir medio en broma, medio en serio en las concentraciones? Ellos se acercaron y me dijeron: "Vamos a hablar un poco de todo". Son muchachos que conozco hace mucho tiempo. Y, ante eso, no me puedo hacer el distraído, no lo hice ni soy así. A veces tenés que ser un poco egoísta. Pero, en este caso, escuchando lo que pensaban ellos, y más allá de lo que sentía yo, decidí jugar otros seis meses más.
¿Habías hecho el duelo? No era algo tan dramático. Sabía que si no era ahora, iba a ser dentro de cuatro o cinco meses. Además, como tengo la mente ocupada, no pienso tanto en el dia después de dejar de jugar.
Lo maduraste bastante...
Sí. Y además, el retiro lo sentís. No es algo forzado, es natural. Más allá de que estando bien siento que podría jugar un tiempo más, pienso que lo que viví en el fútbol está perfecto y tampoco siento la necesidad de estar buscando más cosas. El fútbol ya me dio y mucho. Si decidí seguir, es por mis compañeros.
Verón habla pausado en la nota a solas con Clarín . Reflexiona cada respuesta entre los sorbos de un café mientras Miguel Pires, su fiel amigo, no para de atender llamados y organizar la agenda de la Bruja . Es que el crack de Estudiantes s orprendió a propios y extraños con su determinación.
¿Tu familia como lo tomó? Muy bien, porque es una decisión que sabe que me va a dejar tranquilo. La verdad, no sé si hice bien o no, no sé cómo puede salir y tampoco, si va a servir que siga jugando. Me parecía que ante ellos, mi familia, los amigos y mis compañeros, era un buen gesto y también ante la gente, claro.
¿Cuánto tuvieron que ver esos 500 hinchas que se acercaron al Country de City Bell los días previos al partido con Unión? Esas manifestaciones siempre te tocan. Más, cuando vienen de gente que tiene el mismo sentimiento que yo. Sé que mucho más no va a durar mi carrera, pero voy a tratar de dar lo mejor posible, todo lo que me queda de resto.
De todos los llamados que recibiste para pedirte que sigas, ¿cual fue el que más te conmovió? Todos las de algunos colegas y ex compañeros. Quiere decir que algo dejaste para que te llamen y te pidan que sigas.
¿Creés que vas a dominar el problema del tobillo? Y eso no lo sé. La verdad, veremos con el transcurso de la pretemporada y el campeonato. La exigencia está. No es algo en lo que esté pensando ahora. Lo que tengo claro es que no me podía retirar en una camilla, quiero otra imagen.
¿Y qué imagen de Verón se va a ver en estos seis meses? No sé... Ojalá que se vea el mejor Verón. Y si no, algo bueno.
¿Y de Estudiantes? Con una buena preparación, el equipo puede dar mucho más. Estamos obligados a que nos vaya mejor que en este torneo. Mejoramos en el final, pero te queda la sensación de que podríamos haber dado mucho más.
¿Y qué pasó? Porque, en la previa, daba la impresión de que Estudiantes iba a pelear el campeonato mano a mano con Boca.
Se renueva un cuerpo técnico, comisión directiva, un grupo, jugadores, los que estábamos no tuvimos el mejor rendimiento, y cuando todo viene así, tan de golpe, o no pasa nada y sigue todo igual, o pasa lo que pasó, no terminás de tocar fondo. Pero, bueno, dentro de todo, lo pudimos encauzar, terminamos bien. Nosotros pensábamos lo mismo, que íbamos a disputar el título con Boca. Pero los nombres no hacen un equipo. Y muchos venieron sin preparación, sin mucho fútbol ni continuidad y nos costó. Y los que estábamos, no tuvimos la misma regularidad de otros años.
Se hablaba del regreso de Simeone, pero seguirá Azconzábal. ¿Estás conforme? Yo puedo estar conforme, pero el fútbol no tiene lógica. El Vasco es un muchacho formado en Estudiantes, está haciendo sus primeros pasos y deseamos que le vaya bien. Para que se sienta cómodos, nosotros tenemos que ayudarlo. Esto es entre todos. Jugadores, cuerpo técnico, jugadores y la gente misma.
Vos, técnico, ni por asomo...
No, no.
¿No te ves dando indicaciones? Primero, no creo saber volcar las ideas o pararme delante de un grupo y hacerle entender conceptos. Yo el fútbol lo veo y lo juego de una manera y si no le pegás a la pelota como le pego yo... Hay que tener un carácter muy especial. Y, la verdad, el fútbol lo viví de cierta forma y no creo que siendo técnico me pueda dar de nuevo esa sensación. Por ahí, desde otro lugar, espero poder volcar mi experiencia.
¿Manager, dirigente? No sé el nombre... Dirigente, no sé. Creo que hace falta esa mirada. Hay muchachos de mi época que están preparados para volcar en el fútbol todas sus vivencias.