Venta de remedios adulterados al Hospital Churruca
Un empresario farmacéutico quedó en los umbrales del juicio oral y público en el que podría llegar a ser condenado a penas que llegan a los diez años de prisión por vender medicamentos adulterados al Hospital Churruca, del barrio porteño de Parque Patricios.
La Sala I de la Cámara Federal declaró "inadmisible" un recurso de Casación presentado por la defensa de Gustavo Javier Picardo contra la resolución del mismo tribunal que ratificó el 14 de septiembre su procesamiento por ese delito, previsto en el artículo 201 del Código Penal, y le trabó un embargo de 30.000 pesos.
La norma aludida por los camaristas Eduardo Freiler, Eduardo Farah y Jorge Luis Ballestero castiga con 3 a 10 años de cárcel a quien venda, ponga en venta o distribuya medicamentos o mercancías peligrosas para la salud, disimulando su carácter nocivo.
En una resolución de dos carillas los magistrados entendieron que el procesamiento "no se trata de una sentencia definitiva ni equiparable a ella por sus efectos", tal como lo exigen las normas procesales para habilitar la intervención de la Cámara Nacional de Casación Penal.
Los jueces confirmaron a mediados de septiembre el procesamiento del empresario Picardo, a quien se le imputó haber suministrado al hospital policial Churruca, en 2007, "seis frascos del producto anestésico denominado Sevorane ... presentándolos como originales cuando eran adulterados y simulando su carácter nocivo mediante un empaquetamiento similar al original".
La denuncia estuvo a cargo de un médico del centro asistencial, quien "determinó que el frasco presentaba el precinto con los filamentos de seguridad cortados y su tapa bien ajustada" y agregó que "a su apertura no despidió el olor característico ni hubo la reacción de evaporación pertinente".
Las pericias que se le solicitaron al laboratorio que fabrica el producto permitieron constatar que "el contenido de los frascos no se correspondía con el original".