Ver pornografía genera una distorsión de la sexualidad
Desde la llegada de Internet y la evolución de la tecnología, la pornografía se encuentra al alcance de todos, desde niños hasta adultos.
Las personas somos naturalmente sexuales y, el consumo del material pornográfico suele ser un hábito común en la sociedad, ya sea para relajar después de un día complicado, desconectarse por un rato, etc. Sin embargo, 8 de cada 10 personas sufren problemas de adicción y esto provoca consecuencias que afectan en la vida cotidiana.
Según María Contreras, psicóloga y sexóloga del equipo de "Dale Una Vuelta", lo principal que hay que tener en cuenta es que la pornografía genera una distorsión en lo que es la sexualidad. El 80% del contenido se basa en agresividad verbal y física lanzando un mensaje del "vale todo" donde el coito es lo único que se puede compartir entre parejas dejando de lado lo afectivo. Por lo cual, la mayor parte de las personas que sufren esta adicción, presentan dificultades en las relaciones sexuales, les cuesta excitarse con una persona real provocando disfunción eréctil. "Se podría concluir que la pornografía termina generando una forma de ser, una manera de relacionarse con los demás e influyendo en nuestras fantasías sexuales e ideales de pareja que no encajan con la vida real", agregó.
Eugenio, quien trabaja en la parte de comunicaciones en Sexos Adictos Anónimos en Argentina, insiste en que el porno funciona de la misma manera que las demás adicciones" En este caso hay mucho tiempo de fantasía mental, se invierte tiempo en crear cosas nuevas. Como toda adicción la resaca es la peor parte. Los sentimiento de vergüenza, frustración, culpa..." A pesar de esto, agrega que estamos ante un "problema tecnológico" siendo una de las adicciones más complicadas de recuperarse debido a la instantaneidad de acceso hacia la misma.
En ambos casos, tanto María como Eugenio cuentan que sus pacientes tienen problemas de autoestima, concentración en el estudio y trabajo, descuidan a sus parejas y amigos y muchas veces olvidan o abandonan tareas importantes. Según varios estudios esto se debe a una reducción de la materia gris en ciertas zonas del cerebro y que, cuantas más horas de consumo se realicen más se deterioran las conexiones neuronales.
En 2011 un joven de 28 años llamado Alexander Rhodes creó una comunidad llamada "No Fap" después de percibir el problema del uso excesivo del porno en sí mismo y de otros en las discusiones en línea durante años. Alexander aprovechó las redes sociales para crear un laboratorio de "piratería biológica" mediante la emisión de desafíos para abstenerse de la pornografía y la masturbación y alentar a los participantes a discutir sus resultados.
La comunidad fue creciendo hasta volverse popular en todo el mundo teniendo integrantes hombres y mujeres de todas las edades, aunque en su mayoría se trata de jóvenes de 20 años aproximadamente. Entre ellos se hacen llamar "Fapstronauts" y, comparten sus experiencias mediante los foros de la página.
La mayor parte de los miembros de la comunidad piden ayuda e ingresan a los foros por problemas de relaciones sociales y disfunción eréctil al momento de tener relaciones sexuales.
Quienes aceptan el desafió de "no masturbación" (en cuanto consumo de porno) coinciden que su vida cambió para bien: "Estuve 90 días sin masturbarme y mi vida se volvió más social, perdí el miedo de encarar a una chica, es más conseguí pareja. Tomé una actitud positiva automáticamente, tengo buen sueño, mejoró mi eficiencia laboral, concentración y enfoque. Si bien hubo días que quise abandonar, comencé a correr todas las mañanas para descargar energía. Hoy en día puedo decir que vida cambió mucho y sobre todo, al momento de tener relaciones sexuales mi rendimiento mejoró muchísimo", afirma un "fapstronauta" miembro del grupo.
Por Belu Satulovsky @BeluSatu