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Vendimia 2011: acto político por encima de los festejos

*Por Laura Montero. A lo largo de los años ha costado muchísimo a distintos gobiernos establecer una fuerte política de internacionalización que se propusiera aumentar nuestro intercambio comercial multiplicando productos y destinos, pero mucho más posicionar a Mendoza en el mundo como un destino turístico competitivo.

Ha sido necesario el diseño de políticas de Estado que perduraron en el tiempo como la celebración de la Fiesta Nacional de la Vendimia o como las llevadas adelante por Promendoza, por el Plan Estratégico del Sector Turismo, por convenios celebrados con Cancillería para promocionar la provincia en el mundo, o acciones como transformar a Mendoza en una de las "Ocho Capitales del Mundo Vitivinícola", para que Mendoza cobrara visibilidad internacional.

Sin embargo, ese lugar en el mundo no lo hubiéramos ganado si cada uno de los mendocinos no hubiera aportado al proceso con determinación y compromiso a fin de brindar al turista una cálida recepción y trato, servicios acordes y la transmisión de sus valores culturales. Es esto, fundamentalmente, lo que ha hecho que cada turista que pisaba nuestro suelo sintiera ganas de volver o comunicar su experiencia a otros, formando así una cadena que potenció cada vez más la posición de Mendoza como destino de turismo receptivo.

La suspensión de la Fiesta de la Vendimia ocurrida este año, resultará carísima para los mendocinos porque esa cadena de transmisión va a funcionar en sentido inverso desprestigiando a Mendoza y a su gente como destino turístico frente a una oferta cada vez más competitiva.

Gestionar un gobierno es prever y planificar con precisión las acciones. Lamentablemente lo que deja al descubierto el fracaso vendimial es la ineptitud del Gobierno para llevar adelante su tarea.

Es hasta irresponsable hacer reproches a la actitud de los artistas, sin hacerse cargo de la incapacidad mostrada por los funcionarios para llevar adelante la gestión de una Fiesta que, por su historia y por lo previsible de las acciones necesarias para que se llegue a buen término, deberían ser ejecutadas con simpleza y precisión.

Más allá de que pueda o no compartirse la actitud llevada adelante por algunos artistas, es el Gobierno quien debe destrabar todos los conflictos que atenten contra el normal desenvolvimiento de los actos vendimiales, y más teniendo en cuenta el escaso costo económico que este reclamo significaba y el inmenso perjuicio que ha ocasionado la suspensión del evento a la Provincia.

Sin embargo parece ser que la mayor preocupación del Gobierno estuvo puesta en el acto político de lanzamiento de candidatos y apoyo al Gobierno nacional celebrado prioritariamente durante la Vendimia a fin de posicionarse para las próximas elecciones.

El turismo, la cultura y la economía de Mendoza sufrirán en los futuros años por este desmanejo de la gestión de Celso Jaque y quedará en manos de los futuros gobernantes restituir ante la opinión nacional e internacional la credibilidad en nuestra Provincia priorizando el interés y la prosperidad de todos los mendocinos.